059. Por Cedric Diggory

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Escuchaba voces pero no sabía exactamente qué era lo que decían. Se sentía nuevamente en un lugar donde había mucha luz. Abrió muy lentamente los ojos, a su alrededor estaban sus amigos, Hermione, Remus sentado en una camilla y un enorme perro negro acostado junto a él.

-¡Hagan silencio! -exigió Pansy con firmeza. Todos guardaron silencio ante eso-. Hola, Char, ¿como te sientes, linda?

Pansy se sentó en una silla al lado de la camilla. Tomó su mano e hizo una mueca, Charlie supuso que la sintió helada.

Remus se levantó y camino sin expresiones hasta las puertas de la enfermería. Cerró con un hechizo y se volteó hacia ella.

Eran los únicos en la enfermería, Remus camino muy lentamente hacia ella mientras Sirius volvía a ser un humano. Pansy se apartó para darle espacio a los adultos.

-Fudge quería que afrontaras un juicio por usar la maldición asesina dos veces -dijo secamente Remus.

Ella no se atrevió a mirarlo a los ojos, no se atrevió siquiera a responder. Se sentía demasiado mal consigo misma, sentía un nudo en la garganta que por más que tragara saliva, no desaparecía.

-Severus está hablando con él, y Dumbledore también -murmuró Sirius con voz ronca-. Charlie necesito que me digas que fue lo que pasó.

-¿Harry no...?

-Harry no quiso dar muchos detalles de lo que pasó contigo -dijo Sirius con frialdad-. Necesito que me digas que fue lo que pasó. ¿Por qué te desmayaste? ¿Por qué lanzaste la maldición asesina dos veces...?

-La primera fue contra Harry -contestó mirando inexpresivamente sus manos, con los ojos vacíos, sin ningún brillo especial. Los labios secos, la garganta ardiendo cada que hablaba y la voz ronca-. Uso un imperius contra mi -prosiguió-. He he resistido una vez al Imperius, uno de Moody... bueno, Barty, pero Voldemort es... no pude hacer nada.

Dejó escapar un suspiro, sintió como si alguien le tomaba la mano, era Sirius. Su expresión se suavizó y se sentó en la camilla, mirándola como si fuera lo único del mundo que en ese momento necesitaba de él. Llevo una de sus manos al rostro de su sobrina y limpio una traicionera lágrima que resbalaba.

-¿Luego...?

-Voldemort usó la maldición Cruciatus en mi -continuó alzando la mirada-. Dos veces. Y me sentí como si quisiera morir. Solo quería morir, Sirius fue lo peor del mundo.

-¿La segunda maldición? -preguntó Remus pasándose una mano por el rostro.

-Fue contra Voldemort -contestó mirando el techo y volviendo a repetir todo en su cabeza-. Logré romper el Imperius, Harry y yo nos unimos contra él y luego mi madre... James, Lily, Cedric...

-Tu varita, la de Voldemort y la de Harry están unidas, Charlie -dijo Sirius con lentitud-. Núcleo de pluma de Fénix... Pluma de Fawkes, el Fénix de Dumbledore. Por eso fallan, no pueden matarse entre sí con esas varitas.

Nadie habló por varios minutos. Ella se quedó mirando el techo. Ron se cubrió el rostro con las manos mientras Hermione la miraba con preocupación.

-Theo, Draco -los llamó. Se sentó en la camilla y miró a sus dos amigos. Negó y ellos comprendieron-. Los vi allí... No pueden volver con sus padres ahora que Voldemort retornó.

-No tenemos otra opción, Charlie -murmuró Draco-. Lo lamentamos mucho.

Ella asintió aún mareada. Remus la miró apenado.

-Estas vacaciones no puedes venir conmigo -habló desviando la mirada-. Sirius se quedará, es algo peligroso.

-Aun así sería muchísimo mejor que un asqueroso año con los Dursley.

La herencia de la Serpiente; (𝑯. 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓)Where stories live. Discover now