⚠ Cap. 29┆Spicy

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Mientras tanto tú y la peliplata caminaron hacia una tienda de materias primas, donde ingresaron y buscaron cuales cosas eran las más llamativas para que la fiesta fuera realmente divertida. A la par que tomaban las cosas, jugaban con ellas, estar en ese establecimiento fue muy divertido. Finalmente pagaron por lo que necesitaban que vendrían siendo globos, serpentinas, sombreros y todo tipo de accesorios, entre otras cosas.

Salieron del lugar y mientras caminaban al domicilio de la ojiverde, esta se desvió repentinamente.

—¿Marifa? el camino a tu casa es por allá— Dijiste señalando una calle que se encontraba al oeste.

—T/N, a veces cuando eres adolescente necesitas probar cosas nuevas ¿Sabes?— Dijo la peliplata sin dejar de caminar a la dirección contraria de donde apuntaste.

—¿A que viene todo eso?— Preguntaste extrañada.

—A que no solo habrá pastel y baile en mi fiesta. 

—Marifa... ¿No estarás hablando de...? 

—Si.

—Pero somos menores de edad ¿Dónde se supone que conseguiremos alcohol? aparte, no creo estar preparada para eso.... aún. 

—Es justamente a dónde vamos. No te preocupes, no sabe tan mal.

—¿Me estas queriendo decir que has tomado? 

—¿Qué acaso tú no?

—Yo- olvídalo. 

Caminaron unas cuantas cuadras, hasta que llegaron a una residencia que nunca antes habías visto. Tocaron y una joven que denotaba mayor edad que ustedes las invitó a pasar. Había un parecido muy evidente entre la ojiverde y esta peculiar chica, así que supusiste que se trataba de alguna prima. 

—¡Hola Mari! ¿Qué te trae por aquí?— Saludó la chica, muy alegre por la visita.

—Hola, pues... como sabes mañana es mi cumpleaños y quería ver si me podrías auxiliar en llevar diversión a mi fiesta... Tu sabes a qué me refiero.

—Por supuesto que lo sé ¿Cómo que buscas? 

Dicho aquello la peliplata empezó a especificar mas detalladamente que le gustaría que hubiera. Abriste tus ojos como platos y la miraste incrédula ¿Realmente está joven de apariencia inocente estaba solicitando todo ello?

—Bien, entonces nos vemos allá mañana— Chocaron sus manos en signo de despedida.

 Salieron de la residencia y regresaron al camino que llevaba al hogar de la ojiverde.

—Marifa ¿Estás segura de que es buena idea?— Preguntaste mortificada.

—Estoy consciente de lo que hago, tranquila, todo va a salir bien— Contestó para tu sorpresa muy calmada.

Unos minutos después finalmente llegaron a casa. 

—¡Popee! ¡Llegamos!— Gritó la de hebras plateadas, sin embargo no recibió respuesta. —Talvez salió.

Estaba en lo correcto. El rubio fue a ver a sus amigos para preguntarles qué sería lo mejor para regalarle a su hermana. Mientras seguía planeando que comprarle entre varias ideas, Tōru decidió que era el momento de decirle al de coletas sobre su relación con la ojiverde.

—Popee. 

—¿Qué ocurre Tōru? ¿Tienes alguna propuesta?

—No es eso, yo... Quería decirte algo.

𝐄𝐒𝐂𝐎𝐑𝐈𝐀 ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang