Y En El Medio Tu (Vondy)

Capitulo 72 Parte 1

Cerré la puerta de su casa, sintiendo cómo se quedaba parte de mí, allí con ella. Sentía rabía. Me sentía mal por todo lo que acababa de pasar allí dentro. La idea de no volver a verla, no volver a abrazarla, ni besarla...

Resoplé mirando la casa brevemente. Miré la ventana que daba a la sala dónde un rato antes habíamos discutido, buscando a Dul, para verla aunque fuese por última vez. El saber que era el único responsable de la posición que Dul había adoptado, me hacía sentirme aún peor. Dulce había decidido que dejara de formar parte de su vida y a mi no me tocaba otra cosa más que respetar su decisión.

[...]

Me asomé por la ventana para comprobar si ya se había marchado. Sólo alcancé ver cómo su coche se alejaba. Volví a echar las cortinas retirándome de la ventana. Había sido un pésimo día, por eso necesitaba ponerle fin de una vez. Dentro de unas horas tenía una comida con Pedro e iba a necesitar más que cuatro horas de sueño para poder soportar aquello.

Pocas horas después desperté, alcanzo mi mano hacia mi celular para apagar el despertador. Tenía poco más de una hora para ducharme, arreglarme e ir al restaurante donde había quedado con Pedro y Luisillo.

Al salir de la ducha no pude contener los recuerdos que poco a poco iban haciéndome recodar lo feliz que había sido con Chris...

[Flashback]

Cubrí mi cuerpo con el albornoz de Chris tras salir de la ducha. Me observé a mi misma, a través de aquel espejo. Al verme envuelta en su albornoz, me di cuenta lo bien que me sentía alrededor sus cosas, alrededor de él. Sonreí acercando uno de los cuellos de aquel albornoz hacia mi rostro, para oler su perfume. Dirigí mi mirada hacia la puerta, pensando en cómo lo había estropeado todo

[FlashBack]

Moví la cabeza de un lado a otro sacudiendo esos recuerdos. No podía hacer un drama de esto, es más, tenía que empezar a aceptar que quizás la vida en pareja no esta hecha para mí. Quizás, mi única mision en este mundo es emocionar a la gente con mis sentimientos plasmados en mis canciones.

Salí del baño para terminar de arreglarme. Agarré mis lentes de sol antes de salir de casa, dejando una nota para avisar de que no iba a llegar para comer.

Al llegar, entré directamente al ver que había reporteros a fuera y siendo franca conmigo misma, no tenía animos para responder nada ahora mismo.

Al entrar, pregunté por la reserva a nombre de Pedro. Me quité las lentes mientras seguía al mesero que me estaba acompañando hasta la mesa.

- Gracias -Le agradecí al camarero mientras Pedro y Luis se levantaban de las sillas para saludarme- Perdón por el retraso

- No te preocupes -Luis fue el primero en saludarme-

- Sientate -Pedro me ofreció que me sentara mientras me saludaba. Colgué la bolsa en la silla para luego sentarme-

- Gracias... -Dije soltando las lentes sobre la mesa al igual mi celular-

- ¿Que tal estuvo ayer la fiesta? -Luis me preguntó nada más sentarme. Carraspeé acomodándome en la silla con una sonrisa fingida-

- Bien, me divertí mucho... A parte pude ver a Maite, así que imagínate

- También estuvo Christopher, ¿no? -Al escuchar el nombre de Chris, no pude evitar suspirar. Giré la cabeza para mirar a Pedro después de su pregunta-

- Sí, también estuvo -Respondí seria, sin apartar mis ojos de Pedro-

- ¿Y que tal, todo bien? -Insistió sobre el tema-

- Preferiría no hablar de ello... -Dije agachando la mirada varios segundos. Esta situación me sobrepasaba. Lo último que necesitaba hoy eran las palabras de Pedro-

- Bueno... -Luis interrumpió para cambiar de tema- No hemos venido a hablar de eso

- Sí... Tienes razón -Pedro miró a Luisillo dándole la razón- Tenemos que organizar la promoción de "Lágrimas" para preparar el lanzamiento del disco, que será seguramente este año que entra

- Así es -Luis apoyó cada palabra que había dicho Pedro-

La comida pasó sin ningún altercado más. Pedro me conocía demasiado bien, sabía perfecto que algo no andaba bien, por eso seguramente no quiso seguir preguntando más sobre el tema.

Hubo un momento en el que Luis se levantó a responder una llamada. Momento que aprovechó Pedro para preguntarme si todo estaba bien. Al escuchar aquella pregunta, me quedé sin saber que responder.

- Dulce... -Pedro me llamó insistiendo-

- Si... Si estoy bien, sólo algo cansada, ¿por qué la pregunta?

- Dulce, en todo el tiempo que hemos trabajado juntos, más el cariño que nos une, he aprendido a reconocer cuándo tienes la cabeza y los sentidos en otra parte o en otra persona, de cuándo únicamente tienes cansancio. Cuándo los tours de RBD o de Extranjera estabas muerta de cansancio pero se te notaba en los ojos la ilusión... -Miré a los lados tratando de ignorar las palabras de Pedro- Ahora en tus ojos no veo ilusión...

Mire nuevamente a Pedro observándole. Dudaba si contarle lo que había pasado. Sólos tres personas conocían realmente a Christopher... Y una de ellas era Pedro. Pero me frenaba el hecho de imaginar cuál serían sus palabras. No tenía fuerzas, ni ganas, para escuchar ahorita un "te lo advertí". Pedro apretó mi mano, haciéndome volver al mundo real. Suspiré mirándole nuevamente.

- Yo... -Pasé una de mis manos por la frente, echándome el pelo hacia atrás- ... ahorita no... no creo que pueda hablar sobre lo que pasó...

- Perdón... -Luisillo apareció disculpándose por haberse ausentado. Solté la mano de Pedro, llevando una de mis manos hacia mi cara, para secarme las lágrimas que se habían acumulado en mis ojos-

- Bueno, ahora sí podemos irnos -Pedro se levantó poniéndole fin a aquella comida. Antes de levantarme, volví a colocarme mis lentes oscuras para que nadie notara aquello que había notado Pedro-

Después de pagar la cuenta, salimos los tres para continuar la platica fuera mientras esperábamos los autos. Pedro aprovechó para volver a tratar el tema de un posible reencuentro de los seis para algo especial. Cuándo Pedro tenía una idea en mente, no había forma de quitársela de la cabeza. No valía de nada exponerle los pensamientos de los demás, él seguía con la idea de juntarnos a los seis de nuevo. Para colmo, Luisillo se había unido a aquella idea, mientras que yo aquello, cada día lo veía más improbable.

Mientras esperábamos los coches, varias personas que pasaban por allí terminaron reconociéndome. Con gusto accedí a fotografiarme con ellos y a firmarles un autógrafo. Al fin de cuentas, ellos y mi familia era lo único que me quedaba. Al terminar, me despedí de Luisillo y Pedro y me dirigí de nuevo a mi casa.

Necesitaba aislarme un rato, escribir para desahogarme. Era mi mejor terapia. No podía permitir que lo que ahora mismo sentía, me arrebatara lo que tanto trabajo me había costado.

Tenía que enfocarme en promocionar mi sencillo con Julion y mi disco que no tardaba en salir. Necesitaba refugiarme en algo y que mejor que mis amigos, mi familia y mi trabajo.