Día 5: Autocontrol

87 7 38
                                    

—Maldita sea...— un gemido involuntario salió de su labios— Odio esto. ¡Es del diablo!— exclamó cubriéndose con las sábanas.

—Yo también lo odio, deberías estar aquí, trabajando— escuchó la voz de Pepper desde algún punto en el techo. Estaban en plena llamada.

—Peppeeeeeeeeeeeeeer

—Tengo que cortar, Tony. Jarvis, contáctame si es una emergencia— Escuchó Tony. El pitido característico de una llamada terminada le impidió protestar.

Tenía la piel caliente y sudorosa. Hubiera preferido que sea fiebre pero era el principio de un celo producto de su "ajuste hormonal". Pura mierda. Estúpido instinto de omega necesitado, estúpidas hormonas y estúpidas almas gemelas. 

—Señor Stark— llamó Jarvis— Tiene un mensaje de voz del señor Rogers— dijo la IA sabiendo que desde hace algunos días, esos eran los mensajes que su creador más esperaba.

Tony tembló al repasar en su mente el apellido del alfa.

Maldito desgraciado amable con cara de cachorro inocente, deja de seducirme, renegó, quiero odiarte pero la pones difícil a propósito ¿No? Seguro esperas que vaya corriendo a tus brazos de alfa superdotado, pues ¿Qué crees? Lo estoy considerando.

Suspiró. El calor arañaba con más fuerza hacia sus partes bajas y ya sentía cierta humedad en el trasero.

—Jarvis, puedo hacer todo lo que quiera en la seguridad de mi pequeño y dulce hogar ¿cierto?

La IA tardó unos segundos en responder.—Tiene que ser más específico, señor.

—Tomaré eso como un si— decidió quitándose con desesperación la camisa de seda blanca, lo único que traía encima.

La piel quedó expuesta a la tela de las sábanas, el suave edredón y el frío aire de la habitación que ya había dejado programada. El cuerpo entero del omega tiritó llamando, con su aroma, el contacto humano, el contacto de un alfa.

El recuerdo vago de unos dedos acariciando su mejilla emergió desde el fondo de su mente como un bálsamo para su cuerpo ansioso. La fantasía de ojos azul cielo brillantes estaban quietos en toda la extensión de su cuerpo y la tensión en su miembro sensible floreció.

—Señor, debo avisarle sobre algunas acciones que pueden ser consideradas como delic...

—Si, si, como sea— interrumpió— Reproduce su audio y...— gimió—...todo lo que suceda en esta habitación, se queda aquí ¿Entendido? No vayas de chismoso con Pep...— balbuceó.

—Si, señor.

—Y, por favor, algo de comer— murmuró ya al borde de la inconsciencia. Un escalofrío lo hizoarquear la espalda como si fuera un minino estirándose.

Un suspiro salió de sus labios temblorosos.

—Le informaré al señor Rhodes— dijo la IA. 

Tony ya no pudo procesar esas palabras, el cuerpo entero le dolía de manera inusual, el calor consumía todo su cuerpo, concentrándose más en sus zonas erógenas y en la glándula de aroma. La cabeza le palpitaba y se escaparon de sus labios los quejidos para llamar a un alfa rubio a quién besar hasta embriagarlo de su esencia, hacer sumiso a ese ser tan dominante y convertirlo en alguien necesitado. Meterse en su alma y con eso decirle que ni un solo cabello castaño suyo sería fácil de olvidar. Le robaría cada latido de su corazón.

Destellos blancos pasaron por su mente, la falta lo estaba matando, una tortura lenta se aproximaba y no iba a soltarlo.

.....................................................................................................................................................

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 10, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Alma que se lo lleva el viento - Stony OmegacemberWhere stories live. Discover now