3.

309 25 0
                                    

¡Hola a todos! Tercera y última parte de este relato. Antes de seguir quería avisarles (por sí aún no lo han visto) hace un ratito publiqué una nueva propuesta que iré desarrollando a partir del 2022. Pueden encontrarla en mi perfil con el nombre de "Aprendiendo a amarte" y cómo irán viendo es una propuesta distinta dónde habrá dos historias que se relacionan y dos shipps, Bensler y Rollisi. Y espero que les guste. Sin más, ojalá puedan acompañarme en esa aventura también. 

Sin más espero que les guste esta última parte. 

❤❤❤❤❤

El sutil viento del otoño despeinaba suavemente el cabello castaño femenino y tornaba aún más frías las lágrimas que caían por su rostro. Sin aguantar la soledad de su departamento Olivia había decidido ir al parque con el estúpido plan de despejar su mente y olvidarlo todo, pero era tan inútil, tan inútil como pensar que tres años después había dejado atrás todo lo que había ocurrido con Elliot Stabler aquella noche.

De hecho, no podía olvidarlo y esos recuerdos taladraban su mente sin descanso cada día de su vida. Aquella noche cuando escuchó el ruido de la puerta principal de su departamento seguido de un silencio escalofriante y desgarrador Olivia supo que todo había terminado, que ya no había nada que hacer, y por supuesto que no había una solución para aquella relación y no sabía que le dolía más en ese momento. Se sentía pequeña ante un mundo gigante que cada vez le exigía más, se sentía rota ante un hombre que la había llevado a lo más alto para luego dejarla caer, se sentía perdida ante la obligación de seguir y no saber cómo hacerlo.

Y el tiempo había pasado lento, doloroso y desconcertante, con el intento de curar sus heridas Olivia se había alejado de Elliot, y por supuesto se había enfocado en su trabajo, en dar lo mejor en el ámbito laboral más allá de que su vida personal y amorosa era un puto asco. Con la preocupación de sus compañeros y principalmente de su capitán había logrado formar una coraza, una protección que le serviría para que nadie se metiera, para que nadie opinará, para que nadie quisiera hurgar en la herida. Olivia Benson no quería hablar de Elliot Stabler y así sería, sin importar nada ni nadie.

Pero la vida, el destino no dejan las cosas así y siempre dan una revancha, una segunda oportunidad que puede ser buena o muy mala, depende con el cristal que se mire.

Muy metida en sus pensamientos, la mujer no había visto que alguien se había sentado a su lado, y que ese alguien no dejaba de mirarla. Tomándose el mayor atrevimiento de su vida, la manera que él encontró de traer nuevamente a la realidad a Olivia fue estrechar su mano frente a ella y poner frente a su rostro una rosa blanca, algo que le encantaba a esa mujer.

La castaña parpadeó varias veces, y observando aquella rosa dejó caer sus lágrimas, podía reconocer su perfume a metros de distancia, ni siquiera era necesario que dijera su nombre, sabía que a su lado estaba ese hombre que tanto había amado, y a quién le había entregado su corazón sin importar nada para que hiciera lo que quisiera a su antojo con el.

—Alguien me dijo que las rosas blancas son tus favoritas, y creí que traerte una sería una buena forma de acercarme a ti otra vez, después de todo lo que paso. —Pronunció Elliot con pesar, Olivia suspiró profundamente y negó con su cabeza.
—No creo que sea lo correcto estar aquí los dos, después de lo que ocurrió, después de lo que hiciste. —Respondió Olivia con angustia secando sus lágrimas con las yemas de sus dedos.
—Lo sé, soy consciente de ello.
—Entonces creo que lo mejor es volver a mi departamento. —Pronunció Olivia intentando ponerse de pie, pero Elliot tomó su mano para que se quedará— Elliot no.
—Sé que no merezco nada, ni siquiera una mirada tuya, pero te pido una última oportunidad, una sola.
—¿Una oportunidad para romperme el corazón? No permitiré que vuelvas a hacerlo Elliot, ya bastante sufrí por ti.
—Una oportunidad para que me escuches.
—¿Qué quieres decirme? —Preguntó ella, Elliot suspiró profundamente.

Y más que decirle alguna palabra él eligió demostrarle todo lo que ocurría en su corazón con acciones. Le había tomado tiempo, mucho tiempo aclarar sus sentimientos y por sobre todo darse cuenta de lo que le pasaba con Olivia Benson y ahora que lo sabía, ahora que por fin podía jugársela y amarla como ella lo merecía decidió apostarlo todo, tirarse al vacío como Olivia lo había hecho tiempo atrás, entregarle su corazón para que esa mujer hiciera lo que quisiera. En cuestión de segundos unió sus labios con los de ella, congelando el tiempo a la par, logrando derretir a esa mujer, y por supuesto podía sentir el vértigo y la emoción del riesgo que había tomado, sabía que Olivia podía echarlo de su vida, y elegir no verlo más, pero Elliot en su locura y emoción por estar nuevamente besando aquella piel carnosa lo arriesgo todo, absolutamente todo.

