Capítulo 25

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Deandre



Volver a clases de danza me costó un poco y tuve que echar a un lado la ansiedad que los primeros días experimente especialmente al momento de abandonar la escuela. En las primeras clases a las que asistí después del incidente no permanecí solo luego de finalizar la sección como acostumbraba, sino que salía del plantel con mis compañeros de clase.

A mediados de octubre habían comenzado los ensayos de la coreografía para el baile que la clase presentaría en la actividad navideña. Mi pareja de baile era una chica llamada Brigitte con quien rápidamente hubo química.

Participar en la actividad navideña me hacía mucha ilusión y como siempre cuando de bailar se trataba me dedicaba por completo a perfeccionar mi performance, en este caso nuestro performance. Así fue que en compañía de Brigitte permanecía en el salón de danza después de las clases buscando practicar un poco más, yo me encontraba tranquilo pues no estaba solo y por esos días la incómoda sensación de ser accedido comenzaba a desaparecer.

Charles y Thomas no volvieron a dirigirme la palabra y mucho menos se acercaron a mi. Alexander no habia vuelto a clases y yo esperaba que no volviera. En cuanto a Peyton me gustaba pensar que ya no me afectaba su presencia, al menos no tanto como semanas anteriores.

Y ponía todo de mi parte para continuar ignorando su presencia, realmente pensaba que con cada día que pasaba esa última tarea resultaría más fácil, aunque a veces, en reposo, con la mirada fija en el techo de mi habitación o acariciando el suave pelaje de Masha, una sonrisa bobalicona asomaba a mis labios mientras el recuerdo de sus ojos y de su sonrisa abarcaba mi mente.

Y era allí cuando por un instante aceptaba que me estaba engañando, que a pesar de lo que sucedió en el parque mis sentimientos por Peyton no habían cambiado. Entonces sentía enojo y frustración conmigo mismo.

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—Voy al baño a cambiarme, regreso en minutos —Brigitte tenia cita con un posible empleador y deseaba refrescarse. Me acomodé sobre el suelo con las piernas cruzadas dispuesto a esperar por ella para abandonar la escuela. Mientras tanto, me preguntaba si me llamarían para el puesto en el almacén al que postulé casi dos semanas atrás.

Me hacía mucha ilusión la posibilidad de trabajar y reunir algo de dinero para nuestro próximo viaje a New York además de tener algo de efectivo para las fiestas navideñas. 

De pronto la extraña sensación de ser observado hizo que levantara la vista fijándola en el pequeño vidrio central de la puerta justo a tiempo para notar un celaje de cabellos oscuros. No tarde nada en levantarme y llegar a la puerta, cuando la abrí casi me doy de frente con Brigitte que volvía. Ambos nos sobresaltamos, yo alejándome de la puerta a la vez que soltaba la perilla y ella retirándose de espaldas hacia el pasillo con una de sus manos sobre el pecho.

—¡Puta madre Deandre que susto! —exclamó Brigitte antes de echarse a reír y evitar que la puerta se cerrara por completo para entrar de vuelta al salón—. ¿Qué pasa Deandre? estas pálido —Observo ella mientras yo caminaba para pasar a su lado y levantar la muchila del suelo listo para irme. Brigitte acomodó mejor la suya sobre el hombro sin dejar de mirarme fijamente en espera de mi contestación.

—Me pareció ver a alguien mirándome a través del vidrio de la puerta —dije ahora bastante inseguro de mis dichos. Quizás fue un truco visual y allí no había nadie— . Debo haberme equivocado. 

—No, era Blossom, Peyton creo que se llama, lo vi pasar a mi lado segundos antes de que abrieras la puerta y parecía llevar mucha prisa —Brigitte confirmo mis sospechas, mientras mi corazón daba un vuelco y la sensación de vacío se apoderaba de mi estómago.

Una tarde de dos... (LGBT+) Actualizaciones semanales 🏳️‍🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora