Culpa Falsa

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Los sentimientos son una de las cosas más fascinantes de los humanos, siempre impredecibles, siempre inciertos, siempre enigma.

Las buenas emociones existen para absorber a las malas.
La felicidad, amor, esperanza, y muchas otras, son bolsas que creamos para depositar en ellas todo lo malo.

Cuando estamos enojados, un poco de felicidad absorbe ese enojo, la soledad es absorbida por el amor, la depresión por la esperanza, cada emoción tiene una función para estabilizar nuestro ser.

Pero esto solo funciona para una sola persona, ya que nadie puede absorber el dolor de otra persona, nadie puede darle amor a alguien por quien no siente nada, nadie puede desaparecer la depresión de otra persona, a veces somos capaces de ayudar a los demás a equilibrar sus sentimientos, sus emociones, pero cuando no encontramos la manera de lograr dicho cometido, una sensación negativa surge en nosotros.

"Culpa"

Pero... Está culpa no es como la que normalmente sentimos, es una sensación de querer arreglar algo que ni si quiera hemos provocado, esta falsa culpa se elimina con satisfacción, pero una satisfacción muy específica. La satisfacción de saber que el problema de la otra persona se soluciona, pero que pasa cuando la situación se complica más y nosotros somos la causa de ese problema, más sin embargo no tenemos la culpa.

Un ejemplo común es el amor no correspondido, por alguna razón somos los causantes de ese amor, pero no tenemos la culpa de haber hecho que la otra persona se enamorara, sin embargo no podemos hacer nada, ya que el sentimiento no es mutuo, no existe amor de nuestra parte hacia la otra persona, entonces no hay nada que podamos hacer para ayudar a arreglar el problema, y es entonces cuando nace la falsa culpa, esa sensación similar a la impotencia y a la decepción que sentimos hacia nosotros mismos, el desánimo de no saber que poder hacer.

Tan comparable con la culpa, nos ataca desde lo más profundo de nuestra conciencia, sentimos la obligación de tener que hacer algo...
Pero no es así, no tenemos nada de culpa, no existe un problema para nosotros, sin embargo esa sensación persiste y continua ahí... Siendo su solución alternativa el olvido, pero no es fácil olvidar algo que para alguien más es importante, mucho menos si por alguna razón existe algo que te recuerde todos los días el asunto.

La culpa nos corroe desde adentro y muchas veces terminamos cediendo ante la presión de nuestra propia conciencia y terminamos cometiendo un error el cual lastima a la otra persona.

Y esta vez...
Si es nuestra culpa.

Proyecciones de la menteWhere stories live. Discover now