Capítulo XVII

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Habían pasado algunos días desde el accidente. Los suficientes para que sus heridas terminaran de sanar.

Los suficientes para saber que se estaba enamorando de su castaño ojos color cielo.

Y Quizás, solo quizás ya lo estaba.

Aunque había luchado como un guerrero contra aquel sentimiento que lo paralizaba, terminó rindiéndose ante los mimos y cuidados que Louis le brindaba.

Desde que salió del hospital el dominante no se separó más de él.

Lo acompañó en cada cita con el doctor, en su proceso de recuperación y con ternura y dedicación, fue pegando cada pedacito de su maltrecha alma.

Así, día tras día, con cada sonrisa robada y cada abrazo protector, el castaño se fue incrustando en su corazón como un espermatozoide en el óvulo.

Bueno, quizás no era la mejor de las analogías, pero así se sentía. Fecundado de pies a cabezas por el jodido señor Tomlinson.

No lo culpen, ¿si?

Es imposible no caer ante ese ser.

Tenía un cuerpo que lo hacía babear. Sus manos encajaban como un rompecabezas cada vez que las unían. Sus ojos lo hacían volar hacia el cielo cuando se posaban en él. Y por último pero no menos importante, el desgraciado era la mezcla perfecta entre un chico tierno que baja las estrellas por ti, y un chico caliente que no te promete las estrellas, no, él te hace tocarlas con cada jodida embestida.

Y últimamente el andaba cambiando de profesión, pues parecía astronauta tocando las estrellas cada noche.

Aún recuerda el día que descubrió que había caído. Andaba de exploración por el universo, cuando de pronto un abrumador sentimiento lo envolvió y ya no lo soltó más.

-"¿Estás bien, pequeño? - preguntó Louis preocupado porque el rizado había dejado de moverse- ¿Te he hecho daño? - insistió alarmado por el estado de salud de Harry.

Sí, claro que estaba bien ¡Bien enculado! - Sí, solo me dolió una costilla, ¡Demasiado voltaje! - respondió con falsedad. No estaba preparado ni tampoco quería confesar sus recién descubiertos sentimientos.

Louis arrugó el entrecejo extrañado. Desde que Harry estaba convaleciente, habían dejado el BDSM para no correr riesgos y lo reemplazaron por sexo suave y tiernucho que simplemente era fatal para su corazón enamoradizo".

Desde ese día estaba pasmado.

Se quedaba como un idiota observando cada movimiento de su amo. Incluso ya sabía algunas de sus manías.

Odiaba el aguacate y todo acerca de él, pero últimamente tenía fascinación por el verde.

Siempre, con dos de sus dedos, arreglaba delicadamente su cabello.

Amaba con locura los dulces y era fan número uno de Nesquik.

Soft y Horny como decía Niall, y sinceramente eso era lo que lo traía enloquecido. Un equilibrio perfecto entre lo que siempre buscó de un hombre y lo que siempre necesitó.

-Estás callado - comenzó Niall mientras iban por el pasillo de la clínica camino a la habitación de Will.

El joven ya estaba fuera de peligro y mejorando rápidamente. Hoy era la primera vez que podían visitarlo sin necesidad de vestir ropa especial.

-Sí, bueno, no suelo hablar cuando la compañía es mala - respondió con falso rizado Harry.

-¿Perdón? - el rubio detuvo su andar- Algunas personas matarían por un saludo mío, besarían mis pisadas, respira...

Take it Off {L.S} | BDSMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora