Cap. 1: Formalidades

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El chico, siendo escoltado por el guardia personal de la reina y cinco personas más era un manojo de nervios, lo habían citado incontables veces ya, pero para hablar y trabajar con el que antes había sido el rey, ahora lo había citado la nueva reina, hija del agonizante rey y la difunta reina.

A eso añadirle que en las veces anteriores había sido el consejero personal del rey quien lo escoltaba hasta donde se reunirían, no estaba para nada acostumbrado a aquel trato que en realidad, más que una formalidad parecía vigilancia.

Aki Isamu, aquel que caminaba dos pasos por delante del chico se detuvo frente a una puerta, abrió sin preocuparse si interrumpiria algo y se giro hasta el chico.

—Desde acá conmigo— Había parecido más que le hablaba a las otras cinco personas que a él

Tras recibir lo que pareció una orden aquellos desconocidos asintieron, hicieron una reverencia, palabras de formalidad y se marcharon por el mismo camino por el que habían llegado.

El guardia tomó el brazo del chico con un cuidado excesivo, algo extraño para su forma de actuar, de hablar, su físico y aún más para el aura tan demoledora que lo rodeaba.

Casí se sintió agusto, casi, un golpe de miedo y pánico lo asestó cuando nada más dar un paso hasta la habitacion contigua se dio cuenta que era el gran salón, donde el rey y la reina, en este caso solo la reina, se sentaban en su trono todo el día y esperaban que algo interesante sucediera.

Claro que le sorprendió ver que Aki seguía de largo por el gran salón hasta una elegante puerta café con detalles verde oscuro, giro hacia la derecha y vio que en el trono no había nadie, ninguna reina con aires altivos mirando a todo el mundo como si fueran cucarachas.

Vaya que tenía una mala impresión de la realeza, a pesar de ser el principal pintor del rey, encargado de realizar las obras que se presentaban en los pasillos del palacio mostrando a la actual familia real, a los grandes amigos y socios de esta y a los primeros reyes y reinas, los que construyeron ese maravilloso reino, preocupándose de cada hogar, cada familia y cada esquina de Arkham.

Ya entendía que aquello que creía que pasaba en los palacios reales era una mentira, el gran salón no era custodiado por guardias, no era un lugar muy oscuro o muy llamativo, no habían estatuas de gente innecesaria y no había una fila con cientos de compatriotas esperando que la nueva reina les ayudara con sus problemas.

Por el contrario, las paredes estaban forradas con lindos estampados de flores y árboles, habían varios futones y sofás por todo el gran salón, una de las paredes era sustituida por una estantería hermosa, frente a esta había una pequeña mesa para tomar té, varios asientos y lo que más le sorprendió al chico, unos niños jugando en el piso con plumas, libros destrozados tirados por doquier y varias manchas de tinta sobre el impecable piso y alfombra.

Le dió la sensación de que si la reina veía esa escena se pondría eufórica y mandaría a que alguien castigara a los niños, pero ninguno de los sirvientes que estaba ahí presente parecía estar en lo más mínimo preocupado, es más, sonreían admirando la inocencia de los pequeños y algunos incluso jugaban con ellos.

El chico no pudo seguir admirando la escena cuando el guardia abrió la puerta y siguió caminado, quedó maravillado con lo que tenía al frente, un gran prado repleto de flores en pleno proceso de brote, caballos corriendo de un lado a otro, algunos pastizando y otros acostados en la frescura de la naturaleza tomando el sol, por supuesto, también había un establo de dos pisos, ahí sí que habían guardias, pero sólo dos, y estaban bañando a uno de los caballos, una tarea para nada seria considerando que eran guardias de la realeza.

Un sirviente se acercó a ellos, parecía triste, nada comparado con los demás que había visto dentro del palacio.

Aki: ¿Donde está la reina?— Aunque Amajiki tenía la creencia de que el guardia parecía saber lo que pasaba, le preocupó que no supiera dónde se encontraba la reina, protectora de la paz e invocadora de la vida.

Nuestro mundo (Tamaki Amajiki Y Tú) Where stories live. Discover now