Capítulo 1: Comienzos

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Era primavera una hermosa época que quedó opacada con la muerte repentina de mi padre Tonraq, con tan solo 8 años mi mundo dio un vuelco. Me encontraba en la iglesia frente a su ataúd con mi mamá Senna sosteniendo mi mano, mientras diferentes personas pasaban y nos daban el pésame, yo apenas podía entender todo lo que ocurría.

En ese momento un señor de bigote se acercaba de la mano de una niña de cabello negro y ojos verdes, por un momento me perdí en su mirada hasta que le escuché decir al señor
-Senna, lo lamentó sino hubiese sido por Tonraq, yo estaría en su lugar-
-No diga eso Sr. Sato, él cumplió con su deber-
-Lo sé, por esa misma razón me haré cargo de las dos, procuraré que nada les haga falta-
-Gracias-
Mi atención se perdió cuando vi a varios hombres colocarse al hombro el ataúd de mi padre para dirigirse al lugar de entierro, mi madre empezó a caminar detrás de ellos conmigo al lado, pero llegó un momento en que me sentí asfixiada no podía soportar ver como enterraban a mi padre, que no volvería a verle nunca más, tenía que salir de ahí.

En un instante, sin pensar me solté del agarré de mi madre y salí corriendo en otra dirección del cementerio, a lo lejos pude escuchar mi nombre, pero mis pies no pararon, corrieron hasta que me tropecé con el camino de gravilla y caí al suelo haciéndome un raspón en la rodilla, con cuidado me senté y al alzar la vista me di cuenta que me encontraba en una pequeña rotonda cubierto de arbustos altos y en el centro había una estatua de un ángel con las alas extendidas. Algo adolorida me levante, limpiando el polvo de mi vestido y me acerqué con lentitud sentándome en los pies de aquél ángel, apoyé mi cabeza entre mis piernas y comencé a sollozar sin parar.

 Algo adolorida me levante, limpiando el polvo de mi vestido y me acerqué con lentitud sentándome en los pies de aquél ángel, apoyé mi cabeza entre mis piernas y comencé a sollozar sin parar

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Hasta que escuché una voz que me sacó de mis pensamientos.
-¿Te duele?-
Levante la vista y me encontré con la niña de ojos verdes, me limpié las lágrimas tan rápido como pude y ella se acercó mirando mi rodilla, para luego sacar una curita del bolsillo de de vestido y ponerlo encima de la herida
-Con eso estarás mejor- dijo sonriendo y continuó -Siempre llevó de repuesto-
-Gracias- respondí tímidamente
-Me llamó Asami-
-...Korra...- alcancé a susurrar y miré al suelo con tristeza, Asami se sentó al lado de Korra diciendo -Mi mamá murió hace dos años-
Esto la tomó por sorpresa -Lo siento-
-Lamentó lo de tu papá, mi papá dice que fue un héroe- Korra solo asintió y Asami continuó -...Con el tiempo deja de doler...-
Korrs levantó la mirada con curiosidad preguntando -¿No la extrañas?-
Asami sólo suspiró diciendo -Todos los días, eso no cambia-

Al ver que Korra nuevamente se ponía triste, Asami se paró y extendió su mano diciendo-Las cosas serán difíciles aveces, pero pasé lo que pasé estaré a tu lado, sé que seremos grandes amigas-El rostro de Korra se iluminó y un leve sonrisa se asomó...

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Al ver que Korra nuevamente se ponía triste, Asami se paró y extendió su mano diciendo
-Las cosas serán difíciles aveces, pero pasé lo que pasé estaré a tu lado, sé que seremos grandes amigas-
El rostro de Korra se iluminó y un leve sonrisa se asomó en sus labios, no dudó en tomar la mano de Asami y se incorporó
-Será mejor que regresemos o mamá se preocupará- Asami asintió y caminaron juntas tomadas de la mano.

**
Tal y como prometió Hiroshi se hizo cargo de ellas y les compró una casa campestre cerca de la mansión Sato, donde Asami siempre iba de visita, con el tiempo se hicieron muy buenas amigas. Por su parte Senna consiguió trabajo en una tienda de ropa, confeccionando vestidos de gala, esto le sirvió para sostenerse lo suficiente y no depender tanto de la familia Sato.

Uno de esos días Korra y Asami se encontraban jugando a las traes en el patio, cuando escucharon un ruido proveniente del bosque que colinda con la casa de Senna y Korra.
-¿Escuchaste eso?- preguntó Asami
-Si, parecía un aullido- contestó Korra dirigiéndose hacia el sonido
-¿Qué haces?- dijo Asami tomando su mano
-Iré a ver que es-
-Puede ser peligroso, mejor esperemos a tu mamá-
-¿Tienes miedo?- preguntó Korra con curiosidad haciendo que Asami se sonrojará
-¡Por supuesto que no, los Sato no tenemos miedo!-
-Entonces ven conmigo- dijo con una sonrisa de oreja a oreja, por un momento Asami miró al suelo y se aferró al brazo de Korra susurrando -Vamos-

Caminaron adentrándose al bosque, el sonido se hacía cada vez más fuerte, estaban cerca, pero frente a ellas se encontraba un árbol caído obstruyendo el paso
-Korra mejor regresemos- dijo Asami, pero en ese momento escucharon el aullido a poco metros de donde se encontraban
-Espérame aquí- dijo Korra quién trepó el árbol y cruzó al otro lado, haciendo que Asami la perdiera de vista
-¡Korra!- gritó esperando respuesta, pero no la hubo, sintió como el lugar se hacía oscuro y tenebroso, Asami tenía mucho miedo, por lo que se agachó entre sus rodillas cerrando sus ojos con fuerza
-¿Asami estás bien?- preguntó Korra colocando una mano en su hombro, Asami sollozaba y al verla no pudo evitar abrazarla
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- preguntó Korra confundida apartándose un poco para verla a los ojos y notar que estaba llorando
-¡Estaba asustada, pensé que te habías ido!-
-¿Qué dices? ¡Nunca te dejaría sola!- le respondió con una sonrisa
-¿De verdad? ¿Me lo prometes?- preguntó Asami acercándose y levantando el meñique de su mano derecha
-Sí, lo prometo- dijo Korra estrechando su meñique con el de Asami y continúo
-Perdona, tenía que rescatar a este pequeñín- dijo señalando con la mirada y Asami se sorprendió de ver a un cachorro blanco como la nieve, al acercarse se dio cuenta que tenía una patita lastimada
-Parece que tuvo un mal día-
-...Sí, no podemos dejarlo aquí...-
-¿Qué vamos hacer?- preguntó Asami
-Lo llevaré a casa-
-Senna no estará muy contenta-
-Quizás logré convencerla de quedarme con ella- dijo Korra mientras la tomaba en brazos y empezaban a caminar
-¿Ella?-
-Sí, es niña-
-¿Qué nombre le pondrás?-
-...Mm... creo que le pondré Naga-
-¿Naga? Que extraño nombre-
-A mí me gusta-

Aunque Senna se llevó una sorpresa al ver a la cachorra, entre ambas lograron convencerla y prometieron repartirse la responsabilidad de cuidarla, desde ese momento Asami, Korra y Naga se hicieron inseparables.

Aunque Senna se llevó una sorpresa al ver a la cachorra, entre ambas lograron convencerla y prometieron repartirse la responsabilidad de cuidarla, desde ese momento Asami, Korra y Naga se hicieron inseparables

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