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¡Hola a todos! Esta propuesta era algo que tenía pensado publicar después de rendir mis exámenes así que, acá estamos ❤ Como verán en la descripción de la historia es una adaptación a mis locas ideas del capítulo "Paternity" de la UVE. Espero que les guste y espero leerlos, de verdad todo esto es gracias a ustedes ❤

¡Que lo disfruten!❤

✍✍✍

Elliot sentía que iba a estallar, la bomba que tanto temía había explotado en su cara, arruinándolo todo, causando un gran desastre a su paso, no sabía que hacer, ni siquiera sabía con quién hablarlo, se sentía perdido, dolido, decepcionado, traicionado, pero en medio de todos esos sentimientos podía acceder a una libertad inexplicable que lo impulsó a buscarla, a no dejar pasar más tiempo. Luego de saludar a cada uno de sus hijos que se encontraban en el pasillo de aquella clínica a punto de entrar a ver al nuevo integrante Elliot se marchó de allí, no iba a perder tiempo esperando un taxi, sabía que el departamento de aquella mujer quedaba muy cerca de la clínica, por ende, a un paso rápido se dirigió hasta ese edificio donde sabía que iba a poder encontrarla, o al menos eso esperaba.

Su mente era un completo desastre, y aunque sus pensamientos lograban confundirlo cada vez más, de algo estaba seguro, no había algo que deseará más en ese momento que estar con ella, que poder conversar y compartir tiempo juntos, que intentar olvidar todo el dolor que le había provocado la noticia que Kathy le había dado minutos antes.

Al llegar a la puerta del edificio Elliot sintió sus piernas cansadas, y su respiración se volvía cada vez más irregular, parecía que había corrido una maratón. Su mirada se centró en el cuadrado de metal donde se encontraban todos los botones con los timbres de cada departamento y buscó con ansiedad el de su casa.

4°A.

Sus dedos presionaron el botón del timbre, y esperando segundos que se hicieron eternos para Elliot Stabler pudo oír su voz, aquella que ruborizó cada parte de su cuerpo, aquella que logró encender sus emociones y hacer latir su corazón con una fuerza desconocida para él, algo que siempre le pasaba cada vez que estaba cerca suyo.

—¿Hola?
—Liv, soy yo Elliot. —Pronunció él intentando calmarse, y fue ahí cuando notó un suspiro del otro lado, un miedo se encendió dentro de su interior, ella podía elegir no verlo, y estaba en todo su derecho, pero aún su parte egoísta deseaba que Olivia pudiera olvidar todo lo que había ocurrido.
—Ahora bajo.
—Gracias.

Un pequeño peso se salió de sus hombros, ella había accedido a verlo, aunque tuviera muchísimas razones para rechazar su presencia y de odiarlo. Nuevamente los minutos se convertían en una tortuosa eternidad hasta que, delante de sus ojos se topó con la figura de Olivia vestida con ropa casual, y un rostro cansado, sus ojos estaban hinchados y solo llevaba una colita que ataba su cabello.

Todo era su culpa se repetía Elliot una y otra vez inconscientemente, una vez que Liv abrió la puerta del edificio un colgante de la llave en el lector de seguridad sus palabras se esfumaron, y todo aquello que había deseado decirle se había borrado, se sentía un completo idiota, y si ella no decía nada el hielo no se rompería, ni ahora ni nunca.

—No es mío. —Susurró Elliot siendo consciente de que ella entendía de lo que hablaba, Olivia había sido parte en el parto de Kathy y también había oído las dudas de Elliot infinidad de veces con respecto a su paternidad con ese bebé.
—Lo lamento. —Fue lo único que ella pudo decir, quiso abrazarlo, pero se contuvo— ¿Ella te lo dijo?
—Sí, cuando entré a ver al bebé.
—Imagino el golpe duro que fue para ti oírlo, estabas entusiasmado.
—Lo presentía de igual manera, aunque nunca quise averiguarlo, creo que me cegué para que esta bomba no explotara, pero estalló y no solo me lastimó a mí.
—Elliot no... —Olivia quería llorar en ese momento, que Elliot la involucrará a ella y reconociera su error era algo que no esperaba, y aunque lo necesitaba no podía oírlo, no en ese momento donde sentía que iba a derrumbarse.
—Sé que no quieres hablar y estás en todo tu derecho a odiarme, pero no pudo aguantar esta angustia que siento por saber que te fallé, que te lastimé de la peor manera, y que te dejé de lado de manera inútil haciendo oídos sordos a tus necesidades, como compañero y amigo no debí hacerlo, no debí jugar contigo así.

