004: Locos Everywhere

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Las horas pasaban, de tanto esperar me quedé dormida en aquella celda fría, por suerte había una cama con sábanas para poder taparme, una de mis imperfecciones que siempre me persigue es que soy sensible al frío, mi cuerpo se congela más rápido qu...

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Las horas pasaban, de tanto esperar me quedé dormida en aquella celda fría, por suerte había una cama con sábanas para poder taparme, una de mis imperfecciones que siempre me persigue es que soy sensible al frío, mi cuerpo se congela más rápido que el de los demás.
Recuerdo que en invierno siempre estaba engripada, tenía que vestirme con mil abrigos y pasar en cama con el calentador, tomándome deliciosas tazas de café.

Ah extrañaba mi café de las mañanas, también mis tostadas con palta y banana, o mi infaltable tazón de avena con nueces. Sin dudas extraño mis desayunos, Zack era quien me lo hacía sin falta cada mañana, jamás le pedí que lo hiciera porque me daba pena aprovecharme de mi mejor amigo, pero según él era un favor muy pequeño que se sentía cómodo al hacerlo.

Tan lindo mi Zacky.

—¿Sigue dormida? –Oí una voz fuera de mi celda.

Hace 10 minutos que me había despertado, pero no quería levantarme, estaba tan perdida en mis pensamientos que simplemente me quedé ahí.
Estaba por levantarme cuando la celda fue abierta, por ahí vi entrar a Rick con su arma apuntandome.

Bien, que bonita forma de despertar.

—Sabes una vez vi una porno que comenzaba así –Murmure, él me miró molesto como de costumbre.

—No es momento de bromas, sal ahora mismo de la cama –Exijio aún con esa bella pistola en mi rostro.

Sin decir más, salí de esta caminando fuera de la celda, ahí nuevamente estaban todos observandome, también habían dos nuevas personas que seguramente sea la pareja que fue secuestrada, el perro rastreador no lo vi por ningún lado, pero le reste importancia.
Me llevó hacia la otra sala, donde estaba el grupo que el mini jefe había encontrado horas atrás.

—Bueno, si esto será un genocidio, quisiera decir mis últimas palabras, primero que nada yo –Como era de esperar Rick me interrumpió.

—¿Nunca te callas?

—Sí, cuando duermo –Me cruce de brazos.

Seguido de eso me ignoraron porque el que parecía estar a cargo del grupo rescatado le habló a Rick, este le suplicaba que los dejarán quedarse, que ellos cooperarán con lo que sea necesario.
Rick habló con el anciano sobre darles una oportunidad, pero el hombre de intensos ojos azules sólo quería golpear a todo el mundo y mandarlos a la mierda.

Pero de un momento a otro se le safo un tornillo, comenzó a gritarle a algo invisible o... ¿Rick ve fantasmas? Fantástico, ahora me da el doble de miedo quedarme aquí.

—¡Largo de aquí! –Gritó histérico.

Bueno, no sabía si me lo decía a mi también pero por las dudas me fui corriendo junto al grupo, como gallinas aterradas salimos disparadas fuera de la prisión.

(...)

Me encontraba caminando lejos del grupo, estos iban pensando que hacer con sus vidas, la verdad me daban un poco de lástima así que decidí que sería lo mejor llevarlos a Woodbury y que tuvieran una segunda oportunidad de seguir viviendo.

—Eh... Escuchen –Hablé llamando su atención– hay una comunidad que seguramente les dé la bienvenida, yo vivo ahí si quieren puedo llevarlos –Sugerí.

—¿Segura que nos aceptarán ahí? –Preguntó la única chica del grupo.

—Sí, siempre están aceptando gente, además si llegan conmigo los dejarán pasar –Aseguré.

Tengo que volver por mi familia, tan solo espero que Tom no me haga nada por haberlo traicionado, si fuera así el caso tendré que dejarlo atrás y huir con mamá, yo ahí no podía continuar.

(...)

Martínez nos dio la bienvenida a Woodbury, a lo lejos vi a Tom correr hacia mi dirección, creí que me iba a devolver el golpe pero me recibió con un fuerte abrazo, no me había dado cuenta que estaba conteniendo la respiración hasta que él me abrazo, pude respirar mejor una vez que se lo devolví.

Ambos nos observamos a los ojos, en ellos se veía la preocupación y la confusión, sabía que le debía una gran explicación de mi huida y de dónde había estado todo este tiempo. Iba a hablar cuando negó con la cabeza, tomó mi mano y me llevó corriendo hasta la casa donde nos quedábamos.

No entendía que estaba sucediendo, estábamos corriendo hasta la habitación de mamá, algo dentro de mi me decía que algo malo había pasado con nuestra progenitora, y fue así.
Allí estaba mamá, postrada en la cama con una gran herida en el hombro, solté un enorme sollozo antes de correr hacía ella.

—Mamá, ¿qué pasó?

—Estoy bien linda, es solo un rasguño, pero dime ¿estas bien? ¿Dónde estabas? Tom estaba muy preocupado por ti –Dijo ella acariciando mi cabello, su voz era tan áspera y detonaba dolor.

Limpié mis lágrimas. —Estoy bien mamá, luego te cuento lo que pasó, mejor tú dime como llegaste a estar así –Lo mejor era evadir el tema de la prisión por ahora.

—Unos terroristas nos atacaron, mataron a varías personas y una de las balas pérdidas impacto en mi hombro, por suerte salió del otro lado y dentro de nada estaré mejor –Me sonrió.

Las sonrisas de mamá eran las mejores, siempre te hacían sentir mejor.
Bese su frente antes de irme para dejarla descansar, y así hablar con Tom y saber que pasaba realmente.
Una vez fuera de la habitación, este me arrastró hasta la sala de la casa, me miraba enojado y era obvio, en su rostro se veía un gran corte que seguramente fue consecuencia de mi patada.

—Tommy... —Me interrumpió.

—No necesito explicaciones, Scar, al que debes dárselas es al Gobernador, no a mí –Lo miré ahora yo sintiendo mi sangre hervir.

—Creo que te merecías la patada en la cara –Gruñi, él se cruzó de brazos– no me voy a disculpar y menos darles explicaciones a un idiota como ese tipo, no entiendo porque le tienes una fe tan ciega, luego de ver todo lo que ha hecho y vos seguís ahí, detrás de él como su perrita –Escupi sin aguantar más a decir la verdad.

Lo siguiente que pasó no me lo esperaba, me golpeó el rostro, no me quede atrás y se lo devolví en el mismo lugar donde tenía la herida de la patada, él gimió del dolor.
Iba a escapar, tenía todas las intenciones de irme de allí y dejar atrás este maldito lugar, pero al ver a mi pequeño hermano quejarse del dolor por mi culpa, no pude evitarlo, me mordí el labio inferior pensando.

Me quedaré aquí solo por Tom y mamá, se que mi hermano puede cambiar y yo voy a hacer lo posible para que eso suceda.

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the unnatural | daryl dixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora