Playground [Sun/Moon x MaleReader]

🌜Capitulo 3: Error🌛

12:00 a.m.

Continuaba viendo el techo mientras mis ojos se iban cerrado de a poco, estaba agotado, simplemente no podía mantenerme despierto por mucho tiempo más, además de que antes de la caída no había dormido en todo el día.

Me acomodé en mi lugar y observé a mi alrededor, extrañamente aquel animatronico al parecer llamado Sun (Ya que su nombre estaba en varios pósters del lugar) no estaba por ninguna parte, así que aproveché, me bajé de aquellos bloques dónde estaba y me dirigí nuevamente al lago de pelotas.

Planeaba apagar las luces, el animatronico anteriormente me había dicho algo sobre ellas, pero aún así decidí apagarlas, si me quedaría allí al menos dormiría un poco.

Al pasar el lago me encontré frente a los juegos, los grandes laberintos, las paredes de colores y los pisos acolchonados, me acerqué a uno de estos juegos y recordé escuchar hablar a uno de mis compañeros, el cual trabajaba en la guardería.

Flashback

-Es horrible amigo- dijo dirigiéndose a su compañero -Deberíamos quejarnos de esto, no pueden hacernos subir todo un laberinto para presionar un interruptor ¿Y si hay alguna falla eléctrica o algo? Es arriesgado...-

Fin del flashback

Suspiré y me agaché para avanzar en el laberinto, gateé mientras pensaba que tenía suerte al entrar en un espacio diseñado para niños, hasta que escuche un sonido, o más bien una voz.

-¿Nuevo amigo?¿Dónde estás?¿No estarás haciendo travesuras, verdad?-

Continúe caminando, sin prestar atención a su voz.

Me acercaba cada vez más a la escalera que llevaba al siguiente piso del laberinto, hasta que sentí como una mano rodeaba mi cadera de una forma delicada y cuidadosa, mis manos se intentaron aferrar al suelo de goma, pero fui llevado de nuevo hacia fuera.

-¡No seas un chico travieso! recuerda, las luces siempre encendidas ¡Encendidas!-

El me dejó en el suelo, y fue a buscar algo, esa era mi oportunidad.
Corrí rápidamente y me arrastré por el suelo en el laberinto nuevamente, como pude, ya que aún tenía un poco de mareo.

Subí al segundo piso, los colores y las luces no ayudaban mucho a mi dolor de cabeza y además ya había pasado mucho desde que no entraba a un lugar como ese.

Subí al fin al tercer piso, dónde comenzó mi búsqueda, en algún lugar debía haber un interruptor, busqué por esquinas, paredes, debajo de almohadas, aún así no encontraba nada.

-¡No seas travieso!¡No quieres meterte en problemas!-

Mi respiración era cada vez más acelerada, comencé a ver a todas partes, hasta que lo encontré, un interruptor color azul oscuro en un pequeña esquina, antes de presionarlo comencé a pensar ¿En serio era tan necesario tener las luces apagadas?
Ese pensamiento salió de mi mente apenas escuché pasos acercándose a dónde estaba.

-¡¡No lo hagas!!-

Toqué el interruptor, el cual apagó todas las luces del lugar, quedando totalmente a oscuras, en ese momento, escuché un fuerte grito, no muy lejos de mí.

-¡Por qué hiciste eso!¡TE LO ADVERTÍ!-

Seguido de eso, un silencio sepulcral lleno todo el lugar, simplemente me quedé sentado, helado por el anterior grito, había cometido un error, y uno grave.

-Chico travieso...ya pasó tu hora de dormir, ahora serás castigado-

Esa voz extraña y áspera resonó por mi mente, me quedé un momento quieto, hasta que me di la vuelva bruscamente para intentar encender la luz de nuevo, pero, no lo logré.

Comencé a escuchar unos pasos arrastrándose a través del laberinto, sabía dónde estaba, y definitivamente eso no era bueno.

Miré para los lados, al ser el último piso, solo había una salida, por la cuál al acercarme, logré ver una sombra moverse de forma extraña y rápida, directo hacia mi.
Retrocedi lo más que pude, mientras esa sombra se hacía más clara, era Moon.

Mi espalda chocó contra la pared del laberinto, no había escapatoria.

-Los niños malos deben ser castigados-

El se acercó a mí, logré verlo aún más cerca, su rostro, estaba a centímetros del mío. Yo cerré los ojos, esperando lo peor.

Abrí los ojos luego de un momento y vi como el retrocedió para luego salir del lugar, confundido, mire a todas partes, pero no logré encontrar una razón por la cuál podría no haberme atacado, tal vez un error de programación.

Suspiré y comencé a avanzar, mis pensamientos solo estaban fijos en una cosa; los generadores. Todas las atracciones contaban con generadores de emergencia, por lo tanto, dudé que la guardería fuera una excepción.

1:00 a.m.

Estaba cansado, ni mis piernas ni mi cabeza estaban en las mejores condiciones, además de que no había tenido ni una hora de sueño ya en dos días, aunque tal vez el desmayo había ayudado un poco.

Para mí suerte solo me faltaba un generador, el cuál ya sabía dónde estaba.

Comencé a gatear nuevamente por el último laberinto, mis rodillas dolían, pero el generador estaba frente a mis ojos.

Me alarmé al escuchar unos velozes pasos detrás de mí, seguido de eso, comencé a ser arrastrado por todo el suelo del laberinto y por más que intentará luchar, estaba demasiado cansado.

-Es hora de dormir, estrellita-

Sentí como unas manos rodeaban mi cintura, mis ojos ya no podían aguantar mucho más, estaba quedandome dormido, hasta que por fin, lo hice.