Peyton Blossom era un experto a sus casi dieciocho años cuando de ignorar situaciones difíciles y emociones inquietantes se trataba.
Y para reafirmarse en sus creencias siempre tomaba como ejemplo el triste abandono de su padre cuando este se enamor...
El peso del brazo de Alex alrededor de mi cuello resulto agobiante, mientras nos movilizamos pasillo abajo hacia los casilleros antes de dirigirnos al salón. Elijah se despidió y continuó a la derecha, su casillero estaba separado de los nuestros. Me deshice de Alex y me dispuse a acomodar mi mochila casi vacía dentro del casillero mas Alex parecía no tener interés en su propio casillero y fue a parar a mi lado, mientras colocaba su mano derecha en la parte superior de la puerta del mío. En esa posición pareció echar parte de su cuerpo sobre su lado derecho, mientras buscaba mi atención.
—Hoy hay clases de danza y creo que nuestro amigo Deandre suele quedarse después de finalizada la clase, estaría bien comprobarlo —Fue lo que dijo ladeando la cabeza un poco, sin despegarme los ojos de encima, y cuando pronuncio las palabras "nuestro" y "amigo" junto al nombre de Deandre lo hizo con un tonito de sarcasmo bastante molesto.
Hablaba muy quedamente casi en murmullos, me fije que los demás todavía estaban ocupados en sus cosas.
— ¿No crees que sería la ocasión perfecta para que le aclares las cosas al amigo de tu hermana? Es que detesto como todavía insiste en acercarse a ti —Alex probablemente se refería a lo que sucedió minutos antes en el pasillo, pero yo personalmente no creía que Deandre tropezara conmigo a propósito, de hecho no pensaba decirle nada, con solo empujarlo un poco lejos de mi hubiese sido suficiente más decidí mostrar mi supuesta molestia por la invasión de espacio diciendo una estúpida advertencia, lo cierto era que quería que Alex y los demás me vieran rechazarlo.
Alexander no dejaba de mirarme en espera de mi respuesta. Yo no entendía a cabalidad que era lo que quería de mí.
¿Aclarar las cosas con Deandre? En esos momentos aquella sugerencia era confusa y puedo jurar que no sabia lo que implicaba, lo que Alex quería en realidad. Sinceramente pensaba que lo mejor sería mantenerme en mi lugar y dejar a Deandre en el suyo, pasar de él, aunque cada vez se me hacía más difícil no estar consciente de su presencia.
En aquel momento con Alex tan cerca, retándome con la mirada me sentí presionado. Y me di cuenta de que esa tarde estaría puesto a prueba. Alexander queria saber hasta donde estaba dispuesto a llegar para permanecer en el grupo, también deseaba que le diera veracidad a mis aseveraciones sobre mi heterosexualidad, en ese tiempo yo no entendía que aquello solo me concernía solo a mi, y por último y no menos importante, Alex deseaba que fuera yo el que terminara lo que él comenzó en el baño, humillar a Deandre Mortimer parecía ser esencial para mi amigo.
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La práctica de fútbol se canceló debido al mal tiempo y mis planes eran irme a casa lo más pronto posible. Planeaba escabullirme y evitar a Alex, no pensaba participar en sus dementes planes con Deandre y solo esperaba que al no encontrarme Alex pospusiera las cosas. Con algo más de tiempo me proponía convencerlo de que lo mejor era evitarnos problemas en nuestro último año y que lo más inteligente sería ignorar a Mortimer. Tenía la esperanza de que mi amigo olvidara sus resentimientos hacia Deandre.
Sin embargo, quizás no actué suficientemente rápido o Alex sospechaba que trataría de evadirlo porque me estaba esperando junto con los otros cuando salí de la última clase. Y pronto me vi junto con los demás acechando la salida de Deandre.
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Alex golpeo a Deandre en el hombro derecho y lo sacudió con fuerza, tanta fuerza que lo envió sobre la grama mojada y la tierra hecha fango. Todo se dio tan rápido para mí, pero supuse que mucho más para él.
