Terminé De Romperme

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Hace días que no duermo, llevo meses que no tengo un buen sueño, la cama es un sitio para llorar más que para dormir, mis noches están llenas de dudas y arrepentimientos, mis días se repiten en una monotonía en la cuál no logro alcanzar ninguna clase de alegría.

Todos mis planes se derrumbaron y al pesar de intentar nuevos solo veo como uno a uno nuevamente fracasaron, aguanto las lágrimas todo el día y por la noche al cerrar mi puerta el dolor se rebosa, ya no puedo ni si quiera estar sin la vista borrosa, las lágrimas siempre están ahí, siempre quieren salir.

Y me repito que en un futuro todo esto será mentira, así vivo cada día esperando encontrar alguna salida, alguna vía, alguna esperanza, ya me cansé de engañarme a mi mismo y ya dejé de creerme, ya no puedo pensar en que las cosas van a mejorar, ya no puedo seguir sin dudar de todo, tengo más inseguridades que opciones, los días pasan siempre igual pero mi miedo constante de que lo poco que me queda desaparezca es una idea que tortura mi mente y trato de buscar un escape, una solución o incluso ayuda...

Estoy completamente solo, hay quienes me hablan pero solamente es eso, no puedo contar con nadie, la gente me cree perdido en medio del mar de la vida, pero en verdad estoy hundiéndome y el aire se me agota, lentamente y sin solución, desesperado busco flotar, nadar, subir, cualquier cosa, pero es como si cada esfuerzo que hago me hundiera más.

Los ojos me arden, la cabeza me duele, estoy mareado, nunca quiero comer y no me agrada ninguna clase de ruido.

Me sentí devastado cuando mis canciones favoritas no hacían más que molestarme, no quería esos molestos ruidos que alguna vez tanto disfruté. Cuando perdí mis sueños y cada noche era una pesadilla empecé a perder la poca tranquilidad que me quedaba, ahora tengo alguna clase de miedo a dormir y mi cuerpo no me deja dormir por más cansado que esté, a lo largo de una semana duermo menos de 10 horas y cada mañana el sol lastima más mi vista. He comido sin tener hambre durante mucho tiempo, ya no sé cuando tengo hambre ni cuando estoy lleno, simplemente es una costumbre de mi cuerpo el comer el almuerzo y la cena. Tengo dolores de pecho que realmente me preocupan, tengo ticks nerviosos a todas horas, tengo calambres en el cuello que me asfixian, a veces pierdo el equilibrio, me tiemblan las manos, me duelen las piernas, mi pulso se acelera a niveles demasiado altos sin ninguna razón, constantemente me siento abatido y al pesar de que quiero intentar hacer algo, cada vez mi mente me dice más fuerte que ya no me esfuerce.

Todo mi cuerpo ya me pide rendirme, mi mente me tortura a cada momento que pare ya con todo esto, mis pesadillas a veces son un mejor lugar que éste y no hay nada, realmente nada que logre distraerme, que logre hacerme pensar en otra cosa, no hay nada que pueda hacer para liberarme al menos un momento.

Ya no sé si mi enemigo es mi mente, si es el mundo, si soy yo, o si es aquel ser al que algunos adoran sin saber si es real o no.

No se cuanto más deba sufrir, no sé cuanto más pueda soportarlo, pero mi cordura realmente se ha roto ya y a tal punto que aunque mi vida se convirtiera en perfección de pronto, mi mente ya no me dejaría disfrutarlo, entre lágrimas me doy cuenta de que ya no soy capaz de disfrutar el mundo aún en el mejor de los escenarios, he decaído a un punto sin retorno en el cuál mi mente y mi cordura ya no funcionan correctamente, ya no puedo tener ideas claras.

Y sigo repitiendo que si ya estoy en lo más bajo, las cosas ya no pueden empeorar y que en algún momento deberan de mejorar, pero la vida es capaz de sorprenderme y empeorar más allá de la imaginación, lo más surrealista, lo más desafortunado, lo más insólito que se pueda imaginar, no es rival para lo que la vida es capaz de hacer, porque en cuanto a crueldad, tortura y frialdad... Sin duda alguna he aprendido que cada día que pasa, la vida aprende peores métodos para aniquilar de manera tortuosa y sin ningún escrutinio ni piedad todo aquel sentimiento de esperanza que pueda quedar dentro de aquellos que desesperadamente buscan un rayo de luz en sus vidas.

Rezar no tiene sentido, la fé nunca dió una respuesta ni solución. Esforzarse es en vano, ningún esfuerzo por más colosal que sea rindió frutos. Pedir ayuda no sirve, nadie nunca respondió a los desesperados llamados que clamaban por una salida.

Así, toda esperanza se perdió, así la desesperación se acumuló y se convirtió en agonía, la verdadera agonía que te hace pensar mal, que te hace creer que aquellas ideas negativas las cuales osan con amenazar tu propia existencia pueden llegar a ser una solución viable, así si es la esperanza lo último que se pierde, nunca querrías saber que es lo que hay más allá de ese punto en el que ya no hay nada que pueda salvarte. Nunca querrías saber lo que mi mente me ha hecho pensar en tantas ocasiones que me siento aterrado de mis pensamientos, miedo real, miedo completamente genuino y fuertemente arraigado a aquellas ideas que brotan de mis pensamientos de una manera tan diferente al resto, que siento que mis pensamientos son desconocidos para mí, desconozco mi propia mente y lo que es capaz de hacer, pero lo que me ha dejado ver, me ha dado motivos de sobra para considerar que debo apagar mis pensamientos... Digo, es imposible dejar de oír esa voz que resuena en mi cabeza, así que solo habría una opción para poder apagar aquel molesto ruido...

No quiero llegar a eso.

Tengo miedo.

Proyecciones de la menteWhere stories live. Discover now