Capítulo VIII

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Advertencia: contiene escenas explícitas y lenguaje vulgar que pueden resultar sensibles.

" There's no way for us to come away
Because boy we're gold, boy we're gold"

¿Han experimentado esa sensación de nerviosismo cargado de ansiedad? ¿Ese sentimiento de querer que algo suceda pero temor a los resultados?

Bueno, eso era precisamente lo que estaba ocurriendo en ese momento.

Tras llegar a un mutuo acuerdo, la pareja cenó rápidamente por la urgencia de querer sellar el trato.

Carnalmente.

Ya se encontraban en una de las habitaciones de club que Harry no alcanzó a conocer, con Louis apoyado en la puerta observando cada uno de sus movimientos.

- Dime pequeño, ¿Tienes memoria retentiva? - El rizado sin moverse observó la pieza que era más sencilla de lo que esperaba.

Las paredes eran de un tono burdeo, contaba con estantes negros donde látigos de distinto tamaño y grosor colgaban, además de objetos que él ni si quiera se atrevía a preguntar.

En el medio, había una cama extragrande con un edredón de seda roja. En el costado izquierdo, se posiciona una gran X que en cada esquina contaba con muñequeras de cuero.

-La mayor parte del tiempo - dijo sin saber para donde llevaba la conversación el castaño.

-Excelente, porque mientras estés en esta habitación tienes que seguir estrictamente tres reglas - Comenzó el ojiazul - Primera regla: Cada vez que entres debes desnudarte y esperarme de rodillas al lado de la puerta con tus manos en la espalda, tienes prohibido el contacto visual, tu mirada siempre estará en el suelo. Solo podrás mirarme cuando yo te lo ordene ¿Entendido?

-Sí - Atinó a decir.

-¿Sí que?

-Sí amo.

-Segunda regla: Mientras estemos aquí, debes dirigirte a mí como amo, señor, daddy, yo aquí soy tu dominante, no somos compañeros de trabajo ni amigos. Y tú serás mi sumiso, mi esclavo y mi perra. ¿Comprendes?

-Sí daddy.

-¿Quién eres, Harry?

-La perra de daddy.

-¿Recuerdas lo que decía el contrato sobre tu amo? - Preguntó sacándose la chaqueta.

-Que el amo tenía posesión y control del sumiso - parado en medio de la habitación se sintió como un extraño, Louis parecía en su mundo y él simplemente no encajaba.

- Regla numero tres: tienes prohibido tocarte y debes pedirme permiso antes de correrte. ¿Quedó claro?

-Sí, señor.

-Espero que no lo olvides, si desobedeces, mereces un castigo, y a mi no me gustan las perras desobedientes, no voy a tolerar que me faltes el respeto.

-Haz lo que te pedí, no lo diré dos veces - Louis advierte quitándose la camisa.

Harry, torpemente se sacó la ropa y se arrodilló con la cabeza inclinada hacia abajo, el silencio que los envolvía solo aumentaba su ansiedad, y su excitación, claro, porque probablemente nunca había estado tan caliente.

-Mírame - Exigió tirando los rizos de Harry.

El rizado lo miraba hacia arriba lujurioso, dejando la imagen grabada en su cabeza.

Louis presionó dos dedos en los labios del rizado, obligando que este abriera su boca y comenzara a lamerlos - No pensé que serías una verdadera puta, ni te he tocado y ya eres un desastre - Dijo esto último introduciendo sus dedos hasta el fondo de su garganta.

Take it Off {L.S} | BDSMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora