｡˚Lo eligió a él, después de todo seguiría escogiéndole una y mil veces... Porque fue lo mejor que pudo haberle pasado, aún así se llevara todo de él, necesitaba volver a escoger ese hermoso veneno que era, Choi Soobin.
Donde el veneno que Yeonjun...
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Yeonjun no se dejaba llevar por lo que escuchara de sus compañeros y... esa vez no fue la excepción, la gente siempre hablaba de más sin saber algo y eso él lo sabía a la perfección, le había quedado muy claro que solo se dejaban llevar por un estúpido comentario que hizo otra persona y todos decidían creerlo.
Yeonjun a veces odiaba a sus compañeros -no a todos pero la mayoría ya sean hombres o mujeres, podía decir que no le caían muy bien para no decir 'odiar'- y él no era de eso. Simplemente no se metía con nadie y siempre era muy cordial y amable con todo aquel que le dirigiera la palabra, para todos aquellos y aquellas que lo veían mal era por envidia y porque no le habían dicho ni un 'hola'.
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Ese día estaba en el estudio trazando con mucha calma el boceto que tenía enfrente con un pincel, era una tarde un tanto fría y él se encontraba trabajando en eso en el salón junto a unos cuantos compañeros.
De repente entró una chica castaña con lo que parecía ser dos refrescos en mano. Se acercó a una compañera la cual Yeonjun tenía enfrente, estando un poco emocionada le habló.
—¿Recuerdas al chico guapo que te dije el otro día?
Hasta el momento Yeonjun se mantenía ajeno a la conversación.
—¿El pelinegro alto?
Asintió rápidamente mientras le daba el refresco.
—Él merito, sé su nombre—se movió emocionada, mantenía sus mejillas rosadas, la otra de cabellera negra dejó de lado su cuadro para darle toda su atención a su amiga.
—¿En serio?—rio.
—Se llama Soobin. ¿A caso no es lindo?—suspiró recostándose en sus manos mientras tomaba asiento en una mesa cercana.
—¡Es muy lindo! Suena atractivo, justo como él.
Rieron.
—Jiho no lo mires mucho ¿Sí?
—Arin, eres una pícara—la molestó picando su brazo un par de veces—¿Cómo lo supiste? No recuerdo que tengamos amigos en la otra sección.
