｡˚Lo eligió a él, después de todo seguiría escogiéndole una y mil veces... Porque fue lo mejor que pudo haberle pasado, aún así se llevara todo de él, necesitaba volver a escoger ese hermoso veneno que era, Choi Soobin.
Donde el veneno que Yeonjun...
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Ese día el pelirosa llegó temprano, muy temprano, casi no lo acostumbraba pero debía preguntarle al profesor Jeon un par de cosas sobre su dibujo de anatomía y otro par al profesor Kim de fotografía.
Pasando por un balcón del segundo nivel en búsqueda de su profesor de cabellera grisácea, observó el patio, en el estaban unos cuantos alumnos jugando, solo era para matar el tiempo que podían jugar básquetbol o fútbol antes que iniciarán las clases o en los recesos solo para mantener el deporte apesar de no tener alguna clase al respecto.
Notó algo, o bueno... A alguien.
Su corazón se aceleró, viendo desde lo alto, se quedó ido observando con mucha concentración cómo el peliengro de una piel tan clara jugaba con el balón anaranjado mientras lo golpeaba una, dos, tres veces y escapaba con el en las manos para luego lanzarlo a la canasta y no encestar, reía junto con sus amigos.
Yeonjun estaba más que fascinado, se le escapó una sonrisa ladina. Ese chico era demasiado bueno para ser verdad.
—¡Yeonjun!
Ni siquiera volteó al escuchar a alguien llamándole, no quería apartar su mirada de aquel hombre mientras hablaba entrecortado con una sonrisa intentando retomar aire para sus pulmones, tomó su botella de agua y bebió sin pegarla a sus labios. Otra vez logró apreciar su perfil y aquella manzanita subiendo y bajando mientras tomaba agua.
—¡Choi Yeonjun!
Soltó un suspiro.
Sin ganas volteó notando a Yeji un poco lejos en ese mismo balcón. Mantenía sus brazos cruzados y lo veía con una ceja alzada, sabía que debía acercarse.
—¿Qué pasa Yeji? —sonrió con los labios sellados.
—Andas muy distraído Yeon—dijo y seguido vio el campo donde estaban jugando algunos, lo observó con interés—¿O estabas viendo a alguien en específico?
Alzó ambas cejas jugando con él.
—No, solo no te escuché bien, venía pensando en otra cosa...
—Ajá...
No le creyó pero de todas formas la castaña de mechones rosa dejó de lado aquel tema.
Soltó un suspiro, al voltear a ver de nuevo hacia el campo no encontró a nadie en el, hinchó sus labios decepcionado, luego acomodando sus cuadernos en un solo brazo y continuó su camino.
—Hyunjin me dijo que invitara a quien quisiera así que... ¿Quieres ir a su fiesta el viernes que viene?—preguntó mientras Yeon seguía avanzando y ella le seguía muy bien el paso.
—¿El viernes que viene?—preguntó no muy convencido, no era que no saliera con sus amigos era que... A veces no le gustaba quedarse solito comiendo en alguna mesa mientras algunos se iban de la mano con alguien o se mantenían muy cariñositos, además era una fiesta y no tendría mucho qué hacer. Era un poco doloroso ver cómo algunos se lamoasaban toda la noche con sus parejas.
