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Hongjoong suspiró cansado y se sentó en el sofá poniendo sus manos en su cara, juraba que en algún momento terminaría echando a la madre de Seonghwa de la casa, quedaban tres días para navidad y no quería pasar esa fecha con esa mujer en casa y menos que ella se acercara a sus hijos, en esa fecha aceptaría a cualquier persona menos a esa mujer, ya no aguantaba más.

— Hongjoong, ¿no crees que deberías estar limpiando la casa? Seonghwa ya va a llegar no creo que esté feliz cuando vea esto.

— Acabo de acomodar la casa, por favor vaya a hacer otra cosa.

— La casa sigue siendo un desastre, oh, Seonghwa, volviste mi vida, ¿no crees que la casa está un poco desordenada? Yo le dije a él que la recogiera pero no quiso y me insultó a gritos diciendo que no lo haría ¿de verdad tienes a ese hombre como esposo? Yo creo que debemos buscar a una chica que te haga feliz de verdad.

Seonghwa frunció el ceño y miró a su alrededor confundido ¿era el cansancio o su mamá se estaba volviendo loca? Lo veía todo igual, no entendía.

— ¿Dejaste a los niños en la cosa de vacaciones?—asintió desganado dándole la espalda— ¿Cuál es tu mal humor?

— Vete a dormir por favor, parece que en algún momento te vas a caer—lo agarró por los hombros y se lo llevó arriba dejando solo a Hongjoong— tu alfa es un falta de respeto, me grita mucho y me falta el respeto como si fuera una cualquiera—le contó acariciando el cabello de su hijo que se estaba quedando dormido— no me sorprende si un día de estos me envenena la comida.

— Mamá, deja de exagerar por favor, ¿podrías dejarme dormir? Gracias.

Cuando despertó fue por un estruendo en la cocina, se levantó de golpe corriendo a ver que había pasado, era un plato roto.

— ¡Tu esposo me tiró un plato en la cara!

— Yo no hice nada...—negó asustado esperando el golpe pero nunca llegó, Seonghwa solo se dispuso a limpiar el piso— ¿Qué es lo que tiene en mi contra?

— Que eres el peor esposo para mi hijo, ¿no ves como lo maltratas y lo haces sentir mal? ¿No ves como lo tienes como tu esclavo? Tu sirviente.

Cuando los niños volvieron la casa era un desastre y habían policías en la casa ¿Qué había pasado? Estaban hablando con su papá y su abuela, no entendían lo que pasaba pero Jinsol se los terminó llevando de nuevo para que no vieran eso.

— Joven, tranquilo, no se altere, ¿qué es lo que está pasando? Explicalo con calma por favor ¿pasa algo?

— Esa mujer miente, ella siempre trató mal a mi hijo solo por tener una neurodiscapacidad, le grita y lo golpea, también desde que se empezó a quedar acá, ha hecho que mi esposo se ponga en mí contra para su propio provecho, porque quiere que se case con una mujer, me acusa de muchas cosas horrible y aún así él le cree, me acusa de violencia doméstica hacia mi esposo cuando él ni siquiera está en casa, o hacia ella cuando ni siquiera le hablo, el plato que supuestamente le lancé lo lanzó ella.

— Miente oficial, le dejó un ojo morado a mi hijo porque no quiso limpiar la casa.

— ¡Estaba en el patio y uno de mis hijos le pegó por accidente con una pelota en el ojo! ¡Deja de inventar cosas!—los policías se tuvieron que agarrarlo para que se calmara— Perdón—volvió a sentarse.

— Él tiene razón, mi hijo me golpeó por accidente y ellos mismos se lo pueden decir, no están acá ahorita pero ellos le pueden confirmar que me hicieron esto por accidente.

— Miren, no sé que clase de problemas tengan acá como familia pero lo único que pueden hacer es separarse, ustedes por un lado y ella por el otro.

— ¿Lo oíste vieja? Afuera—apuntó a la puerta.

