MakenaMientras sigas viva, siempre tendrás una segunda oportunidad
Cuando me acostumbré a observarte de refilón al llegar, me tracé un objetivo: el de hacer que te fijaras en mí. No pretendía conseguir solo una atracción colisionadora y radical, sino que esa fijación no desapareciera nunca. Mi objetivo siempre fue engancharte a mí para que no pensaras soltarme. Pero acabé aburriéndote, porque no significó lo mismo para ti. Pensé que no fui suficiente, que no daba la talla.
Buscaba enamorarte justo como yo lo estaba de ti, quería ser la culpable de que te lo sobrepensaras todo, que tu voz temblara, que te vieras en la incapacidad de bajar la mirada cuando me tenías enfrente. No quería ser una más, o que me clasificaras como el típico prototipo de adolescente enamorada. Aún con el paso de los días, aún cuando tal vez ni siquiera haya significado algo para ti, o lo que vivimos te parezca algo pasajero y momentáneo, yo sí te quise, tanto que me perdí a mí misma mientras intentaba alcanzarte.
Y ahora yo me pregunto ¿Por qué? ¿Qué faltó? ¿Qué no te di?
Me niego a pensar así, pero en el fondo aún está latiendo esa idea, esa profunda, masoquista y constante, que me asegura que pude arriesgar más, que debí haber hecho más, que era mi culpa, siempre mi culpa. Y mientras esa bestia que dormita dentro de mi siga susurrándome, mientras no pueda dejar de tragar en seco y cerrar los ojos cuando tus recuerdos me envuelvan…mientras que eso se detenga, no tengo oportunidades para comenzar mi vida de cero.
Lo descubrieron…mis amigas me conocían e incluso antes de que yo aceptara la realidad, ellas ya lo habían adivinado. Me llamaron de todo, y no de una forma cruel : quererte implicaba muchos riesgos, quererte estaba mal. Y la verdad es que tenían razón, pero estaba tan ilusionada con la perspectiva de que ser correspondida, que cuando por fin lo fui, automáticamente me segué. Fue imposible ver detrás de los fondos difuminados. Me dejé llevar.
A pesar de que todos decían que estaba mal, que me harías sufrir, que tenerte a ti, tan impredecible e inconstante, dejaría estragos ¿Quién ha logrado silenciar los sentimientos?
¿Acaso tenía remedio? A pesar de que desde el inicio, ya tenía marcado la fecha de caducidad, yo insistí, olvidé pisar los frenos, llegué hasta el límite.
Y las cosas se fueron de control.*****
Iba a ser nuestro segundo viaje, estaba entusiasmada porque en el primero apenas pude hablar con todos. También supongo que aún quedaban algunos problemitas de antiguas peleas y me sentía algo excluida.
Siendo sincera Coco me intimidaba.
Collette me daba terror, porque modestia aparte nunca había tenido problemas al interactuar y conocer personas, pero desde que ella apareció, tan dulce e imperativa, se me dificultó tantísimo.
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ELLOS Y YO
Teen Fiction¿Recuerdas cuando te sentías en constante contradicción, cuando tu mente no te daba descanso? Así es la vida de todos nosotros. Tenemos altos y bajos, nos vamos a equivocar mil veces, tendremos problemas y en ocasiones ni siquiera dependerá de nuest...