Elizabeth cayó al suelo, sorprendiendo a todos por detener el ataque de Meliodas. Los demás Pecados corrieron hacia ellas.
-¡ELIZABETH!-gritó asustada Diane.
-No, ella no debería haberse interpuesto, ella era parte de mi plan-balbuceaba Meliodas.
Diane cogió a la albina y empezó a llorar estrepitosamente.
-¿Por qué?-preguntó Diane-¿Por qué te has puesto en medio?
-No quería que nadie más sufriera más daño. Tú...siempre estabas protegiéndome, me...me tocaba a mi protegerte.
-¡No hables, Elizabeth! Debes aguantar hasta que te podamos curar.
-Mucho me temo que esta herida es mortal-dijo Elizabeth con una voz más débil-Me...me temo que moriré dentro de poco...
-¡NO!-gritó la castaña-No debes morir, prometimos que estaríamos juntas para siempre.
-Ella no morirá-intervino Meliodas-Debido a una maldición, ella reencarnará.
-Ya no...-dijo Diane al borde del llanto-La maldición de Elizabeth fue retirada por la Deidad Suprema.
-¿Có...cómo?-preguntó asombrado el demonio rubio-¿Cuándo pasó eso?
-¡Tú cállate!-gritó Diane-¡Elizabeth se está muriendo y la culpa es solo tuya!
-No...ella...no puede morir...-titubeó Meliodas-Sin ella, mi plan no tiene sentido...
Elizabeth tosió un poco de sangre y Diane trataba de contener sus lágrimas, pero dentro de poco lo iba a hacer.
-Gracias por estar a mi lado todo este tiempo, Diane-san-dijo Elizabeth-Quiero que seas feliz aunque yo ya no esté.
-¡No, no! ¡No me dejes, Elizabeth!
-Cuídate Diane-dijo Elizabeth en sus últimos momentos.
Y con una sonrisa, la diosa albina murió. Diane, estalló en llanto, su mejor amiga y enamorada había fallecido. No la había podido proteger y no solo eso, no logró confesarle esos sentimientos románticos por ella.
-Elizabeth, por favor, despierta-dijo Diane llorando mientras sacudía el cadáver de su enamorada-Tienes que despertar, aún no te he dicho mis sentimientos por ti.
-Es inútil-dijo Merlin-Nene ya está muerta.
Diane soltó un gran grito y con lágrimas en sus ojos, se giró hacia Meliodas mirándolo con rabia.
-¡MELIODAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS! ¡TE VOY A MATAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!
Diane corrió hacia él y le dio un fuerte golpe con la pierna al estómago del demonio, para luego soltarle un gancho, lanzándolo hacia arriba y terminar dándole una gran ráfaga de puñetazos, rematando con un golpe en la cara de Meliodas, haciéndolo caer al suelo.
-Cu...cuanto poder-gruñó Meliodas-Diane no es tan poderosa, ese poder lo saca de la rabia que tiene.
Diane volvió a cargar contra él, Meliodas quiso protegerse con su espada, pero la gigante, con un fuerte puñetazo, la rompió y volvió a golpearle en la cara.
-¡No te perdonaré por esto! ¡Voy a matarte, Meliodas!
-No eres rival para mi, Diane-dijo Meliodas tosiendo un poco de sangre-Solo estás rabiosa por perder a tu amiga.
-¿Tú no te sientes culpable por haber acabado con la persona que una vez amaste?
-La verdad, no me esperaba eso, pero eso no es impedimento. Encontraré una forma de resucitarla y hacerla mía.

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El exilio de las dos princesas
FanfictionElizabeth y Diane son desterradas de Liones por algo que no cometieron y Meliodas y King dejaron de amarlas. En su exilio, recorrerán varios pueblos y aldeas hasta llegar a un pequeño pueblo donde vivirán juntas y se volverán muy cercanas, hasta el...