Tuvieron que agarrar a la mujer para que no siguiera golpeando al alfa. La policía había llegado a la casa por una llamada de la mujer tratando de incriminar a Hongjoong de maltrato mientras tiraba y desordenaba todo para tratar de hacerlo creíble, pero cuando había llegado la policía habían encontrado a Hongjoong escondido por los ruidos y a la mujer sentada en el sofá como si nada.

Seonghwa no entendía cómo había pasado, él solo se había ido a comprar para la cena y habían policías en su casa.

— Mire...si él no habla, voy a hablar yo por él, llevo once años conociendo a este hombre que ve acá, él es incapaz de golpear a alguien y si lo hace es por accidente, nunca me alzó la mano ni mucho menos a nuestro hijos y si me ha llegado a gritar ¿Quién no lo ha hecho? Son contadas las veces que lo ha hecho y no son más de diez, dejé que esa mujer se quedara en mi casa porque es mi mamá y mi hermano salió del país hace más de un años, esa mujer solo ha querido destrozar mi matrimonio solo porque quiere que me case con una mujer ¿sabe algo? Hagan lo que quieran con ella, la verdad no me interesa, yo tengo un hijo con autismo leve y nos enteramos cuando era pequeño, esa mujer le gritaba y golpeaba a mi hijo porque no sabía hablar, ¿sabe cuantas veces mi hijo me ha preguntado por qué su abuela no lo quiere a él y a sus hermanos sí? Esa mujer, cuando yo tenía diecisiete años y él dieciséis le dijo que se matara aún sabiendo que estaba en un momento delicado, esa mujer me trastorno y trató de matar a mi padre ¿eso es de gente sana? ¿Quiere que siga?—miró al oficial y luego a la mujer a su lado mientras acariciaba el cabello de su esposo, tenía más cosas por decir.

En la noche mientras los niños dormían, ambos estaban acostados en medio de la oscuridad sin hacer nada, la casa se sentía más tranquila y era raro porque viviendo con seis niños no era una casa tranquila aunque estuvieran durmiendo. Quizás era porque su mamá no estaba, no sabía.

— Perdóname mi amor—volvió a dejar un besito en el rostro de Hongjoong que seguramente ya estaba dormido— fue mi error ¿sí? No va a volver a pasar, perdóname.

Esa noche no durmió nada y no sabía si era por los nervios del juicio al día siguiente o era simplemente una noche de insomnio más, o quizás solo era una mezcla de ambas.

Apenas la luz del sol se asomó por su ventana y la alarma sonó supo que debía levantarse, lo que le llamó más la atención fue que Hongjoong no estaba. Bajó las escaleras y ahí lo encontró, sentado en el sofá tomando café. Rió con ternura al verlo debajo de una cobija ¿Qué hacía despierto a las cinco de la mañana?

— ¿Qué haces despierto?—se sentó a su lado.

— Me desperté la primera vez que sonó tu alarma y no pude volver a dormir, seguramente ya es la cuarta vez que suene.

— ¿Cómo?

— Es a las siete Hwa, no entiendo cuál es tu apuro, faltan dos horas—se encogió de hombros acomodando la cobija— media hora no es mucho pero al menos dormiste un poco, es bueno, tu desayuno está en el microondas.

— ¿Esta vez el microondas no va a hacer pum?—sonrió abrazándolo por los hombros.

— Idiota—rió.

Seonghwa había vuelto en la tarde junto a uno de sus amigos a la casa, se preocupó cuando vió que estaba llorando pero esa preocupación se transformó en una sonrisa al enterarse del por qué lloraba.

— Dijeron que eran razones estúpidas y que no tenían pruebas suficientes para inculparme y que debían aprender a afrontar las cosas de una manera normal porque no es la primera vez que lo hacen, juro que nunca me sentí tan aliviado como ahora, deja de burlarte idiota—le pegó a Taemin en el brazo con el codo.

Al menos algo tenían que salir bien ¿no?

Al menos algo tenían que salir bien ¿no?

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 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Where stories live. Discover now