˚┇∦ Capítulo Final.

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1 año después.

Jimin y Jungkook dormían plácidamente en la cómoda cama King size, Jeon con su pierna entre las de Jimin y con su brazo en la cintura del menor, este le daba la espalda sintiendo el calor corporal del pecho y torso del pelinegro pegado a su espalda.

Su sueño fue interrumpido por unos golpes en la puerta de la habitación, la pareja de novios se movieron un poco por el ruido, Jeon abrió uno de sus ojos para poder ver de dónde provenía el ruido.

—¡Kook, mingguk hizo popo y no deja llorar! —la hermana de Jungkook seguía tocando la puerta para poder despertar a su hermano.

El pelinegro bufó con gracia junto a una risa de lado, talló sus ojos levemente con sus manos para poder acostumbrase mejor a la luz, Jimin se removió por el ruido de la puerta siendo tocada.

—¡Ya voy, Hannah! —exclamó Jungkook para que su hermana dejara de tocar la puerta, esta se retiró una vez escuchado lo dicho por su hermano —Mimgguk te dejó una sorpresita mañanera, amor.—dijo Jungkook esta vez dirigiéndose a Jimin.

El menor lo miró con su ceño fruncido, se sentó en la cama en su mismo lugar mientras seguía observando al pelinegro de manera fulminante.

—Te recuerdo que también es tuyo, además, deja que se acostumbre a andar manchado —refunfuñó volviendo a acostarse dándole la espalda al pelinegro.

Jungkook rio en carcajada por el comentario de Jimin, lo tomó de la cintura para vortearlo y de esta forma estar frente a frente.

—Buenos días, amor —Jungkook besó los carnosos labios de Jimin sintiendo ese sabor amargo en sus bocas.

—Serían buenos si vas y limpias a mingguk.

Jungkook volvió a reír y besó a Jimin de picos para al final morder levemente su labio inferior y apretarlo más a él contra su cuerpo, comenzando un beso cálido donde sus labios se sincronizaban de una manera exquisita.

—Vamos, debo limpiar a nuestro hijo —dijo Jimin separandose de Jungkook.

Se levantaron de la cama con sus pantuflas, lavaron sus dientes, se ducharon en conjunto mediante besos y uno que otro toqueteo y salieron de la habitación en dirección a la de su pequeño hijo.

Bam, el gran doberman que ahora era todo un adolescente, entró también a la habitación para olfatear la cuna de Mingguk, pero estornudó con el olor desagradable de su pañal.

Hannah le daba golpecitos en su pecho para calmarlo.

—Gracias por cuidarlo, Hannah —Jimin se acomodo a lado de la pequeña acariciando su ya crecido cabello desordenado—. Ahora es turno de papi de cuidar a su hijo.

—Menos mal aún soy una niña, no me imagino cuidado a otro bebé.

—Más te vale con no pienses en eso porque vamos a tener problemas —le amenazó el tatuado llegando a la habitación.

Hannah rodó sus ojos y abandono la habitación dejando a Jimin y Jungkook solos con el bebé.

Jungkook se posicionó  a lado de Jimin colocándose detrás de él. Jimin alzó a Mingguk en sus brazos y lo llevo a la mesita de noche donde comenzó a limpiarlo y cambiarlo.

Mingguk era un bebé precioso, tenía el cabello negro y los ojos cafés, llevaba todos los lunares de Jungkook, y la pequeña naricita de Jimin, sus labios eran delgados pese al fuerte gen de la familia Park con los labios pomposos. Pero era hermoso, y Jimin estaba feliz de tenerlo en su vida, después de todo lo que pasó hace un año atrás.

Él y Jungkook tenían su pequeña familia.

Optó por ponerle un hermoso trajecito azul pastel y un gorrito en su cabeza, el bebé dejo de llorar mientras le pedía a su padre ser cargado por él, Jimin no lo hizo esperar y lo alzó en sus brazos.

Prom Night © Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora