◈Cap. 28┆Diálogo

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Después de aquel momento tan incómodo, la peliplata regresó con las bebidas y las entregó a cada uno. Se volvió a sentar en su lugar y continuó con sus trabajos junto contigo.

—Oye, Popee ¿Qué es exactamente lo que estás haciendo?— Preguntó la ojiverde consumida por la curiosidad de saber en que estaba tan concentrado su hermano.

—Es mi diálogo con el que voy a exponer mi proyecto de ciencias— Dijo mientras señalaba su trabajo que se encontraba a unos pocos centímetros de el. —Faltan pocos días para que el supervisor venga a ver nuestros proyectos, así que debe quedar entre hoy y mañana para estudiar mi escrito un día antes.

—En serio te vez muy lindo concentrado en tu diálogo, nunca te había visto de esa manera— Comentó encantada la de orbes verdosos en un tono dulce.

—Si, si, como sea, tengo que continuar, aunque me cuesta un poco redactar algunas cosas y en parte no comprendo del todo como está desarrollada esa cosa— Dijo mirando su trabajo.

—A ver, tu hiciste esa maqueta, pero ¿No sabes ni lo que es?— Preguntó incrédula la de hebras plateadas.

—Más o menos. El profesor solo nos dio a elegir un trabajo y... La verdad es que una chica a cambio de algo me ayudó a hacer el proyecto o más bien, lo hizo ella.

—¿De casualidad esa zorra del otro día fue la que te hizo el proyecto?

—Si— Contestó apenado, aunque no arrepentido.

—¡Ay, pero como eres estúpido!

Tras ese comentario el rubio no dijo nada. Últimamente no solía responder a ese tipo de ofensas, solo se quedaba callado y ya no era tan violento.

—Pues no sé cómo le vayas a hacer Popee, pero de alguna manera tienes que describir las características de tu proyecto— Dijo finalmente la ojiverde.

—Agh, ya lo se— Contestó el ojiazul.

—Pues, yo sé sobre ese proyecto, talvez si quieres, podría ayudarte— Dijiste algo insegura, pues probablemente te rechazaría.

—Pues creo que no tengo otra elección. Bien, acepto tu ayuda— Dijo el de coletas desviando la mirada.

—Me alegra bastante que se empiecen a llevar bien— Expresó contenta la peliplata.

—¡PARA NADA!— Gritaron irritados tú y el rubio. La ojiverde solo río.

—Bueno— Te acercaste al chico. —Podrías empezar con...— Y así, es como empezaste a ayudar al ojiazul con su diálogo, al mismo tiempo que le explicabas el mecanismo de su trabajo y sus características, como funcionaba y que representaba. Pasaron unas dos horas y por fin, su diálogo estaba listo. Este estaba muy contento, ya que había quedado realmente espectacular.

—Yo... gracias— Agradeció, evitando a toda costa el contacto visual. 

—Claro— Contestaste, regresando a tu asiento dónde estabas anteriormente. 

Se hizo de noche y era hora de dormir.

—T/N ¿Qué te parece si te quedas a dormir?— Dijo emocionada la ojiverde. —Hermano ¿Puede?— Preguntó a el mencionado. Este ante la tremenda ternura, no pudo negarse y accedió al igual que tú.

Recogieron sus cosas de la mesa, las guardaron en su mochila y se dirigieron a su alcoba. Marifa te llevó a la suya y Popee se fue a la de él.

Cuando ingresaron a la pieza de la ojiverde, está te ofreció una pijama para que la usarás para dormir, te la pusiste y se sentaron en la alfombra, listas para platicar un rato.

—¿Qué te parece jugar verdad o reto?— Propuso la chica.

—Esta bien ¿Quién empieza?

—¡Yo! ¿Verdad o reto T/N?

—Verdad, supongo.

—Okey— Está se acercó a ti y en tono bajo te preguntó.  —¿Qué sientes al estar con Keita?

—¿¡Que?! ¿A qué te refieres?— Te sorprendiste un poco por la pregunta.

—Pues le dije a Tōru que el día de hoy que no fui a clase, te viera para ver cómo estabas y si mi hermano no te estaba molestando y lo que me dijo, es que mayormente, estabas junto con Keda, así que eso me dejó con algunas dudas— Dijo burlesca.

—Marifa, ya te he dicho que solo somos buenos amigos.

—Aja, claro.

—Ay ya Marifa ¿Verdad o reto?

—Verdad.

—¿Ya tuvieron relaciones tú y Tōru?— Preguntaste un poco intrigada. 

—Aún no.

—¡¿Que?! ¿Cómo que "aun no"? entonces ¿Lo piensan hacer? ¿Cuando?

—Lo seguimos pensando, pero lo mejor será que todo sea a su tiempo. 

Continuaron por algunos minutos hablando y jugando, hasta que decidieron descansar.

Los siguientes días siguieron realmente muy normales, continuaron todos con sus trabajos, ustedes con sus pinturas, el rubio con su maqueta en la cual lo seguías auxiliando, quien por cierto cada vez que lo ayudabas te pagaba, pero su relación no pasaba de lo profesional, eran enemigos, no podían ser lo contrario, la única razón de que llevarán la fiesta en paz, era la peliplata y el hecho de que si el volvía a molestarte, el pelimorado le daría un buen escarmiento.

Un día antes de la exposición, tú y Marifa estaban muy ocupadas en sus trabajos, hasta que está decidió decirte algo muy importante.

—T/N, tengo algo que decirte.

—Si, dime Mari.

—Mañana aparte de la presentación, será mi cumpleaños.

—¡Oh por dios, felicidades Marifa!

—¡Gracias! Y mira, estoy pensando en hacer una fiesta aquí en mi casa, así que me gustaría que me ayudaras, claro, si tienes tiempo. 

—Si, por supuesto.

—Gracias de nuevo. Terminemos nuestros trabajos y vayamos a una tienda donde vendan cosas para fiesta ¿Si?

—Vale.

Continuaron emocionadas y en cuanto terminaron, tomaron dinero y salieron, solo que el ojiazul los detuvo.

—¿A dónde vas Marifa?— Preguntó.

–Vamos a una tienda de materias primas, mañana es mi cumpleaños, por si no lo recuerdas, y quiero hacer una fiesta.

—Oh, está bien, nos vemos, vuelve pronto. Mierda... no recordaba que mañana es su cumpleaños— Esto ultimo lo dijo en voz baja. 

—Ya volvemos— Dijo la ojiverde saliendo contigo de la casa.

—¿Qué debería de regalarle?— Se preguntaba el rubio pensado en que le gusta a su hermana para ver qué darle. 

𝐄𝐒𝐂𝐎𝐑𝐈𝐀 ©Where stories live. Discover now