Dia 1: Voz

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Los tacones de Virginia Potts resonaban con fuerza en el amplio pasillo. Cuando llegó a la puerta del taller de su jefe no necesitó hablar para que esta se abriera con el permiso silencioso de Jarvis. La IA ya la había escaneado y había llegado a la conclusión de que, por la postura tensa que se notaba a pesar de la delicada elegancia con la que se movía, la señorita Potts estaba molesta o que tenía un tema importante que tratar con el señor Stark. Por cariño artificial que sentía hacia a su creador, esperaba que fuera lo último.

Ella se tomó su tiempo para observar el panorama desde el umbral. La intensa música disminuía poco a poco para no espantar a la criatura que, en extrema concentración, manipulaba en su mesa de trabajo un artefacto tan pequeño como la uña. Se podría decir que era un Modus Operandi que Jarvis activaba a costa del señor Stark cuando se cumplían ciertas condiciones.

Luego de negar levemente en desaprobación, la señorita Virginia se acercó al omega, esquivó unas cuantas herramientas en su camino y justo cuando estaba detrás de él, a una distancia prudente, poso las manos en la cintura y habló con tranquilidad— ¡Anthony Stark! ¡¿Hiciste lo que te pedí?!

Bueno, quizás no con tanta tranquilidad, pero estaba sumamente estresada. Diciembre era un mes pesado en todos los sentidos.

—¡Mierda, Pepper!— exclamó levantando las manos como si estuviera siendo asaltado. Una de las pinzas cayó al suelo haciendo un tintineo. Aliviado suspiró cuando notó que el chip estaba intacto —¡No hagas eso! ¿Qué pasaría si era explosivo?

—Jarvis me lo hubiera informado con anticipación— respondió con simpleza— Ahora ¿Hiciste lo que te pedí?

Tony masculló una maldición—No... ¡Pero tengo una perfecta razón! 

Ella rodó los ojos—A ver, dime tu excusa.

—Bueno, verás. Tuve un golpe de inspiración— mostrando orgulloso el aparato que estaba manipulando.

—El golpe te lo daré yo si no...

—Oh, vamos, Pepp. Necesitas algo sorprendente para sacar antes de que termine el mes ¿No? Y estoy trabajando en eso— afirmó con una amplia sonrisa que tenía su estilo característico.

—Esto también es importante, Tony— se cruzó de brazos—  Queremos que los titulares digan "Innovadora tecnología del mayor genio de este año" no...

—De la década, cariño. O mejor del siglo— aclaró antes de darle un sorbo a su café ya frío.

—Estoy segura que una noticia sobre que S.I. no cuida a sus empleados opacaría totalmente a alguna que alabe tu genialidad.

—Pfff... está bien, está bien— dijo bostezando. Se levantó de su silla y se masajeó el cuello— De todas maneras, tengo que ir a buscar donas.

—Y recuerda que mañana tienes que ir a la empresa.

—Si, si— desestimó agitando la mano.

—Jarvis, asegúrate de recordárselo, por favor, mañana no me dará tiempo de llamarlo siquiera.

—Haré lo que pueda, señorita Potts.

—Gracias— dijo dando vuelta hacia la salida— Por cierto, Tony, te dejé comida en la cocina.

—¿Te he dicho que eres la segunda persona más genial en todo el mundo, Pepper?

—Si, y también me has dicho que me darás un aumento y un mes entero de vacaciones.

—Juegas con mi amabilidad— Arrugó la nariz. A Pepper le pareció tierno.

Alma que se lo lleva el viento - Stony OmegacemberWhere stories live. Discover now