¿Quieres? by Morgana_Avalon

Capitulo 9: Dulces sueños, Wangji.

Capitulo 9: Dulces sueños, Wangji.

Parte 9

Incapaz de atar su cabello mojado y rebelde, que parecía un desastre absoluto, Wei WuXian decidió que simplemente no le importaba. Después de que salieron del estanque, se vistieron, y mientras Lan Zhan se veía inmaculado de nuevo, salvo por algunas puntas de cabello mojadas, Wei WuXian parecía corrompido. No es que le importara. Lan Zhan se había dejado llevar un poco, chupándole la piel debajo de la oreja y ahora lucía su primera marca de amor, una que tenía la intención de llevar con orgullo. Lan Zhan siguió mirándolo, su expresión rayaba en la culpa por ponerla allí; ¡El pequeño idiota debería dejar de sentirse culpable!

—¿De verdad se supone que debemos aislarnos durante un mes entero?— comprobó el paradero del Hierro Yin y asintió al asegurarlo. Se pasó los dedos por el pelo, quitando los peores enredos. Para enderezarlo correctamente, necesitaba un peine, que no tenía.

WangJi asintió. —Veintinueve días más antes de que podamos unirnos al resto— No se le había ocurrido que Wei Ying pudiera encontrar eso difícil. —Lamento que no puedas hablar con Jiang WanYin y la doncella Jiang.

—Jiang Cheng me asesinará en veintinueve días—reflexionó Wei WuXian en voz alta. —Shijie se va a enfadar. ¿Tu hermano les dirá lo que pasó?

—Por supuesto. Xichen les informará — Wei Ying deslizando un brazo alrededor de su cintura todavía lo desconcertó. Que su esposo realmente buscara su cercanía era algo que nunca había esperado. —El único con el que tenemos permitido hablar es Xichen, ya que es el líder de la secta.

Wei WuXian arqueó una ceja. —Al menos tu tío no nos molestará— Sonrió al recordar: —¡y no puede volver a hacerte daño nunca más!— ¡Todavía se sentía orgulloso de haber logrado lo imposible!

—Wei Ying ...— WangJi, lo que hizo que Wei Ying también se detuviera repentinamente. Escudriñando el rostro de su esposo, se preguntó: —¿Por qué hiciste eso? Deberías haberle dado a Shufu el Hierro Yin sin exigir algo a cambio — E incluso si Wei Ying hubiera querido algo a cambio, ¿por qué exigir su seguridad cuando podría haber pedido cualquier otra cosa?

Wei WuXian negó con la cabeza y miró a su esposo, preguntándose por qué Lan estaba siendo terco. ¿O el otro hombre realmente no entendió? —¿Me estás tomando el pelo? ¡Te hizo golpear! ¡No hiciste nada malo! Nie Huaisang, Jiang Cheng y yo lo merecíamos, ¡pero tú no! Te puse bajo un hechizo. ¡Deberías  habérselo dicho a tu tío! — ¡Le molestaba que Lan Zhan siguiera discutiendo con él por esto!

WangJi suspiró y luego se obligó a mirar a Wei Ying a los ojos cuando confesó: —Sabía lo que estabas haciendo y me preparé para desviar tu hechizo. Nunca estuve bajo tu control. Elegí actuar así. Te permití pensar que habías tenido éxito. Por eso merecía ser castigado. Shufu debería haberme castigado aún más por mentirle y engañarte

Suspirando profundamente, Wei WuXian soltó: —¡Lan Zhan, eres un idiota!— No estaba completamente sorprendido de escuchar la confesión de su amante. Se había preguntado si Lan Zhan había estado bajo su control esa noche, pero no había cuestionado al otro hombre, divirtiéndose demasiado dándole órdenes. —¡Incluso si eres culpable, nunca pides un castigo, simplemente no lo haces!

—Wei Ying, rompí las reglas. Bebí licor, te dejé tocar mi cinta. Te dejé tocarme. No sé qué pasó, no exactamente, me desmayé en un momento, pero hice esas cosas de buena gana. Shufu tenía razón al castigarme — Le preocupaba no poder recordar con precisión lo que había hecho esa noche. Se había despertado solo, pero la ropa de Wei Ying estaba desordenada y le faltaba el cinturón. ¿Había hecho eso? Sin embargo, tenía miedo de preguntar.