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Yunho estaba con Mingi jugando a un juego de cocina con comida de madera cuando un ruido extraño llamó la atención de ambos, era Galleta.

El perrito estaba vomitando espuma blanca en su camita improvisada —dos almohadas y una cobija peludita, era provisional mientras le conseguian una, había roto la anterior—, ninguno sabía que hacer.

— Yo...no lo toques ¿bien? Quédate ahí—Yunho se levantó y fué a buscar a Hongjoong que era el único adulto y ser humano con razonamiento y cerebro en casa, San no lo ayudaría y ni en broma confiaría en los tres menores, Wooyoung entraría en pánico, Yeosang haría chistes tratando de no entrar en pánico y Jongho creería que le estaba gastando una broma, solo podía confiar en Hongjoong— Papá, Galleta está escupiendo espuma.

— ¿Cómo?—lo miró confundido— ¿Dónde está?

— En su camita.

Se calmaron más cuando les dijeron que era por algo que había comido o porque había comido mucho. San era el que le ponía la comida y por él supieron que seguramente había sido por algo que había comido.

— No te angusties ¿sí? Galleta está bien.

— ¿No va a morir?—Yunho negó abrazándolo más fuerte.

— No le va a pasar nada, tranquilo ¿quieres seguir?—negó— bueno, te dejo, tengo que terminar mi tarea.

La tarde estuvo tranquila, no había nada fuera de lo común, solo que Seonghwa había vuelto estresado y Hongjoong estaba más nervioso de lo común, eso significaba dos cosas, uno: Seonghwa estaba muy molesto y era mejor dejarlo en paz y por eso el comportamiento de Hongjoong, o dos: Seonghwa y Hongjoong estaban ocultando algo, y había que agregarle una tercera opción ¿Cuál era? Las dos anteriores juntas, todo era posible porque nada en la vida es imposible.

— Hwa, bonito—Hongjoong trató de acercarse a Seonghwa con buenas intenciones pero no dejaba de verlo como si quisiera aniquilarlo— ¿pasa algo mi amor?

— Pasará algo si no te callas.

— ¿Todo bien?—sonrió nervioso, todos sus hijos estaban en la sala viéndolos, en su defensa, ellos lo habían alentado a hablar con Seonghwa, si salía muerto era culpa de sus hijos.

— Hoy a mi papá le dió un infarto y la mujer loca de su esposa se tuvo que meter en el medio a empeorar las cosas, no puedo creer que esa mujer tenga la dignidad de llamarse humana, Dios, y claro, dejenle todos los malditos problemas de matrimonio a su hijo con cuarenta mil problemas ya en manos, gracias, porque claro, a ninguno le importa que yo tenga que trabajar casi todo el día sin parar, no les importa que tenga que manejar con problemas de estrés y ansiedad, con los problemas en casa y con un montón de cosas más, simplemente quiero descansar, me siento abrumado, quiero desconectarme del mundo un momento y descansar pero no puedo, nunca paro y nunca podré parar—puso sus manos en su cara y enredó su cabello en sus dedos jalandolo de la frustración, simplemente quería desaparecer, ya no aguantaba más.

Todos en la sala se vieron unos a otros y luego volvieron a ver a la pareja, Hongjoong hablaba con Seonghwa tratando de que su omega se sintiera más tranquilo.

Galleta no se había levantado en todo el día y tampoco había querido comer, y claro, Mingi no había pasado por alto eso, ya que llevaba unos meses así. Le había contado a Yunho y Yunho a Hongjoong, ninguno quería molestar a Seonghwa.

Hongjoong corrió a ver que pasaba y no dudó en llamar a uno de sus hermanos —el que le había dicho sobre lo de la comida—, y este les dijo que fueran a su consultorio para chequear al perrito que estaría ahí en unos diez minutos, y claro, ellos no dudaron en ir lo más rápido posible ahí.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Where stories live. Discover now