𝐕𝐈. Quedaremos como amigos.

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23 ∂є ησνιємвяє ∂є 2022

𝕲𝖆𝖛𝖎

Han pasado dos meses desde la última vez que la vi en persona y sinceramente, me encuentro más perdido que nunca. En algunos momentos del día me pongo a pensar y pienso que igual esto es una señal para que deje de insistir tanto, pero en otros me da por pensar que el tiempo va a ser el que decida si de verdad tengo oportunidad para hablar con ella y explicarme sin tener malos rollos.

La semana pasada, mi hermana y mi cuñado vinieron a Barcelona porque tenían que hacer unos recados y aprovechemos para vernos y salir a tomar algo los tres. La verdad que les tengo un poco de envidia sana. Llevan seis años juntos y hacen una pareja increíble. 

Siento envidia porque yo no me veo capaz de durar tanto con una persona. Estoy seguro de que en algún momento la cagaría y haría daño a la otra persona- de echo ya lo he hecho con Nora sin siquiera ser algo-.

Hablé con ellos de mi situación y de lo que sentía. Cuando les confesé que soñaba con ella- cosa que me sigue pasando, aunque ya no tan seguido cómo antes- me miraron con una extraña mirada porque no es algo común, pero luego comprendieron mis ganas de hablar con ella.

- ¿Y por que no le mandas un mensaje? Seguro que está arrepentida de haber actuado así. A mi me pasa siempre, actúo muchas veces por impulso y luego me arrepiento- me preguntó mi hermana llevándose su matcha con hielo a los labios.

- Lo confirmo- se adelantó mi cuñado giñándole un ojo a su novia.

- ¿Y que me vuelva a mandar a la mierda? Paso, la verdad- les contesté sinceramente. Uno también se cansa de tirar de la cuerda sabiendo que la otra persona no tira y no se cansa.

- ¿Entonces que vas a hacer, tirar la toalla?- me preguntó mi hermana y yo no pude evitar mirarla a los ojos. ¿Estaba sintiendo pena por mi? Pues no lo sé, pero su mirada es lo que me dijo.

- Pues no me queda otra opción.

-No digas eso porque si hay más opciones. Puedes ir un día a recogerla al instituto. No creo que sea capaz de ignorarte, sería bastante feo por su parte- me aconsejó mi cuñado.

- ¿Has hablado de esto con Lucía? Ella te ayudará seguro- me dijo mi hermana.

- Hace bastante que no hablo con ella. Igual le mando un mensaje para la semana que viene.

Y así acabo la conversación en la cafetería. Decidí mandarle esa misma tarde un mensaje a Lucía y me dijo que hoy pasaría por la masía sobre las cinco de la tarde.

Ahora mismo estoy echado en la cama replanteándome por 1727 vez mi existencia. Hoy hemos tenido entreno con el equipo por la mañana y después de comer me he echado porque no tengo nada mejor que hacer. 

De repente noto como algo que vibra en mis costillas. Es mi móvil, un número que no tengo agregado me está llamando.

-¿Si?- contesto al descolgar. Nunca suelo contestar a los números que no tengo agregados porque se como es la gente y muchos solo quieren joder con las bromitas telefónicas- cosa que me parece ridículo, por cierto-.

- Hola Gavi, soy Pablo. Te llamo desde el teléfono de la recepción porque el mío me lo he olvidado en casa.

- Ah hola, ¿Qué tal estas?

- Súper bien. Te quería preguntar una cosa. ¿Podrías venir hoy a las seis a la autoescuela? En la anterior clase te vi muy concentrado en lo que hacías y como a esa hora estoy libre, podrías venirte y así adelantamos una clase.

Pablo es mi profesor de la autoescuela. La verdad que me cae genial . Es bastante joven- unos veinticuatro años, tampoco le he preguntado su edad exacta- y explica espectacular, o sea, yo estoy entendiendo todo a la perfección.

Sueños~Pablo GaviWhere stories live. Discover now