Loto Rojo, era como llamaban a aquel par de hermanas que acababan con cualquier banda de delincuentes que estuviese en su camino. Dos chicas que debieron dependerse de ellas mismas si querían sobrevivir en las frías calles de Yokohama. No eran amant...
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Pov Harumi.
Sabía que no estaba siendo yo cuando arrojé a ese chico que tan solo quería salir conmigo, ni cuando su amigo salió a su defensa y terminé con su cara en mis manos, en ese momento no estaba pensando me sentía tan ofuscada en el pensamiento de la llamada con mi padre que solo me detuvo la voz de mi hermana menor. No fue la culpa de aquellos chicos pero acabaron sufriendo mi ira, todo por proteger a mi querida hermana y su sueño de abrir un día un local donde ella pueda cocinar en paz, pero... No voy a abandonar mi sueño de ir a una universidad de diseño por culpa de ese imbécil. Solo ver a mi hermana esforzándose me basta, sin embargo ¿qué hacíamos caminando detrás de sujetos que apenas acabábamos de conocer? A veces las acciones de mi hermana menor son tan impredecibles.
—Baji estás de regreso. —Un chico rubio se le acercó al castaño que nos estaba guiando, parecía casi de la misma estatura que mi hermana.
—Takemicchi ¿Has acabado aquí? —Le preguntó diciendo el nombre del chico quien asintió levemente con la cabeza.
—Ahora están reunidos todos los capitanes pero como siempre eres el último en llegar y tarde por cierto. —Le recalcó y el castaño solo pareció sonreír, mi hermana tenía esa cara ansiosa por saber que era lo que tenía que hablar aquel chico—. Cierto ¿ellas quiénes son? —Le preguntó al vernos atrás de el que decía ser un capitán de una banda de pandilleros.
—Somos las hermanas Akahasu. —Le respondió mi hermana acercándose al chico—. Tu pareces ser un poco débil. —Le sonrió y solo supe llevarme una mano en la cabeza, juzgar a las personas por su portada es la debilidad de esta tonta.
—Nachan deja al chico —alcé la voz mirando seriamente a mi hermana, me prometió que no se metería en peleas hoy, pero mírala tratando de provocar a alguien esta chica no tiene remedio su curiosidad un día va a hacer que salga mal parada.
—Lo siento Ruchan pero a veces no sé ni lo que hago. —Se rió un poco para aligerar la atmósfera, normalmente no soy seria y a veces también poseo una sonrisa como la que ella trae, pero este día ha sido tan estresante.
—Takemichi, ellas son Loto Rojo. —Le dijo el castaño y el chico pareció palidecer, normal en las personas a penas le mencionan quienes somos.
—¡Estás pensando en entrar con ellas a una reunión de capitanes del Touman! —Le dijo el chico pareciendo que iba a estallar de miedo en cualquier momento—. Baji-san eso es como provocar una guerra, sabes lo enojado que está Kazutora por lo de ayer. —Al menos él parecía el más cuerdo de allí.
—Niño. —Mi hermana llamó su atención—. No me importa quienes sean solo sé que él nos ha traído aquí y tengo curiosidad de saber el por qué así que no te metas. —La cara de Hanami cuando no llevaba su sonrisa asustaba a todos, sea quien sea todos le tenían miedo hasta los profesores en la escuela le dejaban pasar todo cuando ella poseía esa cara de que le daba igual todo.