La mujer quedó quieta en su lugar dejando caer sus lágrimas, una detrás de la otra. No se había privado en seguir ese beso, lo estaba disfrutando y creyó por primera vez que quizás eso, que quizás él podía ser el bálsamo que curará sus heridas. Envolviendo con sus brazos el cuello masculino se entregó a ese gesto con una necesidad inexplicable. Decidió olvidarlo por unos segundos, y concentrarse en Elliot y en las caricias hermosas que estaba dejando sobre sus labios.

¿Qué podía pasar ahora?

—Soy el más idiota de todos por haberte dejado ir, por romper tu corazón, por ser el encargado de hacerte sufrir. No hay día que no me arrepienta por haberlo hecho, por haberme ido esa noche sin decirte nada, aunque tuviera mucho que decirte. Y aún tengo mucho que decirte, que expresarte, aunque en este momento no tenga ni idea de cómo comenzar. Lo único que sé es que te amo, te amo mucho más de lo que puedo expresar, mucho más de lo que puedes imaginar. Sé que me tardó tiempo aclarar mi mente y mi corazón, y lamenté tanto eso. Pero aquí estoy, y lo único que deseo es entregarte por completo mi corazón, que tú hagas lo que quieras con él y entregarme a lo que tú decidas. TE AMO Olivia Benson y estoy locamente enamorado de ti, aunque te cueste creerlo, aunque ya no me ames, no podía esconderlo más, y tampoco quiero hacerlo. —Pronunció Elliot con sinceridad y emoción, Olivia sintió como su corazón volvía a latir y sus lágrimas volvían a caer ante esa inesperada declaración.
—¿Por qué ahora Elliot? No te das una idea cuánto esperé esto. —Respondió ella intentando sostener su mirada, necesitaba obtener tantas respuestas a sus dudas.
—Porque fui el más cobarde, porque no me animé a hablarlo contigo, creí que estarías mejor sin mí. —Confesó él en un susurro que ambos pudieron oír.
—Sabes que es imposible estar bien si tú no estás. Mi vida personal y amorosa es un asco, y todo porque quedé atada a ti, y no me importa reconocerlo, pero... ¿Qué se supone que debo hacer? —Indagó ella, buscando en aquellas pupilas azules un camino a seguir.
—Seguir tu corazón. —Atinó a responder él y Olivia suspiró profundamente.
—¿Eso sería lo mejor?
—Al menos eso creo yo. —Respondió Elliot encogiendo sus hombros con una sonrisa tímida en su rostro.
—Entonces ven conmigo.

Los dos se pusieron de pie, y animándose Olivia tomó la mano de Elliot, en ese instante decidió hacerle caso a él, decidió seguir su corazón. Llevándolo a su departamento, está vez con la confianza suficiente para aclararlo todo ella volvió a besarlo, pero con toda la intención de quitarle el abrigo y la camisa. Elliot dejo que Olivia lo hiciera, mientras continuaban besándose. En cuestión de segundos, la castaña había desnudado a Elliot con toda la intención de guardar aquella imagen en su mente para siempre, lo único que deseaba era explorar cada parte de su piel, como sería recorrer su cuerpo de punta a punta disfrutando de ello.

Elliot deseaba lo mismo, lo deseaba con todas sus fuerzas, con movimientos expertos la desnudó también en cuestión de segundos con la suavidad que requería la situación, y entre medio de besos y caricias caminaron sincronizadamente a la habitación. Todo parecía un sueño, un hermoso y maravilloso sueño, pero al mirarse a los ojos, al cruzar sus pupilas y al observar la sonrisa del otro comprobaban que era la realidad, la inesperada e increíble realidad.

—¿Estás segura de esto? —Indagó Elliot alejándose un poco, Olivia le robó un tímido beso en los labios y asintió con su cabeza.
—Te necesito. —Susurró ella y él asintió con su cabeza, ese hombre también la necesitaba.

Compartiendo aquellas mismas emociones y aquellas mismas ganas siguieron besándose y acariciándose, la temperatura del ambiente iba aumentando al igual que el calor de sus cuerpos. Elliot la acostó sobre la cama y acostándose sobre su cuerpo apoyando su peso en sus codos volvieron a unirse, entre medio de besos y caricias suaves, en medio de tiernas palabras de amor y miradas que decían más que mil palabras. Ahí estaban otra vez juntos amándose y adorándose. Deseaban que todo valiera la pena, era lo único que querían y lo único que esperaban.  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 31, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Paternity || Bensler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora