Cuando desperté ya estábamos en el Reino Este. Jake se había quedado pegado a mi. Me dijo que tenía pendiente que estando tomada se me ocurriera decirle algo indebido al príncipe Max.
Como siempre pensando muchísimo más que yo.
No podía arruinarlo.
Así que me convenció de dormir el resto del camino para que se me bajara y cuando llegamos estaba sobria, descansada y hambrienta, a pesar de que habíamos desayunado muy bien en el tren.
Ya se había corrido la voz de que habíamos estado en el Reino Oeste, así que no hubo ninguna sorpresa cuando llegamos al Reino Este. No cabe duda que el chisme traspasa fronteras, paredes, muros y hasta Reinos.
Ellos también nos tenían un almuerzo preparado.
El príncipe Max no me había dicho ni una palabra. Tenía exactamente el mismo semblante del día en que mi padre dio la noticia de que nos íbamos a casar.
Aún así nos sentamos juntos para comer después de dar justo el mismo discurso que había dado en el reino anterior. La comida estaba deliciosa o no se si era mi hambre.
Había demasiadas personas que no conocía pero a quien no esperaba ver era a la princesa Abigail del Reino Oeste. La vi conversando con alguien en los pasillos del castillo mientras me llevaban hacia mi habitación. Definitivamente tengo que preguntarle qué hace aquí. ¿Por qué la princesa Elena no me dijo que su hermana estaba aquí?
El Reino Este era un constante otoño eterno. Contaban mayormente con un buen clima todo el año y sus árboles siempre eran naranjosos. Este clima les permitía poder plantar semillas de diferentes frutas y verduras durante gran parte del año, así que no sufrían de nada, aunque había muy mala fama de desviación de recursos por parte del Rey. Bueno, pero eso es otro tema.
Entro a mi cuarto y empiezo acomodar mis maletas mientras cuelgo algunos vestidos que no quiero que se arruguen.
Después de un rato me acuesto en la cama. Quiero que todo esto acabe ya.
¿Dónde está Jake? Quiero estar con él.
Escucho como tocan la puerta.
Hablando del Rey de Roma.
- ¿En dónde estabas? - pregunto mientras la abro.
Sus ojos se conectan a los míos. Se me cae el corazón al piso y estoy segura que me pongo pálida.
- Hablando con el Rey del Reino Este - me dice el príncipe Max
Definitivamente no me esperaba verlo. Mi corazón se acelera.
- ¿Me permites pasar?
- Claro - le respondo no muy convencida mientras me aparto para un lado.
¿Qué hace aquí? ¿Qué quiere? ¿En dónde está Jake? ¿Vienes a decirme más mentiras?
- Quiero hablar contigo
Mi mirada se va al resto de la habitación, no quiero verlo a los ojos, me intimida muchísimo.
- ¿Pasa algo? Te he notado extraña estos últimos días, ¿Estás bien?
Mierda, se dio cuenta. Mierda mierda mierda. ¿Qué hago? ¿Qué le digo?
- Estoy bien, tal vez un poco nerviosa por la boda, pero eso es todo.
Lo noto nada convencido, pero por un instante siento como que elige creerme. Se acerca a mí y quedamos sólo a unos pasos de distancia.
- Ocupó hacerte una pregunta pero necesito que esta vez respondas con la verdad - me dice serio y con el tono grueso.
Está enojado. Tenerlo tan cerca me incomoda.
¿Qué más quieres? Lárgate de mi puto cuarto.
¿Dónde está Jake?
Se acerca a mí y me dice al oído.
- ¿Te estás cogiendo a Narizón?
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Holaaaa!
Un gusto tenerles otra vez por acá<3
Espero estén disfrutando la historia, paso para avisarles que quedan los últimos capítulos!!! Así que no se la pueden perder..
Como siempre, muchísimas gracias por leer! xoxo