Principio de Incertidumbre/SenGen

12

Antier tuve que formatear mi computadora y quedó "limpia" por dentro. Ayer y hoy limpié el teclado con lágrimas, o sea que está como nueva (?), a eso le llamo aprovechar recursos jajajajajaja.

Me rio para no llorar, disfruten el capítulo. Espero que no les duela tanto como a mí.

⁘ ⁘ ⁘ ⁘ ⁘ ⁘ ⁘ ⁘ ⁘ ⁘

Era demasiado abrumador, tanto que sentía su cerebro derretirse. Ni todos los libros de física, química, biología y demás disciplinas científicas se sintieron como un reto comparado a la tormenta de reacciones incomprensibles por las que estaba atravesando. Resulta risible e ilógico pensar que un humano pueda albergar los conocimientos de dos millones de años de ciencia, pero tardó tanto en entender y aceptar lo evidente.

Senku leyó alguna vez sobre las distintas inteligencias, aceptando que todos los puntos se lo llevaron las áreas del razonamiento, lógica y abstracción, dejando prácticamente en ceros a la inteligencia emocional. Más no le representaba un problema ya que previamente no le era útil.

No le importaba socializar ni tener amigos, mucho menos demostrar afecto físico carente de relevancia en su día a día. Se las había arreglado durante sus 15 años de vida antes de la petrificación con lo que tenía... Y era suficiente. El que Taiju fuera tan amable como para acercarse a Senku y quedarse a su lado aplacó la preocupación de su padre por la falta de amigos para su hijo. Luego, mediante Taiju conoció a Yuzuriha y ambos lo aceptaron tal como era, porque de cierta forma compartían rasgos que sirvieron como pegamento para su amistad. Aun así, seguía quedando una pieza suelta.

Carecía de las habilidades básicas para socializar y ser empático, pero la honestidad y ser directo le funcionaba gran parte de las veces, por lo que esta adaptación trajo consecuencias positivas, por lo tanto, reforzó ese estilo. Su sinceridad le trajo la muerte en el mundo de piedra, a su vez, la amistad que forjó sin buscarla le devolvió la vida. Su imperiosa diligencia de devolverle al mundo lo que perdió atrajo la atención de Kohaku, y este interés científico le hizo encajar con Chrome. Todo iba bien, Senku no tenía la necesidad de cambiar sus duras palabras para conseguir lo que quería. Pero el camino de nadie está definido, los trayectos son inciertos y tarde o temprano las circunstancias lo obligaron a modificar sus esquemas. O, en su caso, fue el encuentro con una persona lo que lo desequilibró.

Senku experimentaba la mayor parte del tiempo emociones básicas y de repente se encontró con alguien cuyo abanico desplegó múltiples combinaciones, desembocando en sentimientos más y más complejos. Sin embargo, no sólo las transmitía con fines de representar su papel de experto de la mente humana: era su naturaleza, y la misma influyó para que Senku las identificara en él mismo; a su vez, la curiosidad por el cúmulo de estas nuevas sanciones fungió como el imán para atraerlo hacia quien las provocaba.

Gracias a Gen, reconoció que la felicidad al tenerlo cerca se manifestaba de diversas formas, como la tranquilidad que le generaba verlo a su lado aun sin hablar, pasando las noches en el observatorio sin otro fin más que el de la compañía. Supo que el dolor en el pecho que identificaba fisiológicamente como tristeza cuando creía hablarle como normalmente lo hacía, era nada más y nada menos que arrepentimiento y culpa por la decepción reflejada en los ojos azules. Antes de conocerlo, nunca creyó que se sentiría mal por su honestidad tan cruda.

Esa misma tristeza adoptó una nueva cara en la habitación vacía del Reino durante la construcción del globo, mostrándose como melancolía y añoranza porque la felicidad se fue con él. ¿Qué es la ansiedad sino la respuesta de su cuerpo ante la preocupación que vino después de su ausencia? Ese miedo por perder algo cuando ni siquiera sabes de qué se trata, porque a simple vista Senku creía tener todo. Y cuando se dio cuenta que sí faltaba alguien, y valiéndose de sus experiencias previas porque era todo lo que conocía, creyó erróneamente que distanciarse de Gen debía ser aceptado, así como la muerte de su padre.