Capítulo 16

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La reunión ya estaba llegando a su fin, las estrategias de batalla y los recursos a los que llegarían si hubiera problemas había sido resuelto, pero había un asunto que Davina debía aclarar lo antes posible, no podia permitir que los Wampis y los cambiaformas siguieran ignorantes de esplendido lazo, pero antes debía confirmar algo, busco con la mirada a Rosalie, para su deleite la Wampi volteo hacia ella al sentir su mirada, una mirada opaca, con un rostro tallado en melancolía, demostrando a gritos su soledad le regreso la mirada. Sin poder evitar levantar una ceja por lo que veía desplazo su vista hacia Emmett quien se encontraba sentado entre Edward y Esme alejado de Rosalie, su rostro era como el de una roca, había perdido esa juguetona sonrisa y los resplandecientes ojos que posee con naturalidad. No era necesario que Davina entrara en sus mentes para saber lo que había pasado entre el matrimonio. Rosalie había tomado su decisión, y tal como lo prometió, Davina cumpliría su deseo.  

Por favor. Imploro Rosalie en un tono tan deprimente que incomodo a Edward. Davina sonrió en comprensión, inclino su cabeza y se levantó de su lugar, parando el último asunto por resolver, en qué lugar se encontrarían con los Vulturis, la habitación se volvió silenciosa. 

—Mis queridos amigos, antes de que se vayan hay algo que debo aclarar con urgencia.

El corazón de Klaus revoloteo en nerviosismo, al no saber lo que Davina diría, ¿acaso anunciara que después de la batalla se quedaría? ¿su relación con Edward Masen? ¿sus sentimientos? ¿su poder? No eso no seria, ella jamás revelaría su poder ¿acaso diría que está casada con él? ¿qué tiene hijos? ¿Qué?

Klaus se removió incómodo en su lugar, alterando un poco a la manada por su olor.

—Quiero dejar en claro el tema de los Soulmates, no hemos aclarado lo suficiente el lazo y puedo ver en sus mentes que están aún confundidos —dijo en dirección a los Wampis— dije que lo diría cuando los cambiaformas estuvieran presentes así que ha llegado el momento.

Davina no pudo evitar mirar disimuladamente a Emmett para ver su reacción, una parte de ella, la parte retorcida que le encantaba contemplar el dolor ajeno, esa parte de la que Klaus está enamorado, deseaba deleitarse del sufrimiento del Wampi, sin embargo, el rostro de Emmett no cambio, en cambio su madre, Esme Cullen, perdió su característica sonrisa cariñosa, una sonrisa que Davina creería que es falsa si no pudiera leer sus pensamientos, el rostro de Esme se  convirtió en uno de total seriedad y desprecio. Una sonrisa intento surgir en el rostro de Davina, pero la parte racional y que aun contenía bondad la retuvo.

—A algunos no les gustara lo que les diré, tal vez me odien por reventar su burbuja de amor, o probablemente no me crean —dijo esto último mirando significativamente a los Quileute con una sonrisa—, pero juro por mi magia que mis palabras son verdaderas y no hay mentira oculta en ellas.

La manada Mikaelson jadeo ante él juramento. Los ojos de klaus se oscurecieron. Cedric se paró de golpe.

—Deben creer que lo que mi madre diga sobre los Soulmates es verdadero, que una bruja o mago jure por su magia es significativo ya que, si rompe esta promesa, aunque diga una mentira pequeña e insignificante ella perderá su magia por completo y dejara de ser una bruja ¿entendieron? Así que si hay cosas que no les dice es porque no podemos ¿comprenden? —revelo con seriedad y brusquedad, no estaba de acuerdo por el movimiento arriesgado de su madre.

—Gracias cariño —Davina le regalo una sonrisa maternal para tranquilizarlo, que no ayudo en nada.

Davina carraspeo cuando su hijo no cambio su expresión, sintiendo la mirada de dagas que klaus le lanzaba sobre su nuca, carraspeo con nerviosismo al escuchar las riñas de la manada, sentándose con lentitud en su lugar.

Amore Perduto (Libro 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora