|| Guardería || Tokyo revengers

01

Suspiro cansado, había peleado fuertemente con sus "ex-amigos".

Había recibido uno que otro golpe, pero era algo de esperar por sus reacciones ante la noticia que descartaría sus esfuerzos.

Pasaron meses, incluso años, en ser la pandilla número uno de todo tokyo pero sabia que por ello ya no había un propósito por el cual luchar. Lo único era intimidar a otros y mantener su reinado por tal vez más años, no obstante, el al ser el líder era obvio que tomaría la decisión más razonable.

Expandió la pandilla y con ello su gran logro se tiro por la borda del fracaso. Si bien sus amigos, con los cuales crearon aquella pandilla, entre se asustaron y se enojaron.

Pero al final lo pudo explicar; él principalmente no quería vivir como rey y menos intimidando a las personas para ganar más respeto y poder, el solo quería divertirse como ninguna mañana, además de querer pasar un gran tiempo con aquel grupo de amigos.

En parte se arrepentía pero era lo más razonable que podía hacer para evitar futuros conflictos como cambiar aquel dulce tiempo donde los pandilleros eran geniales convirtiéndolos a todo ser que va por aquel camino al codicia del dinero, fumar, drogas, entre todo lo que un yakuza viviría.

—¡Nii-chan!— la suave voz de su hermanita menor lo saco de sus pensamientos dirigiendo la mirada ante la pequeña rubia.

—¿Que paso, Emma?— pregunto revolviendo el cabello de la menor quien solo bufo molesta por aquella acción, para luego cambiarla por una expresión de deseo y energías.

—Encontré esto, ¡me gustaría que me lo leas!— grito con ganas llamando la atención de otro de sus hermanos, también menores.

—¿shini-chan leerá un cuento?— un niño de pelos blancos se asomo por la puerta de la habitación junto con un rubio menor balbuceando cosas no completas —¡Yo también quiero escuchar a shini-chan leer un cuento!— sonrió con estrellitas en sus ojos y se acerco para sentarse junto a la rubia menor y el rubio menor.

Shinichiro sonrío y agarrando aquel libro extraño que trajo emma lo examino, no obstante obtuvo una gran expresión de sorpresa al leer de quien pertenecía el libro en la primera hoja.

Era de su difunta madre.

Aquella mujer que tuvo el valor suficiente para abandonar a la mayoría de sus hijos, porque quien sabe cuantos hijos haya tenido con otro hombres, y simplemente desaparecer de la vista de ellos.

El había sido uno de sus primeros hijos, siendo el mayor con 20 años actualmente, con la jerarquía de Alfa. Durante su infancia creció al lado de aquella mujer, pero un día lo dejo y nunca volvió siendo cuidado por su abuelo. Luego cuando ya estaba más niño, vio como su "madre" volvía con un bebé en manos, era plateado y se llamaba Izana. Tiempo después, unos 2 años después de la llegada de Izana fue consiente de otros dos hermanos menores.