Playground [Sun/Moon x MaleReader]

🌞Capitulo 1: Debo escapar🌞

Me encontraba estresado y en un aprieto, probablemente la gente promedio de mi edad estaría de fiesta o durmiendo para ir al trabajo, pero yo estaba atrapado en una pizzería para niños.

¿Cómo había sucedido todo esto? Pues bueno...

Estaba sentado cerca del escenario, muy feliz por estar viendo el show luego de un largo día de estar sentado moviendo tuercas y remodelando un poco la maquinaria, y a pesar de ser una atracción para niños, el aire a diversión me traía buenos recuerdos de mi infancia.

Pero está vez el show no salió como se esperaba, ya que el animatrónico principal había tenido una falla en medio de la función, carajo, iban a culparme a mí.

Me levanté de mi asiento y entré en pánico, ya que los llantos y la confusión del lugar alteraban mis nervios, jamás me gustaron los niños.

Fui al baño, dispuesto a mojarme el rostro y calmarme un poco antes de escuchar los gritos de mis jefes o mejor dicho, de personas que se creían demasiado por los billetes en sus bolsillos.
Me coloqué frente al espejo, cerré los ojos y sentí el agua fría caer por mis manos, me encontraba un poco más relajado cuando repentinamente esa sensación fue remplazada por un fuerte dolor que recorrió mi cuello.

Desde ese momento, comenzó la pesadilla.

Me desperté mareado y aturdido, al abrir los ojos una luz blanca me cegó por unos segundos y solo podía oír un fuerte zumbido, al acostumbrarme un poco a mi entorno, noté que no estaba en mi casa, ni siquiera en mi oficina, estaba en el suelo del baño, frente a mi caía agua del grifo sin parar mientras se mezclaba con sangre que al parecer era mía ¿Cuánto tiempo llevaba allí?

Me levanté, sacudí mi ropa y me miré al espejo, estaba igual que hace un segundo, solo que tenía sangre saliendo de el lado derecho de mi cabeza, posiblemente una herida provocada por el golpe al caerme. Cerré el grifo y salí del baño, debía ir a la enfermería, aunque no recordaba dónde estaba exactamente.

Abrí la puerta y todo estaba extrañamente vacío para como lo estaba hace un momento y había un silencio que le daba un aura inquietante a todo el lugar ¿Ya habían cerrado?
Miré a mi alrededor y noté a alguien al fondo de un pasillo, corrió tan rápido que ni siquiera noté si era una persona o un animatrónico, pero eso sí, debía ir con cuidado, si me descubrían podría meterme en problemas.

Subí por las escaleras llegando al segundo piso, pero cada vez que intentaba pensar dónde estaba la enfermería mi cabeza comenzaba a doler, tenía que encontrar a alguien rápido.
Caminé un poco, miré algunas puertas y en ese momento la vi, la guardería, recordé que teníamos un gran botiquín de emergencia escondido detrás de uno de los juegos por si acaso, si lo encontraba podría curarme y quitarme un peso de encima.

Abrí la colorida puerta y ahí estaba, aunque los niños no me gustaban la guardería era uno de mis lugares favoritos, era ruidosa, si, pero la decoración y la sensación al entrar era simplemente incomparable.
Al estar tan vacío me confirmó que al parecer, si habían cerrado.

Caminé viendo los diferentes dibujos y colores de las paredes como si fuese la primera vez que entraba.

Mi tranquilidad terminó al notar que para entrar a la parte principal necesitaba un boleto, el cual al no trabajar en esa zona no tenía. Suspire y di la vuelta, aunque aún había una opción: podría darme acceso cambiando unas configuraciones del sistema, iba a meterme en problemas, pero era mi única opción, solamente un destornillador, y tal vez una linterna, el lugar para encontrar esa clase cosas era definitivamente mi oficina,  la cuál estaba no muy lejos de allí.

Ahora ese era mi objetivo, caminé hasta la puerta nuevamente y salí por el pasillo, el aura de risas y diversión ahora era verdaderamente aterradora y silenciosa, tenía miedo de encontrarme a alguien y meterme en problemas, más que nada a los guardias o peor... animatronicos.

Caminé por esos pasillos escuchando únicamente el eco de mis pasos, por alguna razón estaba nervioso y la herida en mi cabeza no ayudaba. Subí al ascensor y bajé al piso más bajo, me sorprendí al escuchar un sonido que no pude reconocer y pasos fuertes, así que inmediatamente entré a mi oficina y por fortuna no encontré a nada ni a nadie.

Busqué por algunos cajones y ahí estaba, suspiré con alivio, aún así esto apenas comenzaba. Tomé el destornillador, la linterna y unos guantes especiales por si acaso y los coloqué en mi cinturón.
Salí sigilosamente de la oficina, y luego corrí rápidamente al ascensor sin mirar atrás.

Luego de un rato al fin lo había conseguido, pude abrir la puerta, aunque no completamente, lo logré.

Tiré mi cuerpo al suelo y pasé por debajo de ese espacio entre la puerta y el suelo, y ahí estaba, la guardería.