Dia 3: Instinto

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Estaba teniendo un día tranquilo.

Sus vacaciones habían comenzado justo el día anterior, cuando fue a ver a Bucky. Después de una breve conversación entre los tres, le había tomado la palabra a Sam y va a tomarse los primeros días para sí mismo. 

Está caminando por una calle muy concurrida, justo detrás de Natasha. Las personas están tan amontonadas a su alrededor que casi lo hacen sentir asfixiado, además de exasperado por el bullicio innecesario de los autos.

Siente el frío recorriéndolo de pies a cabeza, fue descuidado al momento de vestirse pues no tiene ni una bufanda, solo una chaqueta y una camisa manga larga, también un pantalón corriente y las manos bien guardas en sus bolsillos porque no se puesto los guantes. Él no esperaba que nevara pero era algo obvio, ya estaban a principios de Diciembre.

Era un hombre precavido, su descuido es bastante raro viniendo de él, pero hay algo que lo ha estado inquietando en las últimas horas que lo distrae, incluso ha tenido que usar más supresores de lo normal esa mañana porque su olor se siente ligeramente, y como él no sabe manejarlo, puede molestar a alguien. Por la linea de trabajo que tiene, eso puede ser un gran inconveniente.

Steve aún no ha encontrado a su alma gemela.

El rubio trata de no pensar en eso, hay cosas peores como..

Nota que alguien viene en dirección contraria a la masa de gente lo que genera que avancen más lento que antes. Casi tropieza para evitar empujar a Natasha, quien sigue frente a él. Recupera la compostura rápidamente, y al levantar la mirada, choca con una mirada extraña, un color de ojos que se parecen al café iluminado por la luz dispersa de la ventana. Sintió algo raro por dentro, una mezcla de miedo con locura.

De pronto, el mundo entero cambió.

Se quedó estático alterando el flujo de las personas. La atmosfera a su alrededor se volvió misterioso y adictivo, casi volátil. un cúmulo de lo que sea se reunía en su nariz y viajaba profundo hasta sus pulmones y se apretaba en su pecho, la sensación serpenteaba por su garganta haciendo difícil pasar saliva.

Respirar era diferente, era como si pudiera...

—¡Ayuda! ¡Llamen a una ambulancia!

Salió de la nube de sus pensamientos y volteó hacia donde escuchó el grito: a unos pasos de él, había un grupo de gente rodeando algo o alguien. Se acercó alarmado, empujando a todo aquel que estuviera en su camino para que abrieran el círculo.

—¡Soy paramédico!— gritó, pidiendo silenciosamente que se alejaran del hombre en el suelo.

Estaba arrodillado boca abajo, a duras penas tosiendo e inhalando con la poca fuerza que tenía. Lo volteó y vio un rostro rojizo, lagrimeo y labios hinchados, unas manchas rojas florecían en su cuello donde se rasguñaba, seguro por la desesperación. 

Está teniendo una reacción alérgica, concluyó apretando los dientes para mantener la calma.

Lo recostó de inmediato y empezó a aflojar su ropa empezando por la bufanda. Hacía frío y la nieve en el suelo no ayudaba a la situación. Era complicado— ¿¡Alguien tiene un autoinyector!? ¡¿Epinefrina?!— cuestionó en voz alta.

Buscó en los bolsillos del hombre que olía a manzanas quemadas, aunque eso el no lo sabía a ciencia cierta, solo sabía que a su nariz llegaba la desesperación. Palpó por todo su cuerpo hasta que una mano se interpuso en su visión con un bolígrafo de adrenalina. Lo tomó y se lo pinchó por encima de la ropa en la cara externa del muslo.

Un hilillo de sangre corría por el labio del hombre y temió que arrojara sangre. Tenía ambas manos en posición para voltearlo si era necesario. 

Alma que se lo lleva el viento - Stony OmegacemberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora