uno

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Siempre que miraban a Kim Ji Soo pensaban en una alfa soltera por toda su vida, la razón era simple. Su personalidad.

Aquel alfa no era dominante y ruda como los demás, no, ella no era esa clase de alfa.

Ji Soo era suave y delicada, amante del color rosa y de las cosas tiernas, así era Kim Ji Soo, la alfa omega como solían llamarle de burla.

Ji Soo era diferente, pero eso no le importaba, ella era feliz, de esa manera, siendo ella misma y no teniendo que fingir alguna actitud dominante y posesiva con una omega.

Si algo odiaba Ji Soo era que los alfas siempre se creyeran superiores a los omegas, Ji Soo siendo una alfa sabía que todos merecían los mismos derechos.

Aunque claro, los mismos omegas se encargaban de rechazar a Ji Soo, creían que ella no podría defenderlos del mal, creían que incluso Ji Soo sería pasiva al momento de hacer el amor. Eso no era cierto y jamás lo sería.

Si, Ji Soo era muy conciente de lo que escuchaba a cada rato, no era ninguna pasiva, solamente tenía diferentes actitudes y eso era todo.

—Cachorra, vamos, despierta que tienes que ir a estudiar.—Dijo la omega desde la puerta de la habitación de Ji Soo.

—¿Mamá Hyejeong?, Buenos días mamá—Dijo Ji Soo despertando de golpe al verla.

—Cariño, tú madre y yo te estamos esperando abajo para desayunar, báñate y vístete rápido.—Dijo la omega sonriendo

La omega se retiró de la habitación de su hija y cerró la puerta detrás de ella, mientras Ji Soo se levantó con una sonrisa en su rostro, quitó su pijama y se dirigía a bañarse.

Era otro día como cualquier otro, aunque claro, Ji Soo disfrutaba al máximo su vida sin amarguras ni nada que lo hiciera sacarse de quicio.

Si, Ji Soo tenía ya veinte años y aún vivía con sus madres, escuchaba a sus demás compañeros burlarse de ella porque aún vive bajo el manto de ellas.

Según los demás, una alfa antes de esa edad ya debería haber buscado un hogar propio, comenzar a cortejear a los omegas y comenzar con su propia familia.

No, Ji Soo no quería eso, aún no, quería ir lento y despacio, no quería asustar a algúna omega llenandóla de cachorros y obligándola a hacer lo que quisiera. Ji Soo no era así.

Cómo siempre, comenzaba su rutina diaria para ir a estudiar, ya se baño y se arregló lo mejor que puso, bajo las escaleras y vió a sus madres en el comedor platicando cómodamente.

Kim Seolhyun y Shin Hyejeong eran pareja, ambas habían concebido a Kim Ji Soo, una alfa diferente a los demás, pero eso a sus madres no les importó en lo absoluto.

De hecho, amaban que su hija fuera así, respetuosa, educada, tierna y demás cosas que sus madres siempre iba a amar de su cachorra.

—Buenos días, ¿Cómo amaneciste?—Dijo Ji Soo tomando asiento el una de las sillas del comedor

—Muy bien cachorra, aunque tú mamá sigue y sigue pateando toda la noche.—Dijo Seolhyun sonriendo y viendo a su hija riendo, luego volteó su vista y vió a su omega haciendo un puchero

—Es muy clásico de mamá Jeong, siempre patea y patea cuando duerme con alguien.—Dijo Ji Soo tomando un cubierto y llevando un bocado de panqueques a su boca

—Pero en mi defensa, soñé que estaba en la cama más cómoda del mundo.—Dijo la única omega en esa familia

—Ajá, ¿Seguro que no era en el vientre de tú madre, cariño?—Dijo la alfa mayor viendo a la omega

—No, estoy seguro que era en la cama más cómoda del mundo.—Dijo Hyejeong afirmando con la cabeza

Ambas alfas solo soltaron una pequeña risita, amaban todos los momentos en familia que tenían, incluso si el pequeño Kim SeokJin estaba dormido en su cama y no participara demasiado en el desayuno familiar.

—Bueno, me tengo que ir mamás, nos vemos más tarde.—Dijo Ji Soo terminando rápidamente su desayuno

—Está bien cachorra, lávate los dientes y luego ya te puedes ir.—Dijo la omega levantando los platos de Ji Soo.

—Está bien.— Ji Soo hizo un puchero y se fue al baño.

Llegó al baño y rápidamente lavó sus dientes, después de eso volvió a despedirse de sus madres y salió con prisa.

Tenía unos minutos antes de que anunciarán que las clases empezaban, así que pasó por una floristería para comprar unas rosas.

Rosas las cuales se las daría a la única omega que dejó que Ji Soo lo cortejeé, Park Chae Young, era la omega más tierna y dulce del universo, o eso según Ji Soo.

El amorío entre ambas había iniciado hace dos meses atrás, cuando Ji Soo se acercó a la omega, con un sonrojó adornado en toda su cara y con una pequeña notita.

Esa notita estaba muy decorada en papel rosa, cuando Chaeyoung la abrió para leerla, leyó en el gran mensaje que había escrito dentro de la nube.

"¿Puedo cortejearte, dulce omega?", Decía aquel papel, Chaeyoung solo se sonrojó y le permitió a la alfa empezar con su cortejo.

Ambas se amaban e iban muy bien, Ji Soo quería conquistar más  a la omega y luego empezarían su relación.

Ambas se amaban e iban muy bien, Ji Soo quería conquistar más  a la omega y luego empezarían su relación

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𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 ٠milfjimin


sweet alpha » chaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora