Entre la razón y el corazón

11. Secretos

POV Eva:

Estuvimos un rato en casa de Tiago, pero luego de un rato decidimos ir para mi casa, ya que necesitábamos avanzar en el proyecto de robótica que estaba en mi casa y aprovechar para practicar la canción para el concurso

Mientras Tiago hacia unas cosas al proyecto yo estaba escribiendo el reporte, la verdad es que no estaba muy concentrada, tenía la mente como en las nubes, miraba a Tiago de reojo y me preguntaba por qué estaba haciendo todo esto, pasar tiempo con él me confundía más y no sabía que hacer con todo lo que pasaba

–Estas muy callada – dijo Tiago después de algunos minutos de silencio

–No tengo nada que decir – contesté sin mirarlo

–¿Quieres hablar?

–¿De que?

–No sé, te noto tensa ¿no quieres desahogarte?

–No – dije algo seca aún sin mirarlo

–Bueno... solo quiero ayudarte

–No te pedí tu ayuda – dije y lo voltee a mirar –Y si algo tuviera que desahogarme sobre algo, eres la última persona a la que se lo diría

Tiago se quedó callado y siguió en lo que estaba haciendo, me quedé mirándolo unos segundos y él solo seguía en lo suyo, inmediatamente me sentí mal por haberle hablado así, en realidad no me había hecho nada

–Perdón – dije después de un rato –No debí hablarte así

–No importa, no somos amigos, entonces no hay problema – dijo sin voltear la mirada

–Si... – dije y agache la mirada, en eso Rubén entro a la casa y detrás de él venía Sofía

–¿Dónde estaban? los busque por todos lados – dijo dejando la mochila al lado de la puerta

–¿Qué hace Sofía acá? – dije y Rubén la miro

–A mi también me da gusto verte Eva – dijo y puso su mochila al lado de la de Rubén

–¿Para que llamaste a Eva? – pregunto Tiago y él lo miro extraño

–¿Yo?

–Cuando me preguntaste dónde estábamos – dije y Tiago asintió

–Yo no te llamé, los busque a la salida del colegio pero no los encontré – Tiago y yo nos miramos extrañados, sabía que había algo raro en esa llamada, era su voz, pero algo estaba diferente

–Bueno, yo vine a hacer el proyecto así que vamos – dijo Sofía y camino hacia adentro, Rubén torció los ojos y la siguió

–Y yo mejor me voy – dijo Tiago y se levantó de dónde estaba

–¿Te vas? – dije y me levanté también –Pero no hemos ensayado nada

–Tenemos todo un mes para hacerlo – dijo y se acercó a la puerta

–Pero...

–Hablamos luego, ¿si? – asentí y Tiago salió, me senté y puse mis manos sobre mi cara

–¿Estás bien? – dijo Rubén entrando de nuevo, lo mire y negué con la cabeza

–Es que no comprendo por qué no puedo seguir a mi corazón ni en el presente, ni en el pasado – Rubén se acercó y puso una mano en mi espalda

–La diferencia entre el pasado y el presente es que aquí si puedes hacer tu propia historia

–Supongo... – dije y luego lo mire –¿Tu no estabas con Sofía?