𝟎𝟎𝟏. capítulo 1

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TERMINUS.

Dominic desconocía la cantidad exacta de tiempo que había estado recostado sobre el suelo sucio y lleno de piedrecillas del vagón, lastimándose la piel expuesta del rostro y los brazos. Ya casi no sentía más que un molesto hormigueo en las manos, producto de haberlas tenido atadas durante tanto tiempo, pero al menos finalmente había silencio.

Luego de llegar a Terminus y ser encerrados en un vagón, tanto Dominic como los Turner habían tratado de recapacitar con los guardias, buscando una solución a pesar de que cada queja fue suprimida con golpes. Además de ellos, habían dos personas más encerradas ahí, dos mujeres que les dijeron que no valía la pena luchar ni gritar y que solo podían esperar a la muerte o a no ser los siguientes en ser llevados —ya que esas personas no regresaban—. Dominc había rechazado sus palabras, asqueado de que luego de sobrevivir por tanto tiempo alguien se rindiese así de fácil.

Pero entonces se las llevaron. Primero a una y luego a la otra, con un margen de lo que, según la cantidad de noches vistas por las muy delgadas rendijas del viejo vagón, había sido medio mes. Los guardias que se habían acercado a llevarlas habían dicho: "estas dos primero, cuanto más tiempo pasa más tensa se pone la carne". Y claro, Dominic no había entendido de qué hablaban, pero cuando trató de luchar junto al único hombre de la familia Turner, ambos se ganaron la primera golpiza grave. Y cuando, medio mes después, se llevaron al más grande de los dos niños, ninguno pudo luchar lo suficiente para salvarlo.

El niño solo duró dos semanas, pero no fueron a su vagón en ese momento, sino al de al lado. Por los gritos en respuesta adivinaron que se llevaron a dos niñas; Dominic jamás podría olvidar los aullidos de dolor y el llanto de las madres al aceptar que sus hijos e hijas jamás volverían. Todo continuó de la misma forma por el tiempo que permanecieron encerrados, todos perdiendo la energía y las ganas de luchar con cada día superado. Fue luego de casi dos meses que Dominic se quedó solo, convertido en algo similar a las mujeres que tanto había despreciado por rendirse.

¿Pero cómo podría tener esperanza? ¿Qué opciones había de escapar estando solo y atado? Ya no debía faltar mucho para que se lo llevaran y acabaran con su sufrimiento de una vez por todas. Era como si la vida misma le estuviera diciendo a gritos que se rindiera, que seguir viviendo no era una buena opción.

Sin embargo, Dominic creyó que moriría solo y sin ver a otras personas, pero en un día tan común como los otros y mientras dormitaba —porque diablos, los momentos donde dormía eran los únicos donde dejaba de pensar en su deprimente situación actual— la puerta corrediza del vagón se abrió. La luz del día cayó a raudales sobre sus ojos acostumbrados a la oscuridad casi absoluta y tuvo que cerrarlos, adolorido mientras inconscientemente se apoyaba en la pared del vagón con más fuerza.

A LITTLE DEATH ── ˗ˏ glenn rhee.Where stories live. Discover now