◈Cap. 24┆Té

467 47 17
                                    

La respiración de la peliplata estaba agitada, demasiado por todo lo que había pasado. De un momento a otro, comenzó a toser.

Era más que obvio. Estuve en la lluvia sin suéter, que podría esperar, solo... Iré a prepararme un té, no me importa si está Popee... ya no me importa Se dijo mientras continuaba tosiendo. Bajo las escaleras y entro a la cocina.

—¿¡Ahora si me vas a hacer caso!?— Gritó el ojiazul. Este se acercó y tomo del cabello a Marita, sin embargo está no reaccionó de ninguna manera, lo cual extraño al rubio. —¿¡Me estás escuchando!?

—Si, Popee— Contestó la ojiverde en un tono apagado.

Ninguno de los dos se dijo nada por unos cuantos segundos, mientras se escuchaba el agua en el pocillo calentándose. El ambiente estaba muy tenso, y el de coletas aún no soltaba su agarre, la de orbes verdosos miraba a la nada con la mirada perdida...
Está se sentía bastante mal, y sin previo aviso, sus piernas perdieron fuerza y su consciencia se nublo, haciendo que está se desmayara. El de hebras rubias inmediatamente la tomo en sus brazos y gritó su nombre consecutivamente, después tocó su frente y notó que estaba caliente. Tenía fiebre. La cargó al estilo princesa, y la llevó hasta su habitación, la recostó delicadamente como si de algo frágil se tratara, y corrió por un pañuelo sumergido en agua fría, el cual colocó en su frente.

—No podrá asistir a clase— Se dijo el de orbes zafiro preocupado. —Espero mañana se encuentre mejor— Besó dulcemente la mejilla de la menor. —Perdóname si te provoque todo esto— Apagó la luz de aquel cuarto y salió.

Fue directamente a la cocina y termino de preparar el té que la peliplata se estaba haciendo anteriormente.

Se lo tomó él, pues su hermana estaba inconsciente, así que tal vez no podría despertarla. Mientras ingería el líquido, pensaba muchas cosas...

𝐄𝐒𝐂𝐎𝐑𝐈𝐀 ©Where stories live. Discover now