Cuando Alexander, Charles, Thomas y yo nos acercamos a Deandre era tanta la lluvia en cantidad y densidad que caía, que apenas distinguía al amigo de Zoey quien parecía bailar bajo la cortina de agua, ajeno al avance de nuestro grupo. Deandre no tuvo oportunidad para defenderse del inesperado ataque.
Mientras Thomas y Charles reían con desenfreno, Alex aprovechaba la posición de Deandre en el suelo luego de reiterados e infructuosos esfuerzos por levantarse para colocarle su pie derecho sobre la espalda obligandolo por la presión a mantener su rostro casi hundido en el fango.
Desee lanzarme sobre Alex para obligarlo a quitarse de encima de Deandre y ayudarlo a levantarse. Por instantes fantaseé con agarrarlo de la mano y huir junto a él sin importar lo que pensaran los demás. Ese impulso me agobio de lleno y poco me falto para dejarlo fluir. Atreverme a liberar mis sentimientos y defender no solo a Deandre sino mi verdadera identidad.
—¡¿Qué esperas para hacerle entender que lo mejor que puede hacer es mantenerse lejos de ti?! — Alexander busco hacerse oír entre la bulla. La lluvia, y el viento que se había levantado con fuerza en los últimos minutos, con el frenesí que parecía haberse hecho cargo de toda la situación amenazaban con desorientarme.
Me debatía en lo correcto, en lo que yo deseaba contra lo que quería Alex. Peleaba internamente contra lo que me inculcó papá.
Recordé lo que esperaba mi padre de mí, en mi interior oía su voz burlándose del señor Smith, juzgando su forma de ser, de hablar. Recuerdo cuando lo llamaba amanerado y aseguraba que su estilo de vida era un pecado a los ojos de Dios.
—¿Qué esperas Peyton? ¡Dile, no tengas pena, aclárale lo que sientes! —vociferaba Alex encima de Deandre, dominándolo por la fuerza. Charles y Thomas no dejaban de dar saltos mientras aplaudían y reían eufóricos. Alex miraba a Deandre, luego a mi y yo rogaba porque llegara alguien, cualquiera que tuviese los pantalones para ponerle fin a este abuso.
—¿Por qué dudas Peyton? —Alexander repitió aquella pregunta varias veces con saña mientras Deandre, cubierto de fango hacia esfuerzos por levantarse.
«Son pareja, Peyton. Como tu madre y yo, ¿puedes imaginar algo más desagradable? »
—¡Demuéstrale lo que sientes por personas como él, unos asquerosos desviados! —grito Alex —¡¿O es qué acaso eres GAY?!
Alexander se alejó de Deandre para acercarse a mi como un bólido y golpearme en el pecho con ambas manos. Yo retrocedí y casi perdí el equilibrio.
—¿Es eso Peyton? ¿Eres gay igual que Mortimer? ¿Por eso lo defendiste aquel día en el baño? ¿Por eso no quieres hacerlo entender las cosas ahora? ¿Estas confundido? —Alexander siguió vociferando fuera de si y mi mente se convirtió en un remolino de pensamientos y emociones.
—¡Deja de decir eso! ¡No lo soy, no lo soy, no lo soy!—Aquellas palabras que con voz desgarrada oí repetir la escuche varias veces antes de darme cuenta que era yo quién las gritaba, mientras gesticulaba con las manos frente a Alex y su desafiante mirada.
Alexander cubrió la escasa distancia que nos separaba y con su cara casi pegada a la mia murmuro;
—Entonces demuéstralo —
Gruñendo de rabia e impotencia me abalanze sobre Deandre que apenas había logrado incorporarse un poco. Debía demostrar mi hombría, hacerle ver a Deandre que era un error poner sus ojos en mi porque yo jamás le correspondería y por último, necesitaba convencerme de todo lo anterior.
¿Dos hombres enamorados?
«Eso está muy mal, hijo» decía papá«Dios no está de acuerdo con esa forma de vida, Peyton»
Los dichos de papá cruzaron por mi mente, mientras me llenaba de desprecio por aquella persona que luchaba por deshacerse de mi agarre.
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