Elliot habló lo más rápido que pudo como si todos aquellos sentimientos fueran un volcán que había iniciado su erupción. Tenía miedo, mucho miedo de que todo aquello fuera un sueño, de que nada fuera verdad, y de que pronto despertaría en su cama. Olivia suspiró profundamente y por primera vez dejó caer sus lágrimas, todo había ocurrido como si él hubiera leído su mente, como si él supiera cuanto necesitaba ella esas palabras, ese pedido de disculpas, como si él supiera cuanto necesitaba de su presencia en ese momento.

Los dos sabían que ese no era el lugar indicado para hablar, por ende, Olivia decidida lo invitó a pasar a su departamento para que, más cómodos y con un café de por medio pudieran continuar charlando, o al menos, pudieran sacar todo lo que tenían dentro suyo, de una vez por todas.

—¿Café con dos de azúcar? —Preguntó ella una vez que ingresaron al departamento, él asintió y Olivia se marchó a la cocina. En cuestión de minutos la castaña volvió al living con dos tazas de café y dos vasos con agua— Ponte cómodo.
—Gracias. —Elliot se sentó junto a Olivia en el sofá, y tomando una de las tazas de café la miró— Gracias de verdad por darme esta oportunidad.
—Todos merecemos una oportunidad, creo. —Suspiró profundamente y luego de beber un sorbo de café volvió a mirarlo— Si te soy sincera estoy completamente dolida por tus actitudes Elliot, creí que podríamos salir adelante, que podríamos... —Volvió a suspirar y continuó tratando de aguantar sus lágrimas— Ni siquiera sé que esperaba de todo esto, pero claramente no esperaba tu rechazo, y mucho menos tus malos tratos.
—Lo sé, fui el idiota más grande al tratarte así, y no hay una justificación que pueda darte, tan solo sé que me sentí perdido, y no supe que hacer, y tú estabas ahí y yo...
—Y sabías que yo era capaz de aguantarlo todo porque te amaba. —Finalizó Olivia uniendo su mirada con la de Elliot, sabiendo que no podían mentirse, que ya no había oportunidad de escapar de la realidad.

El uso del verbo en pasado fue capaz de romper aún más el corazón de Elliot, quién no se atrevió a preguntarle si aún lo amaba con él la amaba a ella, no era capaz de hacerlo después de todos los errores que había cometido, después de haber actuado como el más grande idiota. Podía aceptar que Olivia ya no lo amará, podía aceptarlo, aunque no podía negar que eso, eso le dolía más que a nada, y que irremediablemente lo mataba en vida.

—Y lo peor es que no conseguí nada con aguantarlo todo, porque salí perdiendo, y salí lastimada.
—Lo sé, y eso es lo que más lamento, ver en tu mirada todo ese dolor es lo que me parte en mil pedazos.
—Pero no hiciste nada para remediarlo cuando más lo necesité, Elliot. Me dejaste a la deriva insistiendo con una realidad que nunca pudo ser, porque pudiendo haber hecho más por mí, no lo hiciste.

Elliot agachó su mirada aguantando los dardos que Olivia le estaba tirando, y con justa razón, él había tenido en sus manos la posibilidad de no herirla, de ayudarla a continuar adelante, pero cegado por arreglar lo que no se podía había echado todo a perder, absolutamente todo y ahora ni siquiera sabía cómo arreglarlo, si es que aún había posibilidad de hacerlo.  

Paternity || Bensler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora