7.5 Detalle sorpresa

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˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

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─Hyung...

Murmuró su nombre, su mirada dirigiéndose fugazmente hacía él para luego volver a posarla sobre aquella extraña decoración rectangular de dos metros formada con palos de madera y decorada con un montón de flores blancas y pequeños foquitos de luz cálida.

La contempló, con suma seguridad y asombro, Jungkook se acercó aún más y tocó con la yema de los dedos una de las decoraciones, como asegurándose que aquella peculiar decoración fuera 100% real. Como cerciorándose que, en efecto, aquello era una especie de... altar.

Se quedó sin aliento, su corazoncito latiendo fugazmente cuando su propia mente relacionó esa ultima palabra con la estructura que yacía gloriosa frente a él.

No, no era posible que fuera eso. No podía ser eso y de serlo, ¿Porqué estaría ahí? ¿Porqué de repente se había encendido ahí justamente al caer la noche? ¿Porqué? Si alrededor no se veía alguna pareja que fuera a casarse o a pedir matrimonio siquiera...

Sin embargo, todos sus pensamientos, todos sus sentires, e incluso todo el mundo alrededor del menor, se esfumó por completo al momento de girar su cuerpo hacia Dakho y ver a este ahí, hincado sobre una sola rodilla frente a él.

─¿Hyung?

─Escuincle...

─¿Q-qué haces?

—Bueno yo...─Comenzó a hablar, su rostro, como nunca, viéndose un poco nervioso, mientras el castañito sentía su agitado corazón desembocar—Mocoso, no soy de muchas palabras, ¿sabes? Incluso, junto a Yugyeom, prepare un jodido e infantil discurso por la mañana, sin embargo justo en este instante no recuerdo nada de lo que decía en él—Bufó— Así que, simplemente hablaré... Como te lo dije antes, hablaré siendo directo y descarado.

—D-Dak...

—Jungkook, yo jamás pensé en hacer algo como esto. Joder, jamás pensé estar de rodillas frente a alguien que amo con mi alma entera. Y mucho menos pensé que algún día iba a estar jodidamente nervioso por decir lo que estoy a punto de decir...

Silencio, uno expectante donde los ojos del ahora rubio miraban aquellos del menor tan intensamente mientras una de sus manos, temblorosas, se dirigía a uno de sus bolsillos delanteros y sacaba algo, aquella cajita negra que hizo al corazón e incluso al alma entera de Jungkook, vibrar.

Sus grandes orbes se nublaron. Sus manitas, también temblorosas, yendo directo a su boca justo cuando vio a Dak abrir dicha cajita frente a él. Un par de bonitos aros color negros metálico, dejándose ver justo ante sus ojos.

Oh dios...

—Niño sé que esto es tan malditamente precipitado. Joder, yo más que nadie sé que justo ahora me estoy viendo como todo un idiota impulsivo y desesperado... lo sé. Sin embargo, también sé que después de todo lo que hemos pasado mi corazón, no... toda mi alma entera no anhela otra cosa más que no sea ser parte de ti aunque sea por un... mínimo instante—Con una expresión tan distinta en él, y sin dejar de mirar al castañito a los ojos, Dakho continuó— Así que aprovechemos que estoy hincado frente a ti, mocoso. Aprovechemos que tengo dos anillos en la mano, uno para ti y otro para mí, y por favor Jeon Jungkook... acepta casarte conmigo.

Sollozó, claro que lo hizo, claro que esas lagrimitas que se habían asomado hace segundos en los ojos del castañito, salieron sin descaro al mismo tiempo en el que sus propios sentidos terminaban de comprender aquello que le pedía Dak.

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