Las aventuras de Nahoya y Ran, cuidando a sus pequeños hermanos menores.
Ran x Nahoya
Rindou x Souya
* La imagen de la portada no es de mi autoría, créditos a su respectivo autor.
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Nahoya miraba sumamente interesado la nueva sección de dulces que la confitería que visitaba junto a Mikey había sacado en esta nueva temporada.
— ¿Estás cómodo Sou?—. Preguntó Nahoya mirando hacia abajo sin recibir ninguna respuesta. Souya aún se encontraba profundamente dormido, lo que alegraba mucho a Nahoya.
Cinco días después de ir al zoológico con Ran y Rindou, Souya empezó a tener fiebre y escurrimiento nasal. Nahoya se había preocupado mucho por su hermano, aunque no era la primera vez que Souya tenía gripe, Nahoya no podía dejar de preocuparse por su hermanito menor.
El doctor le recetó algunos medicamentos, y Nahoya y sus padres lo cuidaron por los siguientes días. Hoy ya se encontraba mucho mejor, seguía teniendo un poco de escurrimiento nasal y en ocasiones se mostraba un poco irritable cuando se despertaba (excepto con Nahoya, claro), pero fuera de eso, casi se encontraba curado.
Por ese motivo, y después de recibir una llamada entusiasmada de Mikey diciéndole que había una sección de dulces nuevos en su confitería favorita, decidió que sería buen momento de salir con Souya para tomar algo de aire fresco y visitar el centro comercial donde se encontraba la confitería.
Ahora Souya se encontraba cubierto con una sábana afelpada de conejitos en la cangurera mientras apoyaba su cabecita en el pecho de Nahoya, escuchando el sonido de su corazón latir.
Nunca había sido capaz de armar la carreola de su hermano sin sufrir por lo menos 10 ataques de frustración y quedar en ridículo frente a todas las personas a su alrededor. Por ello prefería andar con Souya en la cangurera, además de que sentía que su hermano menor se encontraba más protegido porque se encontraba junto a él.
— ¡Este es nuevo!—. Nahoya miró emocionado unos dulces de fresa que prometían ser super deliciosos. Tomo dos paquetes de esos y los hecho a la canasta que llevaba. Vio otros nuevos dulces que llamaron su atención.— Le llevaré estos a Rin, y uno de estos a Ran, aunque no le gusta tanto lo dulce.
Siguió agregando algunas cajas de los nuevos dulces a la pequeña canasta que llevaba en sus manos, hasta que una voz conocido lo llamó.
— Hola Nahoya, no creí encontrarte por aquí.
Muto, un chico que conoció gracias a la pandilla que había formado Mikey hace algún tiempo, la Tokyo Manji. Nahoya se unió antes de que su hermano naciera, pero está fue disuelta un año después de su fundación. Manjiro había sido fuertemente regañado por su abuelo y por su hermano Shinichiro por formar una pandilla, por lo que decidió que lo mejor sería disolverla antes de meterse en más problemas.
El alto chico miraba a Nahoya, con la misma mirada seria que siempre tenía. Aunque Nahoya suponía que estaba feliz de encontrarse con un viejo amigo.
— Hola Muto, tiempo sin verte—. Contestó el pelinaranja con su típica sonrisa mirando hacia Muto.
— Así que este es tu hermano—. Muto miraba con un deje de interés el pequeño bultito que traía Nahoya en su pecho.
