Capítulo #3

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Perdón por errores ortográficos.

Pov Emily Prentiss

Salgo de la cafetería intentando mantener mi buen humor, no voy a permitir que un hombre engreído, maleducado y molesto arruine mis vacaciones.

Vago por toda la ciudad hasta que se me hacen las cuatro de la tarde y decidió volver al hotel para prepararme para la noche.

Cuando llegó al hotel me dan ganas de correr hacia fuera nuevamente. Frente a mi habitación con la puerta abierta se encuentra mi madre destilando molestia.

-¡¿Dónde estabas Emily?!-exclama furiosa.

-¡Hola madre, estoy muy bien, tuve un agradable paseo por la ciudad! -le digo.

Eso parece hacer qué se tranquilice. -Lo siento.-me dice y se arregla el traje

-Te he llamado desde las dos de la tarde y ya son las cuatro quince. -me reprende.

-¿Entonces fuiste a explorar?
¿Estabas en una selva o qué? ¿Por qué que no contestabas el celular? -vuelve a reprenderme.

-Porque me quedé si batería mamá. -trato de explicarle, pero me hace callar.

-Excusas y más excusas. Vete a bañar, Emily, que ya es tarde. Y no te tardes una hora, no tomes complejo de pato-murmura mientras entra a la habitación, me rio de su actuar, hay quienes nunca cambian.

-Iré a bañarme, más no prometo no tomar complejo de pato-le digo cerrando la puerta de la habitación.

-¡Emily! -La escucho gritar desde alguna parte de la habitación.
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Exactamente faltando quince para las ocho, madre y yo estamos más que listas.

Bajamos juntas a la sala donde se realiza la gala. Madre empieza a charlar con muchos políticos y empresarios, ejecutivos y abogados de clase alta.

Empiezo a charlar con todo aquel que se me acercara. Lo que al parecer sorprende a madre mucho, dado que sabe que detesto hacerlo, pero qué deteste hacerlo, no significa que no pueda hacerlo.

Llegó la hora de la cena, para mi gran alivio, juro que estoy muriendo de hambre. Pero como la vida es una perra, también llego el momento en que conoceré al amigo de mi madre, al que tanto quería presentarme. Cuando sé que es el momento en que está por llegar, me tomo el trago de mi copa para así poder poner una sonrisa lo suficientemente buena, para que no se vea falsa.

-Emily te presento a mi amigo, el abogado James Harrison- Dijo mi madre con una gran sonrisa.

Mi respiración se vuelve dificultosa. «No puede ser él» Me giro lentamente y lo veo parado junto a madre.

-Le dije que nos volveríamos a ver Señorita Prentiss.-me dice James con una de sus típicas sonrisas arrogantes.

No me queda más remedio que sonreír, para tratar de ocultar mi incomodidad ante esta situación.

-Disculpen, ¿Se conocen?- Pregunto madre mientras nos observa expectantes.

-Sí, Elizabeth, nos conocimos hoy por la mañana en la cafetería, yo estaba de paso y vi a tu hija, la reconocí por la foto de tu oficina y tampoco es como que se pueda olvidar un rostro tan lindo-dice sonriente.

-Eso es increíble, los dejo para que puedan conocerse mejor. Con su permiso -dice educadamente madre antes de escabullirse por ahí y dejarme con este idiota hombre.

-Emily, no sé si tienes hambre, pero yo sí, ¿Gustas ir a cenar? -pregunta extendiéndome su mano, no la tomaría, pero hay varios ojos curiosos, viéndome en espera que la tomé. Tomo su mano, no porque lo quiera, si no por la presión social que tantas miradas provocan. «¿Acaso estas personas no pueden entrometerse en sus propios asuntos?»

Él tomó mi mano gustoso y me guía al lugar donde la cena se está sirviendo.

-¿Puedo darte un cumplido?-dice, lo miro con indiferencia, -¿Desde cuándo pide permiso para dar tu opinión no requerida? -se ríe.

-Desde que una bonita agente se incorporó a mi vida, sabes, ella podría dispararme si alguna vez vuelvo hacer algo sin consultarle-no me causa gracia su chiste. ¿Se habrá enterado de que saque mi arma en la cafetería?

-Se ve espectacular en ese vestido rojo señorita Prentiss. -no le respondo al instante, solo sigo avanzando hacia mi destino maldiciéndome por no investigarlo tras llegar al hotel. De haberlo hecho no estaría en desventaja de información.

-Siempre me veo espectacular, no solo con este vestido-le digo con facilidad, su sonrisa se ensancha y sé con certeza qué me acabo de meter a un juego peligroso. El cual pienso ganar.

Cenamos en absoluta tranquilidad, para suerte, mi madre se sienta a mi lado durante la cena, lo cual hace que mi incomodidad baje un poquito, ya que tengo a alguien de confianza al lado. No me gusta este hombre, algo raro sucede con él.

En un arrebato de confianza, el infeliz de James decide que es buena idea sacarme a bailar. Intento rechazarlo, pero otra vez los metiches que abundan en esta gala nos miran expectante. Así que "por el que dirán" salgo a bailar con el idiota. Me tomo una copa de vino para aliviar el sufrimiento de tenerlo tan cerca.

Después de varias canciones siento que me empieza a dar vueltas la cabeza, así que sé que hasta aquí llegué con el baile.

-Te veo cansada, iré por otra copa para que te refresques. -dice y me deja sola. Mientras James va en busca de otra copa, yo busco a mi mamá con la mirada.

No es necesario seguir buscando, ya que ella me toma el brazo. -¿Te divertiste Emily? -Me pregunta mientras me lleva en dirección a la mesa que tiene agua. -Más o menos, me gusta bailar, más no consideró que James y yo seamos combatibles-le digo con sinceridad.

-Me alegro-dice, aun en mi estado sé que algo no está bien. -¿Qué sucede madre? -le pregunto después de que me pasa agua y antes de empezar a ingerirla.

-Ya me voy a retirar de la fiesta y tú lo harás conmigo. -demanda. No respondió a mi pregunta así qué estoy a punto de repetírsela. Pero ella no me lo permite.

-¿Dónde está James? -pregunta. -Fue por otra copa, la cual ya no tomaré, una más y no podré levantarme. -me rio. Realmente me pasé de copas.

Los ojos de mi madre miran fijamente a alguien, me giro solo para quedar frente a frente con James.

-La copa qué pediste -me entrega y madre me quita la copa.

-Suficiente alcohol por una noche James. Emily necesita estar lista para el largo día de mañana. -le explica mi mamá.

-¿Lista para marcharnos Emily? -no sé qué carajos acaba de suceder, pero asiento.

-¡Buenas noches!-Decimos al unisón a James. -¡Buenas noches! Nos dice él. -un poco desconcertado.

Camino por todo el salón al lado de mi madre, quien va sonriendo y despidiéndose de las personas.

Una vez en el elevador, madre toma mi mano y me dice que la mire.

-Emily prométeme que no vas a relacionarte con James de ninguna manera.

-Nunca más.

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