Capítulo 11

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El rey de las estupideces...


Peyton

Escuché el golpe seco de la puerta mosquitera sobre el marco justo en el momento en que me disponía a distraer mis turbios pensamientos con una partida del último video juego de mi colección.

Siempre fue más divertido jugar en pareja, invitar a James y compartir una tarde juntos frente al televisor, pero ya aquello no era opción. En momentos como este extrañaba a mi viejo amigo de la infancia, pero el orgullo me impedía hacer la llamada que quizás pudiera limar las asperezas entre nosotros.

Y me auto convencía que después de todo jugar solo no resultaría tan malo.

El golpe fue precedido por un coro de risas femeninas, de ellas identifique dos, la de Zoey y la de mamá. Segundos después me dio el rico olor a pizza recién hecha y decidí que la solitaria partida podia esperar. Me puse de pie y sin cuidado alguno casi corrí hacia la cocina, en el corto trayecto por poco me doy de bruces con la persona que menos esperaba ver allí; Deandre.

Aunque siendo sinceros no debería de resultarme tan sorpresivo encontrarme con el pelirrojo en pleno pasillo hacia el comedor, mi hermana Zoey había desarrollado un fuerte vínculo con el chico desde que volvieron a encontrarse. En aquellos días si fuera por Zoey no dudaría en pedirle a Deandre que viviera junto a todos nosotros, como uno más de la familia.

Aquella idea me parecía espantosa, pero por momentos, una con varias posibilidades.

Me di cuenta que Deandre no se esperaba que yo saliera de la nada. Su mirada se encontró con la mía unos segundos antes de echar dos pasos atrás sin fijarse. Aquel movimiento hizo que por muy poco tropezara con Ciara, la otra chica presente amiga de Zoey.

─¡Wooa! ─emitió Ciara y detuvo el ciego avance de Deandre posando una de sus manos sobre la espalda del chico.

Deandre giro rápidamente para quedar de frente a la afroamericana─ Mala mía, Ciara ─dijo. Ciara le palmeo la espalda y se echo a reír en tono juguetón.

─Deandre está un poco desorientado, el pobre no se sentía bien y solo acepto venir porque es un chico responsable que no rompe sus promesas ─comento Zoey en defensa de su amigo─ .Además la culpa la tuvo Peyton que lo asusto al salir así de repente ─añadió mi hermosa hermanita.

Aquella última observación estuvo demás y yo no pude quedarme callado.

─Disculpad su majestad ─emití al tiempo que hacia una burla de reverencia en dirección a Deandre─ .Mi intención no fue asustarle ─añadí en tono extra dramático.

Mientras Ciara no paraba de reír, Deandre solo me miraba con esos ojazos verdes y expresivos que me decían que no le parecía nada gracioso mi actitud.

Lo mire y me encogí de hombros.

Si él supiera lo provocativa que me resultaba su forma de mirarme. Sentía como si él pensara que estaba por encima de mi, que no valía la pena ni siquiera discutir conmigo y aquello por muy absurdo que resultase me picaba.

─Deja de molestar a Deandre, Peyton ─dijo Zoey en tono de censura y me pareció que le hablaba a un niño pequeño.

─Que me lo diga él ─dije en tono retador mirando directo a Deandre, por el repentino silencio me di cuenta de que aquella frase no era algo que se esperaban oír.

Tres pares de ojos me observaron pero el silencio no duró mucho.

─¿Se puede saber que te pasa, Peyton? ─ preguntó mamá en tono molesto mientras giraba para poder mirarme, en su mano derecha sostenía un enorme cuchillo con el que se disponía a separar los pedazos de pizza.

Una tarde de dos... (LGBT+) Actualizaciones semanales 🏳️‍🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora