U | Donde Kairi tiene el deber de proteger al Titán Fundador.
| SHINGEKI NO KYOJIN FANFIC
| FEMALE OC x SNK
| SPOILERS ANIME Y MANGA S1 - S4 (con cambios en la historia original)
Actualizaciones lentas
Créditos al autor/autora del dibujo utilizado...
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╰──➤ EL HOMBRE DE SUS SUEÑOS !!
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SI HABÍA ALGO QUE KAI DISFRUTABA HACERera golpear gente.
Mejor si eran delincuentes con el futuro torcido.
Sentía que liberaba mayor parte de su estrés y frustración que cuanto entrenaba golpeando un pedazo de tronco, por lo que no ponía peros al momento de buscar pelea con alguien.
O cuando alguien buscaba pelea con ella.
Kai tomó la cabeza del chico, el cual rondaba los 15 años, y la estampó contra la pared del callejón, dejando un camino de sangre en esta misma al momento de dejarlo caer inconsciente.
— ¿Es todo lo que aguantas, maldito idiota? Si eso fue un calentamiento... — masculló viéndolo con desagrado.
Un tipo se había atrevido a tratar de robarle las monedas que ella se había ganado cuando hizo una entrega de medicamentos que Irina le mandó a llevar unas calles más abajo.
Si se lo hubiera pedido, ella podría haberle entregado unas pocas monedas para que el otro comiera, pero hizo uso de la fuerza al ver sus intenciones.
Al final, le dió lástima y le dejó un par de monedas tiradas.
Después de su acto, dio media vuelta y mientras salía del callejón, envolvía sus nudillos con un trapo limpiándolos de la sangre aún brillante.
En su mente apareció el breve recuerdo de unos meses atrás y cómo es que habían conocido a Mikasa, pero tan rápido como vino, de una sacudida a su cabeza, se fue nuevamente y el pensamiento sobre Irina preocupada por ella surgió.
Mierda, pensó con una mueca.
Cuando iba a cambiar de dirección para ir hacia su casa, unos gritos se llevaron su completa atención, curiosamente venían de otro callejón cercano al que salió.
Curiosamente, los gritos venían de un Eren completamente furioso enfrentando a otros tres chicos mayores que él.
Cuando giró completamente su cuerpo para dirigirse hacía allí, vió a Eren gritar algo y darle un cabezazo al bravucón para luego tumbarlo hacia un puesto de ventas que se encontraba al lado, cuando otro se acercó por detrás para sostenerlo y que el chico al que había lanzado, le diera un golpe en el estómago, por lo que sin siquiera pensarlo dos veces apresuró el paso y, con los nudillos aún vendados por el trapo, soltó el primer puñetazo al bravucón rubio estampándolo hacia el puesto nuevamente. Risas cercanas se escucharon.
