Capítulo 7: Más tragedias

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Diane y Elizabeth estuvieron huyendo hasta la salida del sol. La albina descendió porqué estaba agotada. 

-Deberías descansar-dijo Diane-Yo haré guardia.

-Tú también deberías descansar Diane, tú tampoco has dormido nada.

-Prometí que te protegería, tu salud es más importante.

-Soy del Clan de las Diosas, estaré bien.

Pronto, ambas escucharon unos ruidos y Diane se puso en guardia, protegiendo a Elizabeth. Esos ruidos, resultaron ser Hawk, quién huía de unos demonios.

-¿Qué hace Hawk aquí?-preguntó Elizabeth.

Otras dos personas salieron de unas rocas y acabaron con esos demonios. Las dos chicas se llevaron una sorpresa al ver quiénes eran.

-Diane, Nene...

-¡Merlin!-dijo sorprendida Diane-Menos mal que estáis bien.

Merlin y Ban se alegraron de volver a verlas y Hawk lloró al verlos a salvo.

-¿Qué hacéis aquí?-preguntó Ban-¿No deberíais estar exiliadas?

Diane se lo contó todo y cuando acabó, el resto se sorprendió al saber lo de Meliodas y lo de King.

-Lo juzgamos mal-dijo Merlin-Desconfiamos de King y resulta que todo esto es culpa de Meliodas.

-Pero sigue siendo culpable por desterrarlas-gruñó Ban-No se le puede perdonar tan a la ligera.

-¿Vosotros también vais a Liones?-preguntó Elizabeth cambiando de tema.

Merlin asintió y les dijo que habían encontrado al último Pecado, pero estaba escondido, ya que de noche, era un debilucho.

-Queremos detener a Meliodas-dijo Diane-No podemos permitir que siga haciendo de las suyas.

-Si-intervino Ban-Ese bastardo ya no es el que conocimos, está fuera de control.

Todos decidieron descansar por esa noche para ir al reino al día siguiente y parar a Meliodas. Por otro lado, el rubio había regresado a Liones y se preparaba para emboscar a las dos chicas mientras colocaba algo en una lanza. Zeldris no paraba de observarlo y se lamentaba del hecho de ver el cambio de su hermano.

Al amanecer, el grupo se preparó para volver a Liones, cuando vieron un carruaje lleno de demonios yendo hacia allí. Ban y Merlin se encargaron de ellos fácilmente y se escondieron dentro del carruaje para poder entrar sin problemas al reino.

-Parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que estuvimos-pensaba Diane-Esperemos que la familia de Elizabeth esté bien.

La castaña miró a la albina y no pudo evitar ponerse colorada, a fin de cuentas, estaba enamorada de ella y decidió guardarse esos sentimientos cuando todo el asunto con Meliodas acabase.

El carruaje se detuvo en medio de la plaza y cuando el grupo salió, vieron como el reino estaba destruido, ya no era esa alegre y animada capital que era, ahora estaba devastada.

-Ese desgraciado-gruñó Ban-¿Cómo se atreve a hacer esto a Liones?

-Es un paisaje horrible-dijo Elizabeth al borde del llanto-La querida Liones de mi familia...

Diane no podía permitir que Elizabeth llorase, así que la abrazó y Merlin se unió a ellas.

-Acabaremos con Meliodas-dijo Merlin-No te preocupes, estaremos todos contigo.

Elizabeth se relajó y esbozó una pequeña sonrisa, cuando alguien se acercó a ellos malherido, Elizabeth se alteró al ver quien era.

-Hermana Veronica-corrió para socorrerla.

El exilio de las dos princesasWhere stories live. Discover now