Lovely Boy |Tk| ✔

Cap. 6

Cuando Jungkook volvió a su casa, luego de haber comprado tres bandejas de sushi y otra dona de contrabando que se la llevó a la habitación, sus padres a la hora de cenar volvieron a sacar el tema del taller de música. 

— ¿Ya lo has considerado? —  le preguntó su madre llevándose la mitad de un sushi a la boca. 

Jungkook negó con la cabeza. 

—  Les dije que no es algo que necesite —  replicó en voz baja. 

Pero la verdad era que le dolía no tener amigos.  Muy en el fondo era doloroso. 

— ¿Ni siquiera consideras la posibilidad de que puedas llegar a encontrar un potencial novio? —  preguntó su papá terminando de comer de una vez por todas —  Es muy probable que en el taller tengas la compañía de otros compañeros. Como los del ultimo curso.  Podrías ser amigo de alguno de ellos si no quieres acercarte a los compañeros de tu propio curso. 

— Papá — dijo Jungkook severamente —  la gente no me quiere ¿acaso  no lo entienden? ¿Para qué querría tener amigos si nadie quiere serlo? 

Sus padres se observaron y habló la señora Jeon:

—  Yo también he pasado por momentos de soledad en mi adolescencia —  ella sonrío —  tuve suerte de haber conocido a tu padre o hubiese estado pensando durante toda mi vida aquello que tu piensas ahora. 

"No es que lo esté pensado, es lo que sucede" —  pensó Jungkook mirado a su madre de reojo. 

—  Sigo sin entender para qué rayos quiero un amigo. 

Su padre suspiró y se levantó a lavar sus palillos. Estaban completamente sucios.

— Toda persona en el mundo necesita sociabilizar, hijo — le dijo yendo a la cocina, cortando con la conversación —  es importante para el desarrollo básico. Si no sabes hablar con la gente ¿Cómo piensas desenvolverte en el futuro cuando tengas que asistir al trabajo  y atender clientes? 

Jungkook comió el ultimo sushi, lo tragó y dijo:

—  Papá, voy a ser escritor. Ni siquiera tengo que salir de casa para eso. 

— Un escritor da conferencias de prensa —  interrumpió su madre —  un escritor presenta su libro junto a su agente literario frente a algunas personas. Un escritor debe primero presentarse en una editorial para entregar su manuscrito, debe estar listo para los rechazos o las aceptaciones.  

— Los manuscritos pueden enviarse por internet —  dijo Jungkook en tono aburrido — estoy acostumbrado a los rechazos y con respecto a las conferencias y presentaciones pueden darse online mediante video llamadas.  

Ahora le tocaba a su madre soltar un suspiro. 

Jungkook realmente era antisocial. 

Pánico a la gente. 

Jungkook se levantó de la mesa para irse a su cuarto y acabar con la conversación, pero antes dijo:

—  Y si no puedo ser escritor trabajaré de marketing digital, así no saldré de casa y podré atender clientes. Atenderé llamados por el teléfono y pasaré datos a una computadora, listo, ahí tengo un trabajo. 

Jungkook fue a su habitación con el pecho inflado de sentimientos negativos. Apagó la luz y se cambió la ropa por el pijama. Se metió a la cama y se tapó con las mantas hasta la barbilla. Tomó su celular y chequeó sus redes sociales para entretenerse un rato. 

En Instagram Jungkook no tenia seguidores. Sus padres no tenían redes sociales y él no publicaba fotos suyas. Lo tenía en privado. Solamente lo utilizaba para ver memes o videos de música y tutoriales de dibujo digital. 

En twitter las cosas no estaban muy diferentes que en Instagram: su cuenta era privada y seguía pocas cuentas, entre ellas una cuenta secreta de videos gay para adultos . A Jungkook le parecía muy bochornoso, pero era adolescente y de vez en cuando necesitaba darle una miradita a esas cosas que lo mandarían con un pase de ida directo al infierno. Pasó de largo la cuenta infernal y revisó las noticias en busca del algo entretenido pero solo encontró videos de accidentes o personas milagrosas, nada que le interesara. 

Jungkook suspiró y por ultimo revisó su WhatsApp. 

En su celular estaban los contactos de sus compañeros porque estaba en un grupo de WhatsApp en conjunto con todo su curso porque a veces los demás pasaban los textos que les mandaban los profesores. 

Y justamente ese grupo estaba activo en ese momento. Jungkook leyó sus mensajes y se enteró que estaban armando una fiesta. 

Y en uno de esos mensajes decía claramente que no iban a "invitar a la rata del salón". 

Jungkook ya sabía que se referían a él. Y también sabía que a sus compañeros les encantaba burlarse de él en el grupo, estando presente ahí.  

No sabía qué era lo que causaba que se burlaran de él. ¿Sería su ropa? ¿Su sexualidad? ¿Su cabello, sus dientes, sus ojos? ¿Qué sería? 

Jungkook no comprendía qué era lo que originaba el rechazo. 

Quizás que siempre estuviera callado y en el primer banco del salón eran el detonante. 

O quizás no había motivos detrás de las burlas y simplemente lo hacían para divertirse. 

¿Pero qué tipo de diversión tan morbosa era burlarse de alguien por no tener amigos, por ser un perdedor y por ser gay? ¿En donde estaba la gracia? Jungkook siempre se preguntaba eso. 

De hecho, a veces él deseaba poder insultarlos como lo hacían consigo. Pero su corazón era tan puro y estaba tan lastimado que era incapaz de lastimar a alguien por más que lo hubiesen tratado mal a él.

Era incapaz. Incapaz de causar dolor en las personas. 

Se preguntarán por qué... pues, porque él sabía lo que se sentía aquel dolor y no se lo deseaba ni a su peor enemigo. 

Jungkook revisó todos sus contactos. Ninguno de sus compañeros le enviaba mensaje para saber cómo estaba o simplemente de tener la cortesía y el respeto de preguntarle si quería ir a la fiesta por más que rechazara la oferta. 

No pasó mucho tiempo hasta que lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas. Sus ojos se empañaron y las lagrimas cayeron al celular. Lloró en silencio como lo hacia a veces y era un dolor horrible, le dolía la nariz, las mejillas y todo el rostro. Además de la opresión que había en su pecho y que no lo dejaba respirar. 

Aquella noche de sábado mientras todos los demás iban a la fiesta y comentaban cosas horribles sobre Jungkook, él lloraba sin absolutamente nadie que lo reconfortara.