𝐎𝐧𝐥𝐲 𝐌𝐢𝐧𝐞 | 𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

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[ Omnisciente ]

Un mes después.

Las cosas entre Gustabo y Conway seguían un poco tensas aunque un poco mejor, ninguno de los dos quiso hablar sobre lo que les pasaba por lo que dejaron en el olvido ese tema, digamos que el rubio estaba pasando por un pequeño problema y ese problema llegaba a molestar al azabache.

¿Que problema era? Pues nada más ni menos que...la posesión.

Para Volkov y Horacio era muy enfermizo ver tales escenas, pero no nada más era la posesión que tenía Gustabo sobre Conway, sino que su apetito sexual era inexplicable, tanto así que Horacio los encontró en una de las oficinas que raramente no se ocupaban mucho.

Ese día Gustabo lo había llevado hasta ahí solo para follarselo, literal, Gustabo era el que se encargaba de todo el trabajo, el moreno solo se quedaba recostado en el sillón mientras que Gus montaba su polla.

- Conway, le buscan en recepción - sonó por su radio.

- ¿Quién? - contesto de inmediato Gustabo.

- Amm, es una chica, se hace llamar Alexa - informo Leónidas.

- Dile que suba a mi despacho.

- 10-4 super.

Jack apagó su radio y siguió con su papeleo, al segundo de tomar los papeles Gustabo ya estaba a su lado.

- Joder, ahora que? - voltea a mirarle.

- Nada, solo quería verte - le saco los papeles de las manos y se sentó sobre el colocando las manos del mayor en sus nalgas.

- Gustabo, pequeño, no tienes porque montarte un espectáculo, se porque estás aquí.

- ¿Así? - empezó a besar y morder el cuello del Jack dejando marcas a su paso.

- J-joder, ahora no...

La puerta fue tocada, Gustabo ni se inmutó, empezó a mover sus caderas para ahora sentir el miembro ya erecto de su amante.

- Espérate - lo saco de encima de el, se acomoda la camisa y dio orden a qué pasarán.

El rubio al ver quien era la chica, algo en su cabeza hizo click, ahora de estar excitado por su moreno paso a estar enojado.

- ¿Otra vez tu? - pregunto ya cansado.

- Jacky... - se acercó al escritorio coquetamente pero alguien de un empujón la mando al piso.

- ¡Es la puta tercera vez que te cambias de puto nombre para entrar a ver a Conway! - le apuntó a ella estando aún en el suelo.

- Peq-Gustabo, tranquilo - se auto corrigió.

El ojiazul la miró por última vez para caminar y ponerse a lado de Conway como si fuera su guardaespaldas. Al último mencionado le llegaba a molestar un poco esa actitud que tomaba el rubio cuando el estaba con una persona que no era Horacio o Volkov.

Se volvía muy agresivo para que luego cuando se fueran esa persona se volviera muy moldeable aunque algunas ocasiones eran diferentes, Gustabo le pedía a Conway que lo follara y este al no poder tragarse las seducciones de Gustabo terminaba cayendo o en este caso follandolo contra su escritorio.

- ¿Que quieres Amanda? - la chica con la mirada en el piso se levantó de este.

Amanda tenía muy poco tiempo en la ciudad, y desde que llegó no dejaba de "acosar" a Conway, si se puede decir así, el la había ayudado en un código 3 por lo que automáticamente lo veía como un príncipe azul. Claramente ni sabía que estaba casado.