Capítulo 04

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Ha estado lloviznando ligeramente, el cielo es nublado, el día frío y las calles casi desérticas por el clima de ésta mañana

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Ha estado lloviznando ligeramente, el cielo es nublado, el día frío y las calles casi desérticas por el clima de ésta mañana. Si es sincera, le gustan los días así. El ruido de la lluvia chocando contra los cristales de sus ventanales le relaja, uno que otro trueno le asusta pero está bien. No tiene necesidad de prender ventiladores porque el aire en sí es fresco. Pero le gustaría más disfrutarlo en cama, con Lisa y sus respectivos hijos en compañía, mirando una película. Jennie está en su casa, marcando la lista de invitaciones de su hijo. Se supone que su otra madre debería estar haciendo eso, pero con todo y el embarazo no puede. Va tachando los nombres de los niños cada vez que termina de escribirlos en la invitación.

Marca el número de Lisa y espera a que conteste. La voz de Wooyoung se oye al otro lado y ríe un poco. Le pide amable que le pase a su mamá y enseguida lo hace.

—¿Algo va mal? —la voz de Lisa suena gangosa y Jennie se preocupa.

—Para nada. ¿Qué iría mal? Suenas rara, ¿estás bien?

—Sí, ayer me bañé un poco tarde y me hizo mal. Es todo.

—Te hablaba para decirte sobre la fiesta de Jeongin. Es el sábado y quiere-queremos que estén ahí. Es de disfraces.

—Okay, suena bien. Mándame la dirección por mensaje y ahí estaremos.

Cuelga el teléfono y rápidamente escribe la dirección de la sala de fiestas por mensaje. Se la envía a Lisa y sigue con su trabajo.

Kim se preocupa. La tailandesa sonó algo fría y distante, cualquier otro día hubiese reído levemente con ella, haciéndole plática para mantenerse ocupada. Piensa que seguro es el resfriado, tal vez se siente mal e irritada.

[...]

Lisa le explica a Wooyoung que son las sílabas compuestas. Él escucha atentamente y sigue la lectura que su madre hace en el libro que trata sobre osos silvestres. Su lengua se traba a veces cuando las sílabas llevan una R, Lisa le dice que lo intente hasta que salga bien, así lo hace. Después de eso, comienzan a hacer ejemplos en la pequeña libreta de Wooyoung, escribiéndolos.

El timbre suena y el lorito parece inquieto. Casi nunca reciben visitas. A veces es su madre, pero justo ahora no quiere verla. Está muy molesto con ella, además de que tiene miedo a su rechazo. Cerrando el libro, Lisa se para descalza a atender el llamado, camina lento, sin apuros. Su cabeza duele un poco por el resfriado, pero ha estado bajando por el medicamento que tomó minutos atrás.

—Hola, Lisa. ¿Cómo estás? —es Marion, una vecina que vive dos pisos arriba. Ella siempre ha sido amable con ellos así que les agrada.

—Bien, ¿y tú? —la contraria contesta con un encogimiento de hombros—. ¿Qué se te ofrece?

—Te traigo esto. Es ropa que a Jamie ya no le queda, tal vez pueda servir con Woo. Ya sabes, son casi de la misma edad.

Lisa sonríe y abraza a la mujer. Está muy agradecida. Ha pasado un tiempo desde que consiguió ropa para Wooyoung, así que esto era increíble y le venía bien.

Bracelets | JenlisaWhere stories live. Discover now