Slasher Girl

Capítulo Doce

𝟏𝟗𝟗𝟓, (𝐘 / 𝐍)'𝐬 𝐇𝐨𝐮𝐬𝐞

Desde el techo de la casa de su vecino de al lado, Billy podía ver todo.

Siempre mantenías la luz de tu dormitorio encendida cuando estabas sola en casa. Ni siquiera pensó que sabías que hiciste esto, pero lo hiciste. Esta noche estabas abajo, deslizándote por el piso de la cocina en tus calcetines esperando que tus palomitas de maíz terminaran de estallar en el microondas. No descubrirías tu don para cocinar Jiffy Pop hasta dentro de unos meses.

Más temprano esa noche, Billy sacó el teléfono de su padre del tocador antes de escabullirse por la puerta trasera. Escribió su teléfono fijo en su muñeca con sharpie negro, pensando que era demasiado inteligente para pedirlo a través de Casey, quien pensó que habríais sido la 'pareja más linda' si él no estuviera tomado. Casey Becker no era la mayor admiradora de Sidney Prescott.

Hasta donde sabías, nadie más conocía tu número de teléfono o tenía los medios para subirse a un techo y llamar desde allí.

Caminando de un lado a otro sobre el azulejo inclinado, Billy golpeó el teléfono contra su frente. Puedes hacerlo. Simplemente pon los números.

Bajo cualquier otra circunstancia, hubiera sido lindo, incluso romántico. Pero tenía un modulador de voz en la otra mano y sus dedos saltaban contra los botones.

Suena el teléfono y, aunque no puede oírte desde donde está parado, Billy se da cuenta del momento exacto en que tus oídos se agitan al escuchar el sonido de tu teléfono fijo. Dándose la vuelta, extendió la mano a través del mostrador para sacar el teléfono rojo del gancho, sin importarle que los pantalones cortos de su pijama se hubieran subido hasta la parte superior de los muslos.

No había nadie en casa. ¿Por qué debería importarle?

"¿Hola?"

Tu voz era como miel suave, goteando un calor pegajoso sobre su cuerpo que había estado sentado al aire libre y frío durante la última media hora. Billy se quedó sin aliento y el guión que había memorizado dejó de existir. Cambias de peso con impaciencia. "¿Hola?"

A un ritmo terriblemente lento, encendió la caja de voz y se la llevó a los labios. "Hola, muñeca."

Billy puede escuchar tu sonrisa a través del teléfono. "¿Randy? ¿Eres tú?". Entrecierra los ojos y se agacha en el techo. Suenas... apagada. Tal vez debería haber observado un poco más antes de lanzarse a la llamada telefónica.

"¿Randy? ¿Quién es ese?"

"Oh... lo siento. ¿Quién, eh, quién eres?"

Billy te miró como un halcón a través de la ventana de la cocina. Te estiraste de nuevo sobre la encimera para jalar algo hacia ti. Esta vez no el teléfono. Una botella.

"¿Has estado bebiendo, dulzura?" Pregunta, respondiendo a tu pregunta con otra pregunta. Si tenía razón, entonces ni siquiera recordarías que estabas hablando con un extraño en primer lugar.

Apoyas toda la mitad superior sobre la encimera de mármol. "Sí."

Se pasó una mano por la cara, sacudiendo la cabeza y dejando que su cabello cayera desordenadamente sobre su frente. "Oh (T/N)" , suspiró.

Billy te conoce y sabe cómo eres cuando estás borracha. Solitaria, pegajosa y hambrienta de contacto. Le mataría no ir allí y estar contigo en persona.

"Pero no puedes decírselo a mi mamá porque se volverá loca, no me dejará estar sola en casa y no podré ir a ver a mis amigos".

"Prometo que no lo diré nada" , ronronea. Te quedaste en silencio por unos momentos y el único sonido a través del receptor fue un ruido suave mientras te subías al mostrador.