Arlet - (En Edición)

Capítulo 32

Arlet

La habitación está en silencio, todavía estoy intentando recomponerme por lo que acaba de pasar. Es demasiada información que procesar en tan poco tiempo que se me hace imposible pesar en algo coherente. ¿Por qué MIERDA está Derek llamando a Lyam? La ira me inunda por no tener respuesta a todas las preguntas que están pasando en este momento por mi cabeza. Tengo que intentar calmarme, sé que con la ira no soy capaz de controlarme. Lo único que quiero son respuestas, respuestas a todo eso. Respuestas a las fotos, al hecho de que me tengan aquí.

Tomo el móvil nuevamente e intento llamar de vuelta a Derek pero como es obvio, no contesta. Más rabia me da. Me concentro en poder entender todas las fotos que hay en la pared. Mi foto en medio de todas entrelazadas de alguna manera con todas las demás.

El sonido del pasillo se ha disipado, solo se escucha el silencio abrumador de la cabaña. Debajo, en el escritorio hay un montón de papeles desordenados. En una esquina hay un baso con unos cuántos objetos de escritura, la mayoría son lápices y una que otra pluma de color negro, un par de tijeras: Una negra y una amarilla. A su lado, hay una grapadora pequeña color salmón.

Comienzo a rebuscar cualquier tipo de información que me permita saber porqué Lyam me tiene aquí y porque nuestras fotos están en la pared. Leo unos cuantos papeles, pero no aportan nada. Entre tanto movimiento, una carpeta color negra cae al suelo y de ella otro montón de papeles. Me agacho a recogerlos y lo que leo me deja helada.

«Medicina Legal.»
Acta de difusión.

Nombre: Marina.
Edad: 19.
Causa de muerte: Trauma cráneo-encefálico.
Fecha de difusión: 15/Junio/15

Cambio de página y sigo leyendo. (Parte de atrás de la misma hoja).

Paciente femenina de 19 años de edad, entra al centro de atención alrededor de las dos de la mañana del día 15 de junio del dos mil quince a causa de un trauma cráneo-encefálico provocado por un fuerte golpe propinado por su actual pareja.—según su mejor amiga— El cuerpo de profesionales la transfiere a la sala de intubación dónde es sometida a su respectivo tratamiento, donde, lastimosamente a los tres minutos de ser intubada pierde la vida debido al gran tamaño de la perforación que tenía en la base del cráneo.

«¿Qué es esto, por Dios»— digo, mientras cambio de hoja.

«Medicina Legal.»
Acta de difusión.

Nombre: Estefany Jordan.
Edad: 20.
Causa de muerte: Quemadura de tercer grado en la parte frontal de la cara.
Fecha de difusión: 29/Noviembre/15

Cambio de página

Paciente femenina de veinte años de edad es encontrada muerta en su hogar luego de tener una fuerte y acalorada discusión con su actual pareja. A la fémina, se le realizó una autopsia para determinar su causa de muerte, la cuál fue provocada por ácido sulfúrico por parte de su agresor. dando como resultado un cadáver sin ojos, rostro totalmente desfigurado e irreconocible por parte de su familiares.

Paso a la hoja número tres.

«Medicina Legal.»
Acta de difusión.

Nombre: Alexa Rodríguez.
Edad: 18.
Causa de muerte: Envenenamiento.
Fecha de difusión: 03/Abril/16

Parte de atrás de la hoja.

Paciente femenina de dieciocho años de edad entra al área de urgencias sin ninguna compañía. La fémina presenta dolencia en la parte del abdomen. Los profesionales la someten a un lavado abdominal pero, la paciente no aguanta y comienza a vomitar en medio del procedimiento, llenando así en un mal movimiento sus pulmones de vómito y saliva. La fémina comienza a presentar problemas a la hora de respirar hasta que finalmente muere a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Y así como estas espantosas hojas, habían cuatros más para un total de siete hojas. Siete mujeres muertas. Muertes provocadas por «Su actual pareja». Feminicidios. Pero la que más me llamaba la atención era la última hoja:

«Medicina Legal.»
Acta de difusión.

Nombre: Marisol Sánchez.
Edad: 19.
Causa de muerte: Ahogamiento por hemorragia interna.
Fecha de difusión: 31/Diciembre/20

Parte de atrás de la hoja.

Paciente femenina de diecinueve años, es encontrada muerta en frente de la discoteca «Cocodrilo» en la modalidad de envolvimiento dentro de una maleta de viaje. Los testigos afirman que la joven fémina había entrado a dicha discoteca en compañía de un hombre de aproximadamente 1.79 metros de alto, un poco grueso que vestía una chaqueta Connie Negra y unos Jeans azules con unos Zapatos Skopp color negros sin cordones y una gorra de color gris con la palabra lealtad estampada.  Se realiza la apertura del cadáver para poder determinar la causa de muerte: La fémina muere ahogada por su propiedad sangre, luego de haber tenido una hemorragia interna provocada por golpes. También, hay que destacar que la fémina resultó con varias costillas rotas con algunas perforaciones en su pulmón derecho, lo que complicó aún más su estado de recuperación.

No puede ser. ¿Porqué Lyam tiene todo esto aquí en su oficina? ¿Está investigando o tiene algo que ver con todo esto? La curiosidad de carcome. No puedo quedarme sin saber que paso exactamente con estás mujeres y sin saber quién las mató. Pero, tampoco puedo arriesgarme a qué alguno de los que chicos que están afuera se enteren de que yo estoy aquí. Eso lo empeoraría. No tengo más tiempo que perder. Salgo de la habitación con la idea de que debo volver nuevamente y ver qué es lo que se oculta en esta oficina. Vuelvo a guardar todo como estaba en el escritorio. Cierro las gavetas nuevamente haciendo el menor ruido posible. Salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Un momento... Los zapatos Skopp color negros sin cordones fueron los mismos que entraron hace un momento. los que vi cuando me escondía debajo de la mesa. Eran los zapatos de la persona que mató a esas siete mujeres. «Oh no—Digo—el asesino esta aquí»

La casa sigue sumergida en el silencio. No hay nadie, así que vuelvo a la puerta para volver a ver a los que están afuera. Para mí sorpresa, los autos no están. Se han ido. Lyam y Samantha viene caminando hacia la puerta. Hacia mi. Avanzo rápidamente hasta la puerta de mi habitación, la cuál abro y cierro rápidamente después de haber entrado. Doy unos cuantos pasos antes de saltar a la cama.