🎄Prólogo.🎄

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Hola a todos los amantes del Wonderbat. Ya se siente la Navidad y que mejor forma que celebrarla que con una historia de Batman y Wonder Woman en Navidad. En esta historia no tendrán superpoderes pero espero calcar bien más o menos sus personalidades en esta historia. No creo que sea muy larga pero ya se verá. 

Así que coger vuestras palomitas, poner a Mariah Carey o a Michael Bublé y disfrutad de esta historia.

***

— Te lo prometo Donna, estaré allí — Respondió por el teléfono Diana empaquetando las últimas cosas en su maleta. Volvía a Washington DC esas Navidades para pasarlas con su hermana pequeña. Había pasado las últimas semanas en Nueva York desde que el director del museo en el que trabajaba le había pedido que revisara una pieza histórica en un museo de la gran manzana. 

— Eso espero Diana, te quiero, disfruta del viaje — Colgó su hermana el teléfono. Diana se lo guardó en el bolso, se puso lo guantes, el gorro y la bufanda y se miró al espejo. 

Tenía una sonrisa en su rostro y su cabello azabache caía sobre sus hombros, con un último vistazo agarró la maleta y salió de la habitación del hotel en el que se hospedaba. Bajó las escaleras cargando con su pesada maleta hasta llegar a la recepción del hotel. Estaba llena de guirnaldas, luces de colores y árboles navideños por todas partes. Dándole un toque mágico y especial a la recepción del hotel. Sonaban canciones de Navidad por los altavoces. 

Oyendo a Wham y su Last Christmas se acercó al mostrador para hacer el check out y marcharse de allí. Mientras que el recepcionista rellenaba la factura y demás, Diana observaba como caía la blanca nieve sombre las calles abarrotadas de gente con bolsas de últimas compras. 

— No para de nevar — Dijo Diana mientras firmaba e introducía el pin de la tarjeta. 

— Y que lo digas, que tenga un buen viaje — Se despidió el recepcionista mientras que Diana salía del hotel. El frío característico del invierno le dio en la cara, con su maleta en mano esperó a que pasase un taxi para montarse. 

Una vez dentro, por la radio sonaba Mariah Carey y su canción de Navidad que todo el mundo conoce. Con unas pocas indicaciones el taxi se puso en marcha y Diana estaba yendo hacia el aeropuerto, con una sonrisa en el rostro. Había comprado un montón de cosas para todos sus familiares y amigos de Washington. 

La Navidad le encantaba era un momento mágico de amor y amistad por todas partes, positividad y cariño allá a donde se fuera. 

— Hemos llegado — Comunicó el taxista, Diana le pagó y se bajó del vehículo para encontrarse con el gran edificio del aeropuerto. Copos de nieve cayéndole sobre el gorro y la bufanda. Vaho saliendo de entre sus labios. 

Se adentró en el edificio con decisión y se fue directa a la zona de las maletas. Allí tuvo que esperar una larga cola de casi una hora para facturar su maleta. Una vez hecho y con billete en mano y su bolso se fue hacia el control de seguridad, no era la primera vez que viajaba y se sabía  el protocolo de memoria. 

El aeropuerto tenía un montón de árboles navideños por todas partes y algunas personas que trabajaban allí llevaban gorritos de Papá Noel. Diana se preguntó si les obligaban a llevarlos desde que se acabase Halloween solo en Diciembre. 

Llegó al control y dejó todas sus cosas en la bandeja incluyendo sus botas oscuras y cinturón para que la dejasen pasar. Mostrando su billete pasó por el detector y esperó a que sus pertenencias pasasen por la máquina de rayos X. 

Llegó a la zona de salida, llena de tiendas a rebosar de personas y pequeñas cafeterías de franquicias para descansar y tomar algo mientras que se esperaba al embarque en los aviones. Diana se sentó en una de las sillas de la zona de espera y sacó un libro del bolso para ponerse a leer. 

🎄🎄

Bruce se abotonó la camisa blanca y se pasó la chaqueta por encima, abrochándose los puños y echándose colonia antes de guardarla en el neceser de viaje. Dobló y guardó su pijama en la maleta y cerró la cremallera para marcharse. 

Se puso el abrigo de la colección de invierno y los guantes forrados por dentro de un cálido material y por fuera de cuero. Agarró el asa de la maleta y salió de la suite en la que había pasado una semana, quedaba menos de dos semanas para Navidad. Tenía ganas de ver a su hijo Damian. Este año le tocaba a él pasar las Navidades con él, ya que el anterior las pasó con su madre Talia en Asia. 

Bajó a la recepción iluminada por las fechas y se acercó al mostrador. Era el hotel más lujoso de toda Nueva York, era para ser sinceros el mismo hotel en el que se había grabado Home Alone. 

— Señor Wayne, esperamos que vuelva pronto — Dijo la recepcionista cuando todo estuvo pagado y listo para que se marchase. Bruce Wayne sonrió con su sonrisa resplandeciente y conocida por todos aquellos que leyesen el Gotham Gazette y el Daily Planet donde solía ser portada el hombre conocido por ser el jefe de Wayne Enterprise. 

— Ha sido un placer hospedarse aquí — Respondió marchándose de la recepción donde le esperaba una limusina negra en la cual se montó cuando el chofer guardó su equipaje en el maletero. 

Leyó mientras iban hacia el aeropuerto el periódico en el que aparecían fotos de la fiesta de hacía poco, a la cual había asistido, de su amigo el genio, millonario, playboy y filántropo, Tony Stark. 

Una vez que llegaron, al aeropuerto, el chofer le ayudó a bajar sus maletas y se adentró en el edificio. Solo tuvo que pasar por seguridad y aparecer en la zona de espera para embarcar ya que él tenía un avión propio que estaban preparando en el hangar que tenía alquilado. Pronto le llamarían para irse por la zona de los jet privados y salir de allí para poner rumbo a Gotham. 

Se sentó en una cafetería, terminando de leer el periódico mientras que se bebía un café. Observando el barullo de la gente según hablaban, caminaban, corrían y compraban en la zona de embarque. 

Entre tanto barullo aún así se pudo oír el sonido de los altavoces del aeropuerto. Era un sonido peculiar que no había sonado antes. La gente se detuvo para escuchar lo que tenían que decir la gente del aeropuerto. 

 — Todo vuelo queda suspendido hasta nuevo aviso por las fuertes tormentas — Una vez que la voz repitió en varios idiomas el mensaje, la gente montó en pánico corriendo hacia los puestos de información. 

Voces, gritos y pasos acelerados por todos lados. El ajetreo volviéndose más y más potente en el aeropuerto. Bruce con toda la calma que tenía agarró el teléfono y marcó el número del piloto que llevaría el jet ese día. 

— Hal, ¿Cuál es el problema? ¿No salimos? — Preguntó una vez que el piloto hubo cogido el teléfono. Podía oír la otra parte línea tan llena de ruido como en su lado. 

— Lo siento Bruce, pero no nos dejan salir — Contestó el piloto de aviones Hal Jordan. 

— ¿Sabes cuando podremos volar? — Inquirió Bruce, esperaba que todo esto se solucionara pronto para volver a su casa. Se arrepentía de haberse marchado en aquel momento.

— No, Bruce, te llamaré cuando sepa algo — Con esto Hal colgó la llamada. Bruce suspiró arrepentido y frustrado. ¿Y si no llegaba a casa por Navidad? 



Atrapados por Navidad. Wonderbat